En la sección anterior estudiamos como Berkhof definiéndonos el decreto, trata de que demos por sentado que el que Dios haya asegurado lo que va a acontecer por medio del decreto, en ninguna manera responsabiliza a Dios por lo que ocurre. Terminé citando de Berkhof “Dios no se hace responsable en forma alguna de tales actos pecaminosos.”, y comenté, “Que no se nos ocurra la idea de que son los teólogos de la predestinación los que necesitan absolver a Dios de toda responsabilidad por las acciones de las criaturas libres y racionales.”. Quiere que veamos que Dios no es responsable por las acciones que los hombres hacen a pesar de que él mismo dice en párrafos anteriores que Dios las decretó para “hacerlas absolutamente seguras”. A pesar de que vemos en toda la Biblia a Dios dejándole saber su voluntad a las criaturas advirtiéndoles de las consecuencias de obedecerla o no, y a Dios cumpliendo las consecuencias, tanto bendiciendo al que obedece como castigando al que desobedece y a pesar de que nunca vemos a Dios cuando interviene, aclarando que todo ocurre bajo su control, y a pesar de que no vemos a Dios aclarando que siendo El quien creó las condiciones para la obediencia o desobediencia, y a pesar de que sí vemos que toda la responsabilidad recae sobre las criaturas, Berkhof quiere que veamos en la Biblia que Dios decretó y aseguró el pecado de sus criaturas pero que no es responsable. Dios no tiene que aclararlo porque Dios no aclara lo que la narración da por sentado. Por ejemplo, Dios no aclara ni da pruebas de su existencia. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”; “en el principio era el Verbo”. Dios está. Lo aceptas o no.
"Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." HEBREOS 11: 6 De la misma manera que Dios no da explicaciones de su existencia, Dios no tiene que aclarar que Él no es responsable de las acciones que el aseguró que ocurrieran con su decreto porque eso no está en la narración ni tampoco está en la Biblia. La narración describe un Dios soberano que creó unas criaturas con voluntad y por lo tanto con la capacidad de desobedecerle porque las quiso crear libres para que pudieran relacionarse y amar a su Creador voluntariamente.
Pero Berkhof y los teólogos de la predestinación al concebir un esquema de destino, futuro y determinismo para explicar la creación, son los que tienen que aclararnos por qué Dios no es responsable por decretar que todo va a acontecer según su decreto y cómo no es responsable o causa de las cosas que ha decretado que van a ocurrir inevitable e irreversiblemente. Veamos la última pieza del rompecabezas que nos da en su definición del decreto.
EL DECRETO PARA ACTUAR NO ES EL ACTO MISMO
Los decretos son manifestaciones y ejercicios internos de los atributos divinos, que convierten en seguro el futuro de las cosas; pero este ejercicio de la volición inteligente de Dios no debe confundirse con la realización de sus objetos en la creación, providencia y redención. El decreto para crear no es la creación misma, ni el decreto para Justificar es la justificación misma. Se debe hacer distinción entre el decreto y su ejecución. Que Dios esté ordenando en tal forma el universo que el hombre tenga que seguir determinado curso de acción, es cosa enteramente distinta de que Él le ordene que lo haga así. Los decretos no están dirigidos al hombre, ni son de la naturaleza de una medida legal, ni tampoco ejercen compulsión u obligación sobre las voluntades de los hombres. ¿What? Deja ver si entiendo; Los decretos, que convierten en seguro el futuro de las cosas; no debe confundirse con la realización de sus objetos en la creación, o sea, porque el fósforo no es el fuego, la gallina no es el huevo, el rayo no es el trueno, el resbalón no es la caída, la espina no es la hincada, etc., el decreto que asegura que algo va a ocurrir no tiene nada que ver con lo que ocurre. Por la lógica con la cual entendemos causa y efecto, intención y responsabilidad, premisa y conclusión, no puedes entender la teología de la predestinación. Por mas que tu mente te dirija a concluir que el Dios que asegura que algo va a ocurrir es responsable por lo que ocurra, (según ellos), no es así. No es responsable. Acéptalo por fe, pues: "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?" ROMANOS 11: 33-34 y "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." 1 CORINTIOS 2: 14 “Se debe hacer distinción entre el decreto y su ejecución.” ¿Se debe? Se tiene que hacer para que a nadie se le ocurra pensar que Dios es el autor del mal. “Que Dios esté ordenando en tal forma el universo que el hombre tenga que seguir determinado curso de acción, es cosa enteramente distinta de que El le ordene que lo haga así.”. Berkhof está admitiendo que a pesar de que Dios ha determinado el curso de acción del hombre, tienes que entender que no es que Dios lo ordene. Aunque estás viendo en la misma oración Que Dios esté ordenando y que es cosa enteramente distinta de que Él le ordene, eso es perfectamente correcto, no es una contradicción, no es un oxímoron, no es que estás leyendo mal.
