sábado, 27 de febrero de 2021

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 22: ¿Cómo Berkhof construyó sus definiciones? Parte 7

En la sección anterior estudiamos como Berkhof definiéndonos el decreto, trata de que demos por sentado que el que Dios haya asegurado lo que va a acontecer por medio del decreto, en ninguna manera responsabiliza a Dios por lo que ocurre. Terminé citando de Berkhof “Dios no se hace responsable en forma alguna de tales actos pecaminosos.”, y comenté, “Que no se nos ocurra la idea de que son los teólogos de la predestinación los que necesitan absolver a Dios de toda responsabilidad por las acciones de las criaturas libres y racionales.”. Quiere que veamos que Dios no es responsable por las acciones que los hombres hacen a pesar de que él mismo dice en párrafos anteriores que Dios las decretó para “hacerlas absolutamente seguras”. A pesar de que vemos en toda la Biblia a Dios dejándole saber su voluntad a las criaturas advirtiéndoles de las consecuencias de obedecerla o no, y a Dios cumpliendo las consecuencias, tanto bendiciendo al que obedece como castigando al que desobedece y a pesar de que nunca vemos a Dios cuando interviene, aclarando que todo ocurre bajo su control, y a pesar de que no vemos a Dios aclarando que siendo El quien creó las condiciones para la obediencia o desobediencia, y a pesar de que sí vemos que toda la responsabilidad recae sobre las criaturas, Berkhof quiere que veamos en la Biblia que Dios decretó y aseguró el pecado de sus criaturas pero que no es responsable.       Dios no tiene que aclararlo porque Dios no aclara lo que la narración da por sentado. Por ejemplo, Dios no aclara ni da pruebas de su existencia.    “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”; “en el principio era el Verbo”. Dios está. Lo aceptas o no.           

"Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." HEBREOS 11: 6 De la misma manera que Dios no da explicaciones de su existencia, Dios no tiene que aclarar que Él no es responsable de las acciones que el aseguró que ocurrieran con su decreto porque eso no está en la narración ni tampoco está en la Biblia. La narración describe un Dios soberano que creó unas criaturas con voluntad y por lo tanto con la capacidad de desobedecerle porque las quiso crear libres para que pudieran relacionarse y amar a su Creador voluntariamente.

Pero Berkhof y los teólogos de la predestinación al concebir un esquema de destino, futuro y determinismo para explicar la creación, son los que tienen que aclararnos por qué Dios no es responsable por decretar que todo va a acontecer según su decreto y cómo no es responsable o causa de las cosas que ha decretado que van a ocurrir inevitable e irreversiblemente. Veamos la última pieza del rompecabezas que nos da en su definición del decreto.

EL DECRETO PARA ACTUAR NO ES EL ACTO MISMO

Los decretos son manifestaciones y ejercicios internos de los atributos divinos, que convierten en seguro el futuro de las cosas; pero este ejercicio de la volición inteligente de Dios no debe confundirse con la realización de sus objetos en la creación, providencia y redención. El decreto para crear no es la creación misma, ni el decreto para Justificar es la justificación misma. Se debe hacer distinción entre el decreto y su ejecución. Que Dios esté ordenando en tal forma el universo que el hombre tenga que seguir determinado curso de acción, es cosa enteramente distinta de que Él le ordene que lo haga así. Los decretos no están dirigidos al hombre, ni son de la naturaleza de una medida legal, ni tampoco ejercen compulsión u obligación sobre las voluntades de los hombres. ¿What? Deja ver si entiendo;    Los decretos, que convierten en seguro el futuro de las cosas; no debe confundirse con la realización de sus objetos en la creación, o sea, porque el fósforo no es el fuego, la gallina no es el huevo, el rayo no es el trueno, el resbalón no es la caída, la espina no es la hincada, etc., el decreto que asegura que algo va a ocurrir no tiene nada que ver con lo que ocurre. Por la lógica con la cual entendemos causa y efecto, intención y responsabilidad, premisa y conclusión, no puedes entender la teología de la predestinación. Por mas que tu mente te dirija a concluir que el Dios que asegura que algo va a ocurrir es responsable por lo que ocurra, (según ellos), no es así. No es responsable. Acéptalo por fe, pues: "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?" ROMANOS 11: 33-34 y "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." 1 CORINTIOS 2: 14 “Se debe hacer distinción entre el decreto y su ejecución.” ¿Se debe? Se tiene que hacer para que a nadie se le ocurra pensar que Dios es el autor del mal. “Que Dios esté ordenando en tal forma el universo que el hombre tenga que seguir determinado curso de acción, es cosa enteramente distinta de que El le ordene que lo haga así.”. Berkhof está admitiendo que a pesar de que Dios ha determinado el curso de acción del hombre, tienes que entender que no es que Dios lo ordene. Aunque estás viendo en la misma oración Que Dios esté ordenando y que es cosa enteramente distinta de que Él le ordene, eso es perfectamente correcto, no es una contradicción, no es un oxímoron, no es que estás leyendo mal.

“Los decretos no están dirigidos al hombre, ni son de la naturaleza de una medida legal, ni tampoco ejercen compulsión u obligación sobre las voluntades de los hombres.”, en otras palabras, para que te quede claro. Los decretos que aseguran que las acciones de los hombres son seguras, no tienen nada que ver con los hombres. Aunque ya te dijo “que Dios esté ordenando en tal forma el universo que el hombre tenga que seguir determinado curso de acción, el decreto no “ejerce compulsión u obligación sobre las voluntades de los hombres.” Le hacen un “bypass” al hombre para que veamos, para explicarnos que el decreto solo influencia las acciones y no las voluntades de los hombres pues de alguna manera quiere que creamos que en su sistema el hombre es libre y el responsable de las acciones que Dios decretó como seguras. En resumen, Berkhof define el decreto como aparte y distinto de la ejecución del decreto y que el decreto no va dirigido al hombre, mucho menos a su voluntad, y así te justifica lo que vimos en el tópico anterior que “Dios no se hace responsable en forma alguna de tales actos pecaminosos.”

Lo curioso de todo esto es que si yo propongo que Dios creó a los seres con voluntad y por lo tanto libres, y Dios no limitó , ni creó una acción en particular para ser ejecutada en el tiempo, sino que creó la posibilidad para que se pudieran producir todas las acciones que cada ser escogiera ejecutar y que creó un plan para que cada ser decidiera entrar en ese plan y Dios se reservó en su soberanía intervenir en favor de su plan sin cancelar la libre decisión de los seres y si propongo que eso es lo que la narración del texto describe y que por eso yo sé que Dios no es el autor del mal ni del destino ni del futuro, yo estoy incorrecto.

Todo por no entender que las preguntas que surgen de su teología surgen por no entender que son incorrectas las premisas de futuro y destino y son incorrectas sus definiciones de soberanía, presciencia, decreto, gracia, predestinación y elección.

En la siguiente parte, Berkhof enumera las características del decreto y en general son una ampliación de las definiciones ya discutidas. No voy a repetir lo ya discutido, solo a comentar algunos aspectos de algunas. En la primera, “Está fundado sobre la sabiduría divina, aunque la Biblia no habla de ese decreto como los de la predestinación lo describen, Berkhof, para asegurarnos de que el decreto es sabio cita varios pasajes que hablan de la sabiduría y consejo de Dios, Aunque Berkhof dice que esos pasajes prueban que su decreto es basado en la sabiduría, esos pasajes solo hablan de la sabiduría y el consejo de Dios, no de su decreto.

"para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales," "conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor," EFESIOS 3 :10- 11

"¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios." SALMOS 104: 24

"Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia." PROVERBIOS 3: 19

"El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; JEREMÍAS 10: 12

"Él es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia." JEREMÍAS 51: 15

"El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones." SALMOS 33: 11

"Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá." PROVERBIOS 19: 21

Estos pasajes te prueban, según Berkhof, que el decreto está fundado en la sabiduría de Dios.  Y para reforzar el argumento dice: Habrá mucho en el decreto que sobrepasa al entendimiento humano y sea inexplicable para la mente finita; pero nada se hallará en él que sea irracional o arbitrario. Dios formó su determinación con sabia visión y conocimiento. Si lo que Berkhof propone no te explica como Dios no es el autor del mal, es porque sobrepasa el entendimiento humano y es inexplicable para tu mente finita, aunque no veas el decreto absoluto en la Biblia aún después de que la teología de la predestinación te ha dicho en donde está.

En la segunda, “El Decreto es Eterno”, ya lo vimos anteriormente. Si Dios es eterno, es lógico que todo en su mente es eterno.

En la tercera, “El Decreto Es Eficaz”, lo que yo entiendo es que el decreto es el Destino. Dice el Dr. A. A. Hodge: "El decreto mismo previene en cada caso que el evento se efectuará mediante causas que actúen en una forma perfectamente consistente con la naturaleza del evento de que se trate.

1.    De esta manera, en el caso de cada acto libre de un agente moral el decreto previene al mismo tiempo que el agente será libre.

2.    Que los antecedentes de este y todos los antecedentes del acto de que se trate serán tal como son.

3.    Que todas las condiciones presentes del acto serán tal cual son.

4.    Que el acto será enteramente espontáneo y libre de parte del agent

5.    Y que con toda seguridad el acto será el que tiene que ser.  Aunque el punto 4 me parece otro ejemplo de cómo dislocan la lógica en sus propios argumentos, no veo diferencia entre lo eficaz del decreto y el concepto del destino. En la cuarta, “El Decreto es Inmutable”, también es lógico y Bíblico. Si Dios no cambia, no cambian sus propósitos. Lo que sí hemos visto y los teólogos de la predestinación no, es que vemos a Dios cambiando sus planes en situaciones en la Biblia, en donde Dios ha actuado según la actuación de los hombres o ha hecho excepciones en algunos casos. Pueden ir a la Parte 20 de la serie en donde discuto       algunos ejemplos en donde se contradice el decreto absoluto de Dios. En la quinta, “El Decreto es Incondicional o Absoluto”, es curioso que proponen lo que yo propongo; que los medios de la salvación fueron predeterminados desde la eternidad. Claro, a esto ellos le añaden que la salvación y la perdición de cada uno fue predeterminada. En la sexta, “Es Universal o Que Lo Abarca Todo”, dice: “El decreto incluye todo lo que tiene que suceder en el mundo, sea que corresponda al reino físico o al reino moral, sea que se trate del bien o del mal, Ef. 1: 11.

1. Incluye las buenas acciones de los hombres, Ef. 2: 10

2. Sus actos malvados, Prov. 16: 4; Hech. 2: 23; 4: 27 y 28

3. Los eventos contingentes, Gen 45: 8; 50: 20; Prov. 16: 33

4. Los medios tanto como el fin, Sal 119: 89 91; II Tes. 2: 13; Ef.1:4

5. La duración de la vida del hombre, Job 14: 5; Sal 39: 4

6. El lugar de su habitación, Hech. 17: 26. 

Hay dos problemas en esta aseveración. Primero que contradice todo lo que se dijo para exonerar a Dios de toda responsabilidad por los pecados de los seres a menos que se introduzca como excepción todo lo anterior de que Dios no ejerce el decreto sobre las voluntades de los hombres. Segundo; en todos los textos mencionados aquí, ninguno sugiere que todo lo que sucede es porque ha sido decretado. Hablan de cosas que Dios hace por o para un propósito.    El más que suena a decreto absoluto es Prov. 16:4 "Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo." “Todas las cosas” incluye el mal y las acciones malas de sus seres, si damos por cierto todo lo que se nos ha dicho del decreto. Ese texto se tiene que referir a eso. Cuando añade “y aún al impío para el día malo”, suena como que confirma el decreto. Pero si analizamos nos da otra posibilidad. ¿Se puede analizar algo tan contundente en favor del decreto? Lo primero es preguntarse: ¿creó Dios al impío? Eso dice ahí. Pero si usamos hermenéutica, tenemos que ir a ver qué dice la Biblia sobre eso. Y es el mismo Salomón quien nos da otra aseveración.

"He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones." ECLESIASTÉS 7: 29  A este le añadimos "Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin."  ECLESIASTÉS 3: 11

Vemos en estos dos textos que ni Dios creó al impío ni creó la maldad o lo malo. ¿Creó Dios el día malo? ¿Creó Dios el Seol / Hades? Sí, Dios creó el día malo y el día de la ira y el Infierno. Jesús mismo dijo que el infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles. ¿Antes o después de la creación? Si Dios hizo todo bueno en gran manera en Génesis y “hermoso en su tiempo”, en Eclesiastés podemos asumir que Dios lo hizo después de la Caída y así mismo creó el día malo para castigar a los que se iban a rebelar. Eso es consistente con un Dios de justicia que sabía que al crear seres libres unos se iban a rebelar y otros no y preparó de antemano antes o después de Génesis el justo castigo para ellos. Eso no obliga a concluir que creó justos e impíos primero y luego creó la recompensa para cada uno. Sí nos permite concluir que cuando dice “Jehová ha hecho toda las cosas para sí mismo”, hizo todo las cosas hermosas y si el día malo, día de la ira infierno, muerte etc., son cosas no hermosas entonces las hizo después de Génesis 1 y todas las hizo para ser consistentes con su propósito y su justicia y cuando dice “y al impío para el día malo” no es que hizo al impío sino que “los que buscaron muchas perversiones”,  El dispuso que fueran castigados en el día malo, y no uso la palabra “decretó” a propósito pues es la palabra que Berkhof utiliza.        

En la séptima y última, habla de lo permisivo del pecado, pero ya vimos que es “la sabia decisión de Dios” asegurarse que ocurra el pecado, pero sin involucrarse en la comisión del mismo.

EN LO QUE AL PEGADO SE REFIERE, ESTE SE CONSIDERA PERMISIVO

Se acostumbra a hablar del decreto de Dios como permisivo, en cuanto al mal moral se refiere. Mediante su decreto Dios volvió las acciones malvadas de los hombres en infaliblemente seguras, sin que decida efectuarlas por medio de acción inmediata sobre y en la voluntad finita. Esto significa que Dios no obra positivamente "tanto el querer como el hacer", cuando el hombre va en contra de la divina voluntad revelada. Debería notarse cuidadosamente, sin embargo, que este decreto permisivo no implica un permiso pasivo de algo que no está bajo el control de la voluntad divina. Es un decreto que vuelve absolutamente seguros los futuros actos pecaminosos, pero en los cuales Dios determina:

1.    No estorbar la propia determinación pecaminosa de una voluntad finita

2.    Conducir y sujetar los resultados de esta propia determinación pecaminosa. Sal 78:29; 106: 15; Hech. 14: 16; 17: 30.

Ya vimos en la sección anterior como ellos se dan el lujo de utilizar lo permisivo para que Dios no quede como el responsable del mal, pero a los que cuestionamos toda su teología no nos permiten presentar la voluntad permisiva de Dios para explicar como un Dios soberano puede crear criaturas que reten su soberanía. Aquí una vez más vemos como pretenden que aceptemos que Dios crea el plan para asegurar el pecado, pero en ninguna manera está implicado en el mismo.

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 21: ¿Cómo Berkhof construyó sus definiciones? Parte 6

En la sección anterior cuestioné de las definiciones sobre el decreto que hace Berkhof, LA RELACION DEL DECRETO CON EL CONOCIMIENTO DE DIOS, y allí vimos como deja establecido cómo define el conocimiento de Dios entre conocimiento necesario y conocimiento libre y de ahí pasa a definirnos que el decreto surge del conocimiento necesario y luego el conocimiento libre surge del decreto. Según él esto explica mejor la predestinación que como la explican otros teólogos que explicaron que Dios predestina porque preconoce y Berkhof prefiere decir o que creamos, que conoce porque decreta. Concluí que ésa discusión es un problema que ellos se crean pues toda su teología se construye en base a dos conceptos que no surgen de la Biblia; el futuro y el destino. Les repetí que Dios no tiene que decretar ni destinar ni crear nada para conocer desde la eternidad, todo a la vez, y todas las posibles acciones de todas las posibles criaturas.      El hecho bíblico de que veamos a Dios decretando, eligiendo, predestinando o destinando, o interviniendo en una acción en el tiempo, para nada obliga a explicarlo dentro de un paradigma de futuro y destino. En la Parte 2 expliqué cómo de la observación del hecho de que existe un solo pasado construido por un solo hecho en el presente, lleva incorrectamente a concluir que ya existía un solo hecho en el futuro como causa inevitable de ambos. Cuando vemos a Dios decretando, eligiendo, predestinando o destinando, o interviniendo en una acción en el tiempo, el contexto nos dice por qué y para qué Dios lo hace sin necesidad de limitarlo a un esquema de futuro/destino. No nos muestra a un Dios actuando para cumplir con un libreto en donde Dios es el único actor con voluntad y el resto de los actores son meros autómatas que hacen el papel asignado. Si la Biblia fuera una novela escrita por los hombres, como creen la mayoría de los incrédulos, se les olvidó a esos escritores poner una advertencia al principio de la novela explicando que hay un solo actor. Si la Biblia fuera una obra de teatro, según el concepto calvinista, no sería ni tan siquiera un drama, sería una presentación de marionetas o títeres y Dios sería el único manejándolos a todos.

Pero la Biblia no es ni novela, ni teatro. Es la revelación de Dios al hombre por medio del testimonio escrito de hombres que Dios inspiró a escribir utilizando sus distintos géneros literarios, su cultura y su lenguaje, y la narración de ese testimonio no describe un deísmo ni un panteísmo. Describe un Dios de propósito que crea un universo para su gloria y crea unos seres para compartir su naturaleza y su amor con ellos y los crea libres para poder interactuar con ellos e inevitablemente los tenía que crear con libertad para desobedecer pues no quería crear un taller de títeres, además de que el amor solo ocurre entre seres libres, no entre un ser obligando a otro a amarlo. El que Dios creara seres obligados a amarlo y obedecerle como nos obliga a concebir la doctrina del decreto, fue la tesis del diablo en el libro de Job.

"Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia." JOB 1 :8- 11

Dios le dice “¿viste como Job me sirve?” El diablo le contesta: “pues claro, lo tienes comprado. Así cualquiera te sirve”. El diablo, como todas las voluntades que se rebelan, no comprende, no se le ocurre, que su condición se debe a una decisión de su voluntad libre. Tiene que haber sido que Dios lo empujó a esa condición. Lo mismo lo vemos en Caín. Como no se les ocurre que la causa es el mal uso de su voluntad, pues eso los hace responsables de su condición, tiene que ser que Dios creó las condiciones para empujarlos a desobedecer si esa era la intención de Dios, o hubiera creado las condiciones para empujarlos a obedecer si esa hubiera sido la intención. Dios le trae la observación sobre Job al diablo, no para que el diablo reconsidere su decisión pues ya está reprobado, si no para que nosotros entendamos que se puede decidir escoger servir a Dios por Dios mismo y no porque Dios nos obliga, o coacciona a servirlo.

