domingo, 31 de julio de 2016

Los Por Qué del Quebrantamiento - Parte III

En la Parte II vimos la forma en que el ser humano está antes de Cristo. Su espíritu está muerto (separado), de Dios. Inactivo. No está consciente de un Dios personal que quiere relacionarse con él. Es esclavo del pecado por naturaleza. Al recibir a Cristo, ése espíritu vive para Dios. Se une a Dios. Viene a ser consciente de Dios. Ahora sabe que es hijo de Dios. "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." ROMANOS 8: 16 Fíjense que es de espíritu a espíritu. "lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual." 1 CORINTIOS 2: 13, "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." JUAN 4: 24

Ahora, ésta nueva condición no garantiza que la naturaleza de Dios se manifieste totalmente en nosotros. Vimos que el mal sigue operando en nuestra alma y en nuestro cuerpo. El fin de ése mal, el objetivo, se encuentra en Rom. 8:7 y en Gal. 5:17.  "Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden”, “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”
Por lo tanto, los deseos del alma y del cuerpo tienen que ser quebrantados para que no estorben lo que Dios quiere de nosotros que es proyectar al Padre. "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. " Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío." JUAN 1: 18 y 20:21 El propósito de Dios es que lo mostremos a Él.  La agenda del hombre viejo es oponerse a Dios. Si la agenda del viejo hombre es oponerse a Dios y al espíritu, y mantener el control, veamos con más detalle cómo lo hace y así poder ver qué cosas tenemos que quebrantar, qué actitudes tenemos que llevar a la cruz, a qué cosas “valiosas” de nuestra “maravillosa “personalidad tenemos que renunciar o entender por qué Dios nos disciplina en un área o por qué nos pasa lo que nos pasa.
    
Si miramos el diagrama de los círculos, en el #2, vemos que en el estamos la mayoría de nosotros. El yo carnal en control. El alma se divide o se compone de mente, sentimientos y voluntad. 
                                                                                                    
La mente carnal piensa, razona, analiza, planea, reacciona; según está acostumbrada o enseñada por nuestra carne, familia, educación, recuerdos, (buenos y malos), valores, cultura, e influencia de otros (incluyendo espíritus). Si estamos acostumbrados a hacer las cosas de una manera, nuestra mente nos dá la razón para seguir haciéndolas de ésa manera. Por ejemplo, las conductas adictivas. Para romperlas Ud. tiene que cambiar sus patrones de pensamiento. Tiene que “verse” haciendo, pensando, sintiendo, distinto. La mujer abusada (por ejemplo), se sigue viendo abusada. El alcohólico no cree que puede vivir sin beber, el fumador se sigue viendo fumando. O sea, la mente “dicta” lo que es y lo que no es, lo que se puede o debe hacer o lo que no se puede o no se debe hacer. Aprueba o desaprueba. Cuando no hay o no se aprende conocimiento de Dios, “la realidad” es lo que está en la mente. "en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, "entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás." EFESIOS 2 :2- 3.  “en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente," EFESIOS 4: 22-23
                                                                                                                      
Veamos los sentimientos. Los sentimientos van a sentir según su forma habitual. Si habitualmente reaccionas o sobre reaccionas a las de una manera, es probable que siempre lo has hecho así y lo seguirás haciendo así. Por ejemplo: El que ante los problemas, frustraciones, conflictos, reacciona con enojo, casi siempre da rienda suelta a su enojo. El que reacciona con depresión, “se mete en el submarino y se sumerge” y no regresa hasta que “sienta” regresar. Está el que reacciona con histeria. Casi siempre sobre reacciona. Y está el que no reacciona, el pasma´o.

El problema con los sentimientos es que quieren dominar tus pensamientos (mente-memoria) y dirigirte. Si con la educación y los modales no se modifican, siempre te van a controlar. Su plan es convertirse en tiranos poderosos. El miedo, la culpa, la ira, la pena, la tristeza, etc., incapacitan a las personas. Por otro lado, una persona alegre que coge “todo a chiste”, puede llegar a ser incapaz de tomar las cosas en serio cuando son en serio.  Una persona muy afectuosa puede llegar a ser incapaz de corregir o confrontar a alguien que necesita ser intervenido, “para no ofenderla”. Una persona muy generosa puede llegar a ser irresponsable consigo o con su familia por cubrir necesidades de otro.
                                                                                                    
Los sentimientos buscan perpetuarse, dominar, dirigir y quieren que la realidad se mida según su sentir. “Me siento mal y qué” o “me siento bien” y no me importa cuánta gente se pueda estar sintiendo mal a mi alrededor. En resumen, los sentimientos en control no garantizan que uno pueda actuar de la forma más responsable o más apropiada según la realidad, pues los sentimientos existen para reaccionar independientes de realidades distintas a las que están acostumbrados. Ejemplos: En un fuego, si el miedo te dicta correr, puedes correr, pero no hacia la salida. Si te estás ahogando, la asfixia te dirige a buscar hacia abajo cuando el aire está arriba. La ira te lleva a la venganza, aunque no resuelvas nada con vengarte.

Veamos la voluntad. La voluntad de un yo carnal existe para proteger a ése yo. Busca controlar, defenderse, competir, salirse con la suya, etc. Va a decidir a favor de lo que garantiza la integridad de sí mismo.  Va a estar a favor de todo lo que favorece, ayude y asegure lo que él cree que su yo es. Por eso compite, por eso se defiende, por eso se disfraza. Por eso busca aceptación o rechazo según sus intereses. Confía en sus habilidades. Como cree que está en control, cree que piensa por sí mismo y cree que siente como quiere y cuando quiere.                                                                                                                                                          
Las decisiones de ése yo carnal en control, no van dirigidas a conseguir nada que altere la comodidad en la que el yo vive y se desenvuelve. Solo decidirá en favor de la comodidad en que su mente y sus sentimientos le dicten que el yo puede florecer a sus anchas. "haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos,” EFESIOS 2: 3.

¿Cuál es el quebrantamiento de Dios para cada uno? Veamos para la mente. Dijimos que la mente establece “la realidad” según su memoria, educación, familia, carne, etc. le enseñaron a construirla. Por lo tanto, Dios tiene que neutralizar, obstaculizar, impedir, sustituir o hasta a veces tiene que destruir la información existente o la que viene en camino. Para eso Dios aplica primero su Palabra. En Heb. 4:12 dice que la Palabra va a dividir alma y espíritu. Eso es para ver la diferencia entre información carnal e información espiritual. La diferencia entre realidad humana, natural y realidad espiritual. Deseos de la carne y deseos del espíritu.

Dice que la palabra discierne entre los pensamientos e intenciones del corazón. La Palabra nos deja ver que hay diferencia entre los pensamientos del espíritu y los de nuestra propia mente y diferencia entre las intenciones de la mente carnal e intenciones del espíritu. La Palabra nos hace ver también la diferencia entre acciones e intenciones (motivaciones). Nuestro corazón es capaz de hacer que una acción parezca “razonable” a la luz de la Palabra, pero está ocultando o disimulando una intención totalmente carnal. Una cosa son los pensamientos, otra la intención, otra la motivación.                                                                                                         
"Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios." 1 CORINTIOS 4: 5 “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; más si lo dejares, él te desechará para siempre." 1 CRÓNICAS 28: 9.  Un corazón perfecto incluye intenciones perfectas.

La Palabra nos hace ver la diferencia no solo entre buenas y malas acciones o pensamientos, sino también entre buenas acciones o pensamientos motivados incorrectamente. Tenemos el ejemplo de Saúl con Amalec. Tenemos el ejemplo de “ministrarle” na una ovejita con la intención de acostarse con ella.


Segundo: Dios nos da la mente de Cristo. "Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo." 1 CORINTIOS 2: 16. Para pensar como Cristo.

Tercero: Nos da la guianza del Espíritu Santo. "Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis." Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." ROMANOS 8 :13- 14, "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos." ROMANOS 8: 26-27

Cuarto: nos da la fe para traer nuestra mente a la convicción de la Palabra. Cuando nuestra mente carnal no puede aceptar la Palabra, porque no le es razonable o porque no le cuadra con la realidad presente, es la fe la que le permite salvar la diferencia. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía." HEBREOS 11: 1-3 "Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido." ROMANOS 4: 20-21

Si voluntariamente no aplicamos éstas cosas a nuestra mente carnal, si no somos dóciles y enseñables entonces Dios trae a nuestras vidas situaciones que hacen que nuestros pensamientos e intenciones carnales se estrellen contra la Palabra, la Mente de Cristo, la Guianza de ES y la Fe.

Vamos a ver las herramientas para aplicar a los sentimientos carnales:
                 
Primero: La adoración. Veamos como dos hombres de Dios ignoraron sus emociones carnales para que las emociones espirituales se manifestaran. "Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con Absalón. Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de Ahitofel. Cuando David llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, 2 SAMUEL 15: 30-32. Aquí vemos a David en su “hora negra”. David se buscó toda la desgracia en la que se encuentra él y la nación. Hay una guerra civil y su hijo viene a matarlo. Pero en ése momento de llanto y humillación, David busca no escapar de Absalom sino encontrarse con Dios. Quiere “adorar” a Dios.

Veamos otro ejemplo. "Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito."JOB 1 : 20-21. Este no hizo nada para merecer su desgracia. En un momento pierde todo. Su reacción. Adoró. No permitió que la amargura y el dolor tomaran el control. Manifesto su dolor en Dios.

Segundo: La oración.  "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." FIL. 4: 6-7
"Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros." 1PEDRO 5: 7

"¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas." SANTIAGO 5: 13 la oración es anti carne.
Tercero: El agradecimiento. "dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo." EFESIOS 5: 20

"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." 1 TESALONICENSES 5: 18

"Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias." COLOSENSES 2: 7
"Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. "COLOSENSES 3: 15 y 17

"Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;" 1 TIMOTEO 2: 1

Cuarto: Contentamiento. "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación." FILIPENSES 4: 11
"Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. "Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto." 1 TIMOTEO 6: 6- 8

"Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;" HEBREOS 13: 5

Es curioso que en los textos de Filipenses y Timoteo la palabra es “autarkes”. Autos en griego es “uno mismo”. Tú escoges ser alegre y conforme.

Por último, ¿Qué tiene Dios para quebrantar la voluntad carnal?

Primero: La obediencia. "Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey." 1 SAMUEL 15: 22-23

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." MATEO 7: 21

"Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios." MATEO 21: 30-31

Segundo: La humillación. "Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune." PROVERBIOS 16: 5

"Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento." PROVERBIOS 18: 12

"Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado." PROVERBIOS 21: 4

"La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra." PROVERBIOS 29: 23

"Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos." SALMOS 119: 71
"Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión." ROMANOS 12: 16

Nuestra voluntad no es compatible con Dios. "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame." MATEO 16: 24

Ahora veamos el 23 y el 24.  "Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres."

"Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará." MATEO 16: 25  nos vemos en la parte IV.

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