domingo, 12 de febrero de 2017

Daniel y Apocalipsis - Introducción

Estos dos libros son los más importantes de la profecía ya que establecen en una forma suficiente el programa de Dios para la humanidad en el tiempo del fin y el papel de Dios en el mismo.

Daniel es la “espina dorsal”, “el esqueleto”, de la profecía bíblica mientras que Apocalipsis es el cuerpo del esqueleto. Es “el mar” en donde desembocan todas las corrientes proféticas. Los demás pasajes proféticos son partes de ése cuerpo y utilizaremos algunos de ellos durante el estudio. Daniel se estudia primero porque sin Daniel el Apocalipsis no tiene “armazón”, sería concreto sin varillas.

El propósito de estudiar a Daniel y a Apocalipsis no es “estar duros” en el conocimiento de la profecía sino primeramente perderle el miedo a la Escritura. Que los estudiantes vean que al aplicar correctamente las reglas de hermenéutica que verán más adelante, la profecía y la Escritura en general se hacen de fácil comprensión. Segundo; que los estudiantes entiendan que “estamos más cerca de nuestra salvación que cuando creímos”. Que veamos como los eventos se están acomodando conforme al patrón descrito en la profecía. Tercero; separar la paja del trigo. Descartar muchos llamados cumplimientos que están circulando y han circulado en las pasadas décadas, como evidencias de que se están cumpliendo las profecías.

No caer en histerias ni en sensacionalismos que nos desvíen de nuestro sano servicio al Señor ni del equilibrado disfrute de las bendiciones y libertades que Dios nos concede para que vivamos dándole gloria y agradecimiento. Tenemos que tomar la venida del Señor de la misma manera que tomamos la muerte; sin temerle, pero sin dejar que determine nuestras vidas. No podemos postergarla; no es inteligente adelantarla. Con la venida del Señor es lo mismo; no podemos evitarla, tampoco debemos vivir para atrasarla o adelantarla. Debemos vivir solo para estar preparados para cuando llegue.
         
Como dice mi amigo César Vázquez: “el que vive pensando que no se va a morir, se engaña así mismo; y el que vive pensando que se va a morir, no tiene vida”.

Veremos como éste estudio nos ayuda a creer que puede ocurrir en nuestra generación, pero que si no ocurre, la profecía está vigente. Como decía la declaración de fe de las Catacumbas: “no descartamos que sea en ésta generación”.

Veremos que por la naturaleza de las reglas de interpretación y por las consecuencias de las definiciones que vamos a establecer, que la iglesia no va a estar en la Tierra durante la Gran Tribulación. Si alguien cree que sí va a estar en la Gran Tribulación, no quedará defraudado. El riesgo es para los que creemos que no va a estar si estamos equivocados. El propósito del estudio no es establecer como hecho o conclusión final y absoluta el pre-tribulacionismo sino que está fundamentado en argumentos bíblicos que contestan más preguntas de las que deja sin contestar, contrario al post-tribulacionismo que se fundamenta en unos argumentos y/o textos bien concluyentes pero obvia varios textos de la profecía dejando así sin contestar más preguntas de las que contesta, además de que no considera a Daniel para lograr sus conclusiones. También dejar establecido que el pre-tribulacionismo está fundamentado en una exégesis y hermenéutica sistemática y que no es el producto de profecías y visiones carismáticas que ocurrieron en el siglo diez y nueve.  Éste es uno de los argumentos más utilizados por los que se oponen al pre-tribulacionismo. Que el pre-tribulacionismo fue predicado en los Plymouth Brethren con unas profecías, que John Darby que era masón, promovió la doctrina y que influyó en Cyrus Scofield el cual introduce su biblia de Scofield y el concepto de las dispensaciones para promover el estado sionista en Palestina, todo eso es cierto, pero eso no establece que el pre-tribulacionismo sea improbable bíblicamente. No podemos establecer o descartar doctrina en base a los motivos o al testimonio de los que la promueven pues si así fuera tendríamos que descartar toda la reforma protestante. Y ¿qué si el diablo usa personas o instituciones con mal testimonio para desacreditar verdades en las Escrituras?

Veremos a través del estudio que no necesitamos dispensaciones, ni visiones de ningún siervo o sierva de Dios para establecer la probabilidad del pre-tribulacionismo. Con solo encomendarnos a nuestras patronas; La Virgen De La Gramática, Nuestra Señora De La Hermenéutica y Santa Historia Corroborada; nuestra travesía por Daniel y Apocalipsis será segura y reveladora.

Veamos principios de interpretación. Les recomiendo el libro Hermenéutica de editorial Vida, sí, el mismo que todo catacumbero debió haber leído en los setentas, para que refresques las reglas básicas de hermenéutica.  Aparte les voy a compartir éstas reglas y al final les diré de dónde las adapté.

I- La Biblia está escrita por hombres. Esto es admitido por todos. Por tanto, está sujeta a las reglas ordinarias de interpretación que aplican a todo escrito humano; no hay reglas arbitrarias en su naturaleza o de invención moderna o no contemporáneas en los días de autor.
Aún más, está escrita para los hombres y por lo tanto en el lenguaje cotidiano y no en los términos particulares de la ciencia o el arte. Por lo tanto, las siguientes reglas son obvias.
  1. El uso cotidiano o común de la vida diaria determina el significado de una palabra o frase, no el filosófico. Ej. “el ojo de una aguja” o “mover montañas”.
  2. El uso en el tiempo y lugar del escritor determina el significado, no el uso moderno. Ej. Ezequiel: las alas de las criaturas no son aletas de aviones o cohetes modernos.
  3. Si una palabra o frase tiene distintos significados, el contexto determina cual se usa en el pasaje. El significado más común en días del autor debe ser el más preferido, proveyendo que está de acuerdo con el pasaje, no el más común en nuestros días. Ej. Espíritu. 1 Sam. 16:14, 30:12, Gén. 25:8
  4. Si un autor tiene ocasión de utilizar una palabra nueva o una antigua con un nuevo significado, su definición o uso en su tiempo debe determinar el significado, no otros usos incluso del mismo autor. Ej. Marcos 14:36 Aquí la copa para nada tiene que ver con la copa del verso 23.
  5. El sentido directo o literal de una oración o frase es el significado del autor, cuando no se indica otro uso; no se usará otro significado ni figurativo, alegórico o místico. Ej. Jn. 8:56-57
  6. Pasajes que llevan un sentido directo, literal y seguro van a determinar pasajes que tienen otro sentido que no es el literal y qué es o cuál sentido aplicarle, no nuestras opiniones. Ej. Jn. 6:51,57 y 1 Cor. 11:27
II- La Biblia trata de Dios en relación con el hombre. Es obvio que ésa circunstancia provee para utilizar nuevas palabras y frases y nuevas aplicaciones de las antiguas. Trae a la luz figuras del lenguaje como antropoformismos y antropopatismos, (aplicar formas y sentimientos humanos). Esto expande todas las reglas anteriores. Es necesario especificar una regla más aquí.
  1. Una palabra, frase, u oración perteneciente primeramente a las cosas del hombre, debe ser entendida, cuando se aplica a las cosas de Dios, en un sentido consistente con su esencia natural; no en un sentido contrario de ningún atributo conocido sobre ésa naturaleza. Ej. el rostro de Dios = identifica a Dios.
III- Hay crecimiento en la Biblia en dos respectos:

A- Hay crecimiento en la adición de documento a documento a través de por lo menos 16 siglos. Por lo tanto, el significado primario o simple de cualquier parte del lenguaje va a aparecer en documentos anteriores; los más completos o agrandados sólo van a aparecer en los más recientes. Ej. En el VT se dice de que Dios tiene planes de salvación con los gentiles pero no se menciona la iglesia como el instrumento de ése plan hasta el NT.