La tesis del diablo es que Dios no es digno como para que los seres le sirvan voluntariamente, y que solo le sirven si son manipulados a hacerlo. La tesis de Dios: Job no me sirve por lo que le doy. Para probarlo voy a permitir que el diablo le quite a Job esos incentivos que alega son la única razón por la cual Job le sirve a Dios. ¿Qué pasó?

"Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida."  JOB 2: 3 – 6

Vuelve el diablo a alegar que todavía queda un incentivo por el cual Job está obligado a servir a Dios. Dios no solo confía en Job, sino que nos está dejando saber que se puede servir a Dios sin incentivos. ¿Cuál de las dos tesis se comprobó?

"¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios."  JOB 2: 10

En el drama descrito en Job no vemos a Dios obligando a nadie a hacer nada, ni vemos actuando a nadie de acuerdo con un libreto escrito, entiéndase acciones decretadas de antemano. No vemos que las acciones descritas ocurren porque ya Dios las preconocía. No vemos que Dios sabe lo que Job va a hacer porque Dios lo predestinó a hacerlo. Vemos que Job ama a Dios independientemente de lo que Dios hace por él. Si Dios le da, Job le sirve según el diablo. Si Dios le quita (según Job, pues la idea y la acción de quitarle fue del diablo), Job le sirve según Dios pues se le puede servir a Dios sin incentivos y voluntariamente. Los que creen que Dios decretó que Job le sirviera quieren que veamos eso en el pasaje, pero lo que el pasaje nos muestra claramente que el asunto es “si a Dios se le sirve de balde” o Dios hace que se le sirva. Y eso lo trae el diablo no el autor o narrador del suceso.

En resumen, en el libro de Job, es el diablo quien cree que nadie escoge servir a Dios voluntariamente que es la propuesta del decreto, predestinación, gracia irresistible y la depravación total. El que escribió a Job (si creía en el decreto), se le olvidó aclarar que Dios había decretado que Job le sirviera y que Dios había predestinado tanto las acciones del diablo como de Job. Debió también haber aclarado que el diablo no tenía idea de que Job estaba predestinado a salvarse, creer, amar, temer, obedecer, etc., a Dios pues si lo hubiera sabido no se hubiera atrevido a traer el asunto. Se le olvidó también aclarar por qué Dios no aprovechó y le aclaró al diablo que sus escogidos no le sirven por lo que Dios le da o le quita sino porque está decretado que le van a servir.

¿Qué probó Dios? Que Job le sirvió sin Biblia, sin ES, sin iglesia y sin que Dios le diera incentivos temporales en esta vida para obligarlo, seducirlo, convencerlo, manipularlo, o coaccionarlo para que le sirviera. Nada hay en el texto que sugiera, que hubo un decreto, o predestinación o elección como causa para la fidelidad de Job.

Continuemos con Berkhof.

EL DECRETO RELACIONA A DIOS Y AL HOMBRE

Ante todo, el decreto tiene referencia a las obras de Dios. Sin embargo, está limitado a las opera ad extra, o actos transitivos de Dios, y no pertenece a la esencia del Ser de Dios ni a las actividades inmanentes dentro del Ser Divino que desembocan en las distinciones trinitarias. Dios no decretó ser justo y santo ni existir en tres personas y una esencia, o generar al Hijo. Cosas como estas son necesarias y no depende de la voluntad opcional de Dios. Aquello que es esencial al Ser íntimo de Dios no puede formar parte del contenido del decreto. Esto incluye solamente la opera ad extra o exeuntia. Pero en tanto que el decreto pertenece fundamentalmente a los actos de Dios mismo, no está limitado a estos, sino que también abarca las acciones de sus criaturas libres. Y el hecho de que esas acciones están incluidas en el decreto las convierte en absolutamente seguras, aunque no todas se efectúan de la misma manera. Tratándose de algunas de ellas Dios decidió no solamente que acontecieran; sino que El mismo haría que acontecieran, ya fuera inmediatamente como en la obra de creación, o por medio de causas secundarias que continuamente son mantenidas por el poder divino. Dios mismo se hace responsable de que acontezcan. Sin embargo, hay otras cosas que Dios incluyó en su decreto y por tanto las convirtió en seguras; pero que no decidió efectuarlas El mismo, como son los actos pecaminosos de sus criaturas racionales. El decreto donde incluye semejantes actos, generalmente se llama decreto permisivo de Dios. Este nombre no implica que el futuro de estos actos no sea seguro para Dios, sino simplemente que El permita que tales actos acontezcan por medio de la libre agencia de sus criaturas racionales. Dios no se hace responsable en forma alguna de tales actos pecaminosos. Aquí en la mayoría del párrafo Berkhof explica que el decreto solo se refiere a las obras de Dios aparte de Él. En otras palabras, Dios no decretó ser trino, u omnipresente o eterno.  El decreto solo aplica a lo que Dios va a hacer aparte de Él. Esto es obvio. No tengo que cuestionármelo. Pero cuando entra en definir cómo el decreto opera en las acciones de las criaturas, lo que yo vengo designando como los seres,        dice; “sino que también abarca las acciones de sus criaturas libres. Y el hecho de que esas acciones están incluidas en el decreto las convierte en absolutamente seguras, aunque no todas se efectúan de la misma manera.”, ya ahí da por sentado que el decreto predestina las acciones de los seres. También nos programa a aceptar el esquema calvinista cuando nos dice que las criaturas son “libres” cuando sabemos que, según el esquema calvinista, si todas las acciones son seguras, entonces no son libres. Pero para que no vayas a darte cuenta de que acciones “absolutamente seguras” y “criaturas libres” es un oxímoron, va a desarrollar la idea de que tienen distinto origen, aunque a mí no me convence. Tratándose de algunas de ellas Dios decidió no solamente que acontecieran; sino que El mismo haría que acontecieran, ya fuera inmediatamente como en la obra de creación, o por medio de causas secundarias que continuamente son mantenidas por el poder divino. Dios mismo se hace responsable de que acontezcan. Sin embargo, hay otras cosas que Dios incluyó en su decreto y por tanto las convirtió en seguras; pero que no decidió efectuarlas El mismo, como son los actos pecaminosos de sus criaturas racionales.

Él va a dividir las acciones, que todas son seguras por el decreto, entre las que Él va a hacer que ocurran y las que no. De ahí define que Dios es responsable de las que él hace, pero no es responsable de las que Él decretó no hacer. Escogió no hacer las acciones pecaminosas de sus criaturas racionales. O sea, Él decreta todas las acciones y eso las asegura. Van a ocurrir inevitable e irreversiblemente. Pero algunas Él las va a hacer acontecer y por lo tanto es responsable de que acontezcan. Otras Él no las va a hacer acontecer por lo tanto no es responsable. Vemos como juega con las definiciones. Las acciones absolutamente seguras van a ser ejecutadas por criaturas libres que me imagino deben ser absolutamente libres pues todas las acciones quedan dentro del decreto que las hizo absolutamente seguras. Así que libre no tiene que ver con poder tener la libertad de decidir qué acción escoger pues cada acción es absolutamente segura.

Responsabilidad no tiene que ver con la causa, origen o intención de la acción sino solo con su ejecución. Aunque Dios es la causa de la acción pues la aseguró desde la eternidad con su decreto, no es responsable ni es el origen de la acción pues responsabilidad no tiene que ver con el decreto solo con la ejecución. En otras palabras, el origen de la acción está en la ejecución y no en el decreto que la concibió y la aseguró desde la eternidad, y como responsabilidad solo tiene que ver con la acción y para nada con el decreto que la asegura y mucho menos con quien la decretó pues la responsabilidad recae en el que ejecuta la acción y no en el que la aseguró desde la eternidad.