“Los decretos
no están dirigidos al hombre, ni son de la naturaleza de una medida legal, ni
tampoco ejercen compulsión u obligación sobre las voluntades de los hombres.”, en otras palabras,
para que te quede claro. Los decretos que aseguran que las acciones de los
hombres son seguras, no tienen nada que ver con los hombres. Aunque ya te dijo “que Dios esté ordenando en tal forma el universo que el
hombre tenga que seguir determinado curso de acción, el decreto no “ejerce compulsión u obligación sobre las voluntades de los
hombres.” Le hacen un
“bypass” al hombre para que veamos, para explicarnos que el decreto solo
influencia las acciones y no las voluntades de los hombres pues de alguna
manera quiere que creamos que en su sistema el hombre es libre y el responsable
de las acciones que Dios decretó como seguras. En resumen, Berkhof define el
decreto como aparte y distinto de la ejecución del decreto y que el decreto no
va dirigido al hombre, mucho menos a su voluntad, y así te justifica lo que
vimos en el tópico anterior que “Dios no se hace responsable
en forma alguna de tales actos pecaminosos.”
Lo curioso de todo esto es que si yo propongo que Dios creó a los seres con voluntad y por lo tanto libres, y Dios no limitó , ni creó una acción en particular para ser ejecutada en el tiempo, sino que creó la posibilidad para que se pudieran producir todas las acciones que cada ser escogiera ejecutar y que creó un plan para que cada ser decidiera entrar en ese plan y Dios se reservó en su soberanía intervenir en favor de su plan sin cancelar la libre decisión de los seres y si propongo que eso es lo que la narración del texto describe y que por eso yo sé que Dios no es el autor del mal ni del destino ni del futuro, yo estoy incorrecto.
Todo por no entender que las preguntas que surgen de su teología surgen por no entender que son incorrectas las premisas de futuro y destino y son incorrectas sus definiciones de soberanía, presciencia, decreto, gracia, predestinación y elección.
En la siguiente parte, Berkhof enumera las características del decreto y en general son una ampliación de las definiciones ya discutidas. No voy a repetir lo ya discutido, solo a comentar algunos aspectos de algunas. En la primera, “Está fundado sobre la sabiduría divina, aunque la Biblia no habla de ese decreto como los de la predestinación lo describen, Berkhof, para asegurarnos de que el decreto es sabio cita varios pasajes que hablan de la sabiduría y consejo de Dios, Aunque Berkhof dice que esos pasajes prueban que su decreto es basado en la sabiduría, esos pasajes solo hablan de la sabiduría y el consejo de Dios, no de su decreto.
…"para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales," "conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor," EFESIOS 3 :10- 11
"¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios." SALMOS 104: 24
"Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia." PROVERBIOS 3: 19
"El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; JEREMÍAS 10: 12
"Él es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia." JEREMÍAS 51: 15
"El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones." SALMOS 33: 11
"Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá." PROVERBIOS 19: 21
Estos pasajes te prueban, según Berkhof, que el decreto está fundado en la sabiduría de Dios. Y para reforzar el argumento dice: Habrá mucho en el decreto que sobrepasa al entendimiento humano y sea inexplicable para la mente finita; pero nada se hallará en él que sea irracional o arbitrario. Dios formó su determinación con sabia visión y conocimiento. Si lo que Berkhof propone no te explica como Dios no es el autor del mal, es porque sobrepasa el entendimiento humano y es inexplicable para tu mente finita, aunque no veas el decreto absoluto en la Biblia aún después de que la teología de la predestinación te ha dicho en donde está.
En la segunda, “El Decreto es Eterno”, ya lo vimos anteriormente. Si Dios es eterno, es lógico que todo en su mente es eterno.
En la tercera, “El
Decreto Es Eficaz”, lo que yo entiendo es que el decreto es el Destino. Dice el Dr. A. A. Hodge: "El decreto mismo previene
en cada caso que el evento se efectuará mediante causas que actúen en una forma
perfectamente consistente con la naturaleza del evento de que se trate.
1.
De esta manera, en el caso de cada acto libre de un agente moral
el decreto previene al mismo tiempo que el agente será libre.
2.
Que los antecedentes de este y todos los antecedentes del acto
de que se trate serán tal como son.
3.
Que todas las condiciones presentes del acto serán tal cual son.
4.
Que el acto será enteramente espontáneo y libre de parte del
agent
5.
Y que con toda seguridad el acto será el que tiene que ser. Aunque el punto 4 me parece otro ejemplo de cómo
dislocan la lógica en sus propios argumentos, no veo diferencia entre lo eficaz
del decreto y el concepto del destino. En la cuarta, “El Decreto es Inmutable”,
también es lógico y Bíblico. Si Dios no cambia, no cambian sus propósitos. Lo
que sí hemos visto y los teólogos de la predestinación no, es que vemos a Dios
cambiando sus planes en situaciones en la Biblia, en donde Dios ha actuado
según la actuación de los hombres o ha hecho excepciones en algunos casos.