B- También hay crecimiento en la adición de hecho sobre hecho, verdad sobre verdad, en donde doctrinas que aparecen “en capullo” al principio, son al final presentadas en su totalidad. En sus comienzos la Biblia escoge y señala la raíz todo suficiente de dónde toda doctrina va a germinar. Esa raíz es Dios. En Él residen todas las virtudes que crean y sostienen el mundo y por lo tanto en el conocimiento de Él están envueltas todas las doctrinas que pueden instruir a la criatura inteligente. Por tanto, la forma elemental de una doctrina se va a encontrar en las partes más antiguas de la Escritura; las formas más desarrolladas, en las más recientes. Esto provee para dos reglas de interpretación:
  1. El significado o frase en un libro más reciente de la Escritura no se debe transferir a uno más antiguo, a menos que lo requiera el contexto. Ej. Hechos 2, las citas tienen su aplicación en Hechos, aunque puedan variar en su significado en su contexto en el VT. Ap. 12:9-10 no tiene nada que ver con la caída original de Satanás. Tiene que ver con la cancelación que tiene Satanás a la presencia Dios actualmente como se describe en Job 1 y 2.
  2. La forma de una doctrina en un pasaje subsecuente de la Biblia no debe ser tomado como totalmente desarrollado en un pasaje anterior sin la garantía del uso o contexto. Ej.  En la trinidad vemos pluralidad en el VT pero la trinidad es definida en el NT. La resurrección va apareciendo poco a poco en el VT y en el Nuevo vemos distintas categorías de resurrección. La expiación la vemos en la tipología del VT, pero en Cristo la vemos completa.
IV- El Viejo Testamento fue escrito en hebreo; el Nuevo en griego. Cada uno tiene que ser interpretado de acuerdo con el genio del lenguaje en que fue escrito. El intérprete por lo tanto tiene que estar familiarizado con la gramática de cada uno, en la cual las particularidades que constituyen su ingeniosidad están recogidas en un sistema.  Los escritores del NT eran más que nada hebreos de nacimiento y costumbre con la posible excepción de Lucas.  Su griego por lo tanto lleva la influencia hebrea y sus palabras y frases se emplean para expresar cosas, cualidades, costumbres y doctrinas hebreas. Por lo tanto muchas de sus construcciones verbales reciben del hebreo las peculiaridades del lenguaje para producir sus equivalentes en griego. Dos reglas surgen aquí:
  1. El sentido de una oración y la relación de una oración con otra, deben ser determinadas de acuerdo con la gramática del lenguaje en el cual fueron escritas. Ej. Rom. 8:35
  2. El significado de palabras y frases de NT deben ser determinados en harmonía con el VT y no en contraste entre el griego y el hebreo. Ej. El hijo pródigo; pedir la herencia y el padre corriendo al encuentro del hijo, tenemos que interpretarlo dentro de las costumbres hebreas y no meramente depender de una correcta traducción del griego para poder obtener el mayor significado.
V- La Biblia es la Palabra de Dios. Todos los elementos  de los postulados anteriores se explican solos y son aceptados casi unánimemente. Pero éste sin embargo, algunos intérpretes de la Biblia no lo aceptan, por lo menos sin ninguna reserva. Pero no aceptando su rechazo sobre éste “dogma”, ésos intérpretes están ligados a respetar los reclamos de éste libro que es la Palabra de Dios.  Ellos pueden hacer esto solo aplicando a su interpretación éstas reglas como si honestamente se deducen de tal reclamo. Haciendo esto no se ponen en desventaja. Ellos solo estarían dándole al reclamante una posición justa y pondrían su reclamo en un análisis razonable.

Ahora, Dios es un Dios de verdad. Su palabra es verdad. Por lo tanto, toda la Escritura tiene que ser consistente con la verdad y con ella misma. No contiene ninguna contradicción real. Esto provee para las siguientes reglas:
  1. Toda la Escritura es cierta históricamente y metafísicamente. No es mito ni falible. Ej. Gen. 7-10, 2:7, 3:22
  2. En pasajes verbalmente discordantes, se tomará el sentido que explica u obvia la discrepancia, no el sentido que forma la contradicción. Explicar es enseñar positivamente la armonía de los pasajes; obviar es enseñar negativamente que no hay contradicción. Ej. Jn. 12:1-3 en comparación con Mar. 14:3-4
  3. La Escritura explica la Escritura.  Por tanto, los pasajes claros y precisos se usan para aclarar los pasajes oscuros y confusos. No se utilizará  nada ajeno a la Escritura en tiempo, lugar o sentimiento; tampoco nuestra filosofía para establecer  que la Biblia no dice lo que dice, Ej. Las matanzas.
    1. Cuando una regla interfiere con otra, la más alta regula la más baja. Ej. La poligamia, partes de la Ley abolidas o modificadas.                                                                  (Adaptado de la Introducción al Génesis de James G. Murphy, colección de Barnes Notes, casa Baker, pág. 12. 1873)
VI- Las pedroreglas (adquiridas en la práctica).
  1. Cuando algo no se dice o no se aclara en la Escritura, es por una de dos razones: o es obvio para los oyentes o lectores o no es relevante al tema que se toca. Ej. Las parábolas.
  2. Cuando dos interpretaciones dejan preguntas sin contestar, es preferible la que más preguntas contesta.
  3. Cuando dos conclusiones salen de los mismos pasajes, la que más pasajes o autores o consenso histórico tiene a su favor, debe ser la preferida.
  4. Cuando encontramos pasajes diciendo lo opuesto sobre un mismo tema, buscamos la verdad en el centro o en los respectivos contextos. Ej. La oración, fe vs. obras. Recuerden que el diablo está en los extremos. Claro , hay verdades y principios expresados en un solo texto y eso no son extremos. Ej. “sin fe es imposible agradar a Dios”, “sea Dios veraz.”
  5. Interpretaciones que se fundamentan en pasajes que no dicen lo que dicen, y que no consideran los pasajes que sí dicen lo que dicen, se toman con mucha sospecha. Esto incluye doctrinas que usan pasajes que sí dicen lo que dicen, pero con una aplicación contraria a otros pasajes que también dicen lo que dicen, Ej. Jesús -hombre, la prosperidad.
  6. No se hace doctrina a base de las experiencias de nadie.
  7. Una cosa es lo que la Biblia dice y otra cosa es lo que la Biblia enseña.
VII- Reglas de interpretación profética o “reglas del juego”.
  1. Trataremos de llegar a las conclusiones que más preguntas se contestan. Hay preguntas de la Biblia que no tienen contestación. Cuándo viene Cristo no tiene contestación.  Pero la mayoría de las interrogantes que surgen de la Biblia, tienen contestación. En la profecía algunas cosas quedan sin contestar. Estudiaremos y profundizaremos hasta que logremos contestar el mayor número de preguntas.
  2. Si Dios es el autor de la Biblia, si Dios inspiró ambos libros, el vocabulario, los símbolos, las intenciones manifestadas por Dios en ambos, deben ser las mismas. Él es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos. Ej- si el leopardo significa algo en Daniel debe significar lo mismo en Apocalipsis. Asumimos esto partiendo de la premisa que Dios inspiró a ambos profetas y de que él no cambia. Además, Dios quería que entendiéramos lo mismo. Entendemos que el propósito de Dios fue revelar y no ocultar su plan, cambiando su “código” o su idioma profético para que nos encontráramos en un “callejón sin salida”.
  3. Cuando un libro profético en la Biblia está fechado, reconocemos que tiene dos cumplimientos: uno parcial en la historia y otro total para los últimos días. Ej. “Jerusalén será pisada por los gentiles hasta que el tiempo de los gentiles se cumpla”. Luc. 21:34. En el 1967 Jerusalén volvió a manos judías, pero sabemos que es un control parcial. Los judíos volverán a perder el control de la ciudad. Ap. 11:2. Ese es el cumplimiento final y total. Esta regla surge cuando vemos que históricamente se han cumplido partes de una profecía y no todo lo escrito en la profecía. Ej. Babilonia.
  4. Profecía no fechada tiene un cumplimiento futuro (al profeta), como vemos en Nahum y Abdías por ejemplo. 
  5. Un símbolo no es símbolo de otro símbolo. Un símbolo es símbolo de algo real que ha existido, existe o existirá. Más cuando el símbolo es explicado en la Biblia.
  6. Tiempo profético es aquella etapa en la cual se da determinado suceso dentro del calendario de Dios. Ej- la iglesia, nosotros y Juan el autor de Apocalipsis, nos encontramos en el mismo tiempo profético. Dios ha dividido su plan profético en partes. Los sucesos profetizados por Dios van a ocurrir en una de ésas partes, no a lo loco ni respondiendo a calendarios de hombres, incluyendo el judío. Por otro lado, día no necesariamente representa año y es el contexto el que dice si es un periodo de 24 horas o más.
  7. Todo lo que se menciona en la Biblia debe ser definido por la Biblia y luego ser consistentes y honrados con ésa definición. Honrados significa aceptar que no responde todas las preguntas o aceptar las consecuencias de ésa definición o conclusión. Ej. Dios es masculino, el homosexualismo es pecado, amor se traduce de tres palabras distintas.
  8. Ley de doble referencia. Establece que el texto de un pasaje se está aplicando a dos personas a la vez, una visible y presente y a otra invisible presente o ausente. Ej. Gen. 3:14-15. Hay unas cosas que aplican a la serpiente y no a Satanás en el 14. En el 15 la primera parte se refiere a ambos y la segunda parte a Satanás y a Cristo. Otros ejemplos, Is. 14:12-14, Ez. 28:11-17, Mat. 16.22-29.                                                                                                                                                         9. Ley de perspectiva profética o paréntesis profético. Establece que sucesos descritos en una profecía que se mencionan en sucesión o simultáneos, tienen un período o interrupción en el cumplimiento de ambos. Ejemplos: Luc. 4:18-20 comp. con Isaías 61:2; Oseas 3:4 y 3:5 ¿cuántos días?; Oseas 5:15 y 6:1 ¿cuánto dura la angustia? El 6:2 ¿cuánto espacio hay entre el dia dos y el tres?; Salmos 22:1-21 y del 22-31. ¿cuánto espacio hay entre la crucifixión y la restauración?; Salmos 110:1 y 2, Heb. 1:13 y 2:8 ¿cuánto tiempo desde que se sentó a la diestra de Dios y tenga todo el dominio bajo sus pies?; Amós 9:8-10 y 11-12. ¿cuánto tiempo entre el 10 y el 11?; Rom. 11:12-24, 25-26 ¿cuánto dura el endurecimiento?                                                                           10. La profecía se cumple o el “reloj de Dios” se mueve cuando los judíos están en su tierra. Este principio no es tan obvio para el que no conoce la historia, pero no se puede descartar pues vemos que Dios tiene un programa eterno con la nación de Israel.  Los que siguen astrología y la gran pirámide se desconciertan cuando las profecías bíblicas no encajan en sus predicciones y ésta es una de las causas.                                                                                                                      11. La profecía bíblica es más patrón que predicción. Las profecías son más importantes por su “para qué” se va a cumplir que por el “cuando” se va a cumplir.

1 comentario:

  1. Muy buena introduccion. Esperare la carne que viene. Dios te bendiga Pedrito.

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