He visto frecuentemente que algunos cristianos para justificar su posición en favor de la conducta homosexual, entre varios argumentos, utilizan el truco de por qué se usan unos textos del viejo testamento y otros no. O por qué se condena el homosexualismo y no la poligamia o el divorcio. Los que utilizan éstos argumentos no se dan cuenta que denuncian su pobre educación sobre el estudio de la Biblia y tampoco se dan cuenta que no adelantan la causa que quieren promover, que entiendo es lograr que se acepte la homosexualidad como algo normal y aceptable a los ojos de Dios.
Para dejar clara mi posición voy a escribir primero sobre la función del La Ley y el Viejo Testamento en la Iglesia actual y si da el tiempo y el espacio escribiré sobre algunos de los ejemplos utilizados por los defensores de la homosexualidad.
Primero; una cosa es lo que Biblia dice y otra los que la Biblia enseña. Cualquiera puede probar lo que quiera citando la Biblia. Se saca un texto de su contexto para hacer un pretexto. Esta es una regla informal de la hermenéutica. Pero la hermenéutica son reglas establecidas no solo para interpretar la Biblia sino para entender cualquier cosa que se lee. No puedes interpretar la poesía como interpretas una novela o una historia. Si cortaste las clases de español y nunca leías lo que te daban de asignación y cogías los exámenes con lo que te contaban o con “droguitas”, no aprendiste hermenéutica natural. Vienes al cristianismo y sigues estudiando la Biblia o aprendiendo doctrina siguiendo las mismas malas costumbres o hábitos de aprendizaje que usaste en tus años escolares o universitarios si es que pasaste por la universidad.
Segundo, no puedes interpretar la Biblia como en el viejo chiste del tipo que quería que Dios le hablara por la Biblia. Abrió la Biblia y le salió “y Judas fue y se ahorcó”. Se asustó y la cerró y la volvió a abrir. Le salió “ve tú y has lo mismo”. Más asustado la cerró y la volvió a abrir. “Lo que vas a hacer, hazlo pronto”. Así no se lee la Biblia. Pero no voy a dar una clase de hermenéutica ahora. Vamos a ver el asunto de la homosexualidad, no lo que dice la Biblia sino lo que enseña la Biblia.
Los que usan el argumento de que el homosexualismo no se condena en la Biblia, no han leído la Biblia. A ésos les sugiero que lean la Biblia de tapa a tapa y después pueden discutir. Los que la han leído y solo ven lo que dice en la ley y lo descartan porque está en la Ley, los atiendo ya mismo. Los que ven lo que dice la Ley y lo que dice el Nuevo Testamento y niegan que dice lo que dice, los atiendo después si da tiempo y espacio.
Los que descartan lo que la Biblia dice en el Viejo Testamento sobre el homosexualismo meramente porque creen que ya no tenemos que hacerle caso están mal discipulados en el mejor escenario o engañados en el peor escenario. Veamos lo que el Nuevo Testamento dice del Viejo. "y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús." "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." 2 Tim. 3.15-17. & “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." ROMANOS 15: 4 & “Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron." "Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos." 1 CORINTIOS 10: 6 y 11 Estos textos se refieren al Viejo Testamento. El Nuevo no existía. La iglesia de los Hechos y el mismo Jesús citaron y usaron el VT. Decir que no sirve hoy es un absurdo. Sirve para lo que dice anteriormente. Pero entonces ¿hay que obedecer la ley? Para contestar ésa pregunta tenemos que ver cuál era el propósito de la ley y cómo fue compuesta. La ley tiene un propósito que está vigente. "ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado." ROMANOS 3: 20. Aquí vemos primero que la ley no justifica, pero sí nos deja ver que es pecado. "Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina," 1 TIMOTEO 1: 8-10 Aquí vemos que el justo no se tiene que preocupar por la ley pero los que practican las cosas aquí mencionadas, sí son enjuiciados por la ley. "De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno." ROMANOS 7: 12 Así que, si la ley es buena y señala el pecado, no podemos decir que hay cosas que eran pecado y otras no. Pero entonces, ¿por qué hay cosas que no aplican? Para eso tenemos que aclarar qué cosas eran temporales y cuáles eran solo para Israel. La ley era hasta Juan y hasta Cristo. "Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan." MATEO 11: 13, "Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. "Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo," GÁLATAS 3: 19, 23-25. "porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree." ROMANOS 10: 4
Estos textos los utilizan los que descartan el VT, pero lo que en realidad dicen es que la ley señala a Cristo, nos lleva a Cristo y no que Cristo acabó con la ley. "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir." MATEO 5: 17
En ningún sitio de la escritura se menosprecia la ley. Lo que sí la Escritura establece es que la ley no salva. Que la ley salva es un error de los fariseos y sostenida por legalistas modernos. Ya vimos Rom. 3;20. Veamos otros. "Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu." ROMANOS 8: 3-4 “Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley." GÁLATAS 3: 11 y 21 “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado." GÁLATAS 2: 16 Estos textos y otros más dicen que la ley no puede justificar a nadie. Los que se salvaron de la ley se salvaron porque tuvieron fe y la demostraron obedeciendo a la ley, pero fue su fe y no sus obras las que les salvó.
Por otro lado, vamos a ver lo que la Escritura dice sobre el papel que juega la ley en nosotros hoy. La Escritura establece que cristo no libró de las consecuencias de no obedecer la ley. "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)," GÁLATAS 3: 13
"Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la circuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. COLOSENSES 2 :13- 15. Ahora el que nos libró de las consecuencias de no obedecer la ley, no significa que podemos ignorarla. Leímos en Rom 3.20 que por la ley es el conocimiento del pecado. "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos." HEBREOS 13: 8 Si el Señor no cambia lo que no le gustaba hace cuatro mil años, no le gusta hoy a menos que lo especifique en su Palabra. Veamos otros textos sobre el papel de la ley en nosotros.
"Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley." 1 SAN JUÁN 3: 4. "¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley." ROMANOS 3: 31. "¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera." ROMANOS 6: 1-2 y 15. "No debáis a nadie nada, sino el amaro unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor." ROMANOS 13: 8-10. "De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos." MATEO 5: 20. En éstos textos vemos que la ley sí tiene una función en nuestras vidas, no para ser justificados por ella, pero sí para guiarnos hacia lo que ha Dios le agrada y hacia lo que él espera de nosotros como sus hijos y portadores de la justicia de él.
Estos textos también demuestran que se espera que en Cristo cumplamos con la ley y aún más pues tenemos su Espíritu que nos ayuda a vivirla. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu." ROMANOS 8: 1-4 Con la ayuda de Espíritu podemos hacer aquello que la ley pedía de nosotros pero que como no teníamos forma de superar nuestro pecado no podíamos cumplirla. Además, contamos con el amor de Dios. "y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado." ROMANOS 5: 5. Ya leímos en Rom. 13:10, que el amor es el cumplimiento de la ley. En Mat 5:21-48 Jesús nos exige ir más allá de la ley. La ley no podía pedir éstas cosas pues en la ley el hombre no tenía el recurso espiritual para cumplir con éstas cosas. En Mat. 22:34-40 Jesús enseña que el amor es el fundamento de la ley. En la ley del reino se cumple con la justicia de la ley pues por la gracia amamos al prójimo y hemos visto ya que el que ama al prójimo cumple la ley pues la ley estaba resumida en amar a Dios y al prójimo. (Continua en Parte II)
ROMANOS 13: 9 / ROMANOS 13: 8 / ROMANOS 6: 15 / ROMANOS 6: 2 / ROMANOS 6: 1 / HEBREOS 13: 8 / COLOSENSES 2: 15 / COLOSENSES 2: 14 / COLOSENSES 2: 13 / GÁLATAS 3: 13 / GÁLATAS 3: 11 / GÁLATAS 3: 24 / GÁLATAS 3: 23 / GÁLATAS 3: 19 / 1 TIMOTEO 1: 9 / ROMANOS 3: 20
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