Pueden ir a la Parte 20 de la serie en donde discuto algunos ejemplos en donde se contradice el decreto absoluto de
Dios. En la quinta, “El Decreto es Incondicional o Absoluto”, es curioso que proponen
lo que yo propongo; que los medios de la salvación fueron predeterminados desde
la eternidad. Claro, a esto ellos le añaden que la salvación y la perdición de
cada uno fue predeterminada. En la sexta, “Es Universal o Que Lo Abarca Todo”,
dice: “El decreto incluye todo lo que tiene que suceder en el mundo, sea
que corresponda al reino físico o al reino moral, sea que se trate del bien o
del mal, Ef. 1: 11.
1. Incluye las buenas acciones de los hombres,
Ef. 2: 10
2. Sus actos malvados, Prov. 16: 4; Hech. 2: 23;
4: 27 y 28
3. Los
eventos contingentes, Gen 45: 8; 50: 20; Prov. 16: 33
4. Los medios tanto como el fin, Sal
119: 89 91; II Tes. 2: 13; Ef.1:4
5. La
duración de la vida del hombre, Job 14: 5; Sal 39: 4
6. El lugar de su habitación, Hech. 17: 26.
Hay dos problemas en esta aseveración. Primero que contradice todo lo que se dijo para exonerar a Dios de toda responsabilidad por los pecados de los seres a menos que se introduzca como excepción todo lo anterior de que Dios no ejerce el decreto sobre las voluntades de los hombres. Segundo; en todos los textos mencionados aquí, ninguno sugiere que todo lo que sucede es porque ha sido decretado. Hablan de cosas que Dios hace por o para un propósito. El más que suena a decreto absoluto es Prov. 16:4 "Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo." “Todas las cosas” incluye el mal y las acciones malas de sus seres, si damos por cierto todo lo que se nos ha dicho del decreto. Ese texto se tiene que referir a eso. Cuando añade “y aún al impío para el día malo”, suena como que confirma el decreto. Pero si analizamos nos da otra posibilidad. ¿Se puede analizar algo tan contundente en favor del decreto? Lo primero es preguntarse: ¿creó Dios al impío? Eso dice ahí. Pero si usamos hermenéutica, tenemos que ir a ver qué dice la Biblia sobre eso. Y es el mismo Salomón quien nos da otra aseveración.
"He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones." ECLESIASTÉS 7: 29 A este le añadimos "Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin." ECLESIASTÉS 3: 11
Vemos en estos dos textos que ni Dios creó al impío ni creó la maldad o lo malo. ¿Creó Dios el día malo? ¿Creó Dios el Seol / Hades? Sí, Dios creó el día malo y el día de la ira y el Infierno. Jesús mismo dijo que el infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles. ¿Antes o después de la creación? Si Dios hizo todo bueno en gran manera en Génesis y “hermoso en su tiempo”, en Eclesiastés podemos asumir que Dios lo hizo después de la Caída y así mismo creó el día malo para castigar a los que se iban a rebelar. Eso es consistente con un Dios de justicia que sabía que al crear seres libres unos se iban a rebelar y otros no y preparó de antemano antes o después de Génesis el justo castigo para ellos. Eso no obliga a concluir que creó justos e impíos primero y luego creó la recompensa para cada uno. Sí nos permite concluir que cuando dice “Jehová ha hecho toda las cosas para sí mismo”, hizo todo las cosas hermosas y si el día malo, día de la ira infierno, muerte etc., son cosas no hermosas entonces las hizo después de Génesis 1 y todas las hizo para ser consistentes con su propósito y su justicia y cuando dice “y al impío para el día malo” no es que hizo al impío sino que “los que buscaron muchas perversiones”, El dispuso que fueran castigados en el día malo, y no uso la palabra “decretó” a propósito pues es la palabra que Berkhof utiliza.
En la séptima y última, habla de lo permisivo del pecado, pero ya vimos que es “la sabia decisión de Dios” asegurarse que ocurra el pecado, pero sin involucrarse en la comisión del mismo.
EN LO QUE AL PEGADO SE REFIERE, ESTE SE CONSIDERA PERMISIVO
Se acostumbra a hablar del decreto de Dios como permisivo, en cuanto
al mal moral se refiere. Mediante su decreto Dios volvió las acciones malvadas
de los hombres en infaliblemente seguras, sin que decida efectuarlas por medio
de acción inmediata sobre y en la voluntad finita. Esto significa que Dios no
obra positivamente "tanto el querer como el hacer", cuando el hombre
va en contra de la divina voluntad revelada. Debería notarse cuidadosamente,
sin embargo, que este decreto permisivo no implica un permiso pasivo de algo
que no está bajo el control de la voluntad divina. Es un decreto que vuelve absolutamente
seguros los futuros actos pecaminosos, pero en los cuales Dios determina:
1.
No estorbar la propia determinación pecaminosa de una voluntad
finita
2. Conducir y sujetar los resultados de esta propia determinación pecaminosa. Sal 78:29; 106: 15; Hech. 14: 16; 17: 30.
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