V. 1 “Vi un cielo nuevo” Aquí se cumple la
profecía de 2 Ped. 3: 7-13. "pero
los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra,
guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres
impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como
mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos
la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo
que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día
del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las
obras que en ella hay serán quemadas Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los
cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se
fundirán Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra
nueva, en los cuales mora la justicia."
Ya he explicado anteriormente que “los
postreros días” , “el día del Señor”, “el día de Dios”, etc., se usan
indiscriminadamente para ubicar un evento en el futuro sin relacionarlo en
orden con otros eventos aún en el mismo pasaje. Utilizamos la cronología dada en
otros pasajes para ubicar el evento descrito. Este pasaje de Pedro al verlo en
Apocalipsis, sabemos que ocurre después del milenio, pues Apocalipsis al igual
que Daniel establecen una cronología y Pedro no. Pedro lo menciona en el futuro
en contraste con “el tiempo antiguo” mencionado en el verso 5.
V. 2 La Nueva Jerusalén. Esta es la ciudad
celestial. "Pero
anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de
llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad." Heb. 11:16
"Sino
que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén
la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,"Heb. 12:22
"Porque
no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir." Heb.
13:14 En
Apo. 3: 12 vimos que le fué prometida a los vencedores. “ataviada como una
esposa para su marido”. Tradicionalmente
en la mayoría de las culturas la novia se presenta ante el novio con todo el
ajuar que la distingue y la señala como el objeto más importante en la
ceremonia. Hay toda una preparación esmerada y detallada para causar una
impresión en los presentes. Como expliqué en el cap. 19, no sabemos en qué
momento entre el 19:9 y el 21:9 ocurre la boda.
V.3 “el tabernáculo de Dios con los hombres”. Al
igual que Dios habitó entre los hijos de Israel en el desierto en el
tabernáculo, Dios va a habitar en la tierra en su tabernáculo. De hecho, el
tabernáculo terrenal era un modelo del celestial.
"Mira
y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte." ÉXODO 25:
40
"Y
alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el
monte." ÉXODO 26: 30
"Los
cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le
advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz
todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el
monte." HEBREOS 8: 5
V. 4. Todo vuelve al estado que había antes de
la caída. Todas las molestias, limitaciones, sufrimientos, deterioro, desorden
y entropía que entraron con la caída, quedan eliminados.
V. 5. Se declara la renovación o transformación
de todas las cosas. Es una palabra distinta a crear. Es la que más se usa para
demostrar una acción. “Estas palabras son fieles y verdaderas” Jesús dijo: “el
cielo y la tierra pasarán”. Cuenta con
eso.
V. 6. “hecho está”, ginomai. Una acción
acontecida., terminada. Distinto al tetelestai de Jn. 19:30. Jesús “firma”,
garantiza que él lo va a completar todo, pues es principio y fin. “al que
tuviera sed”, Dios no va a imponerle esta salvación a nadie. Tú tienes que ver
tu necesidad. Él te va a dar gratis del agua de la vida.
V. 7 Resumen de todas las promesas hechas en
los caps. 2 y 3 a las iglesias. Hay que vencer. Es un requisito. Lo siento por
los que quieren seguridad de salvación. Tienes que vencer. Aquí te dice “será
mi hijo”. Los necesitados de seguridad de salvación proponen que ya eres hijo
desde que le recibiste según Jn. 1:12. Y es cierto. Pero lo que no te dicen es
que en los pasajes en donde se menciona ser hijo y ser adoptado, está ligado a
una responsabilidad o condición. Los pasajes son muchos, pero si vas a la
concordancia y examinas todos los pasajes en donde se nos designa como hijos y
en donde se habla de la adopción, lo verás. Este verso no es extraño. Está
diciendo que hay que vencer para participar de la posición de hijo para
siempre. Claro, los calvinistas con su doctrina de la perseverancia de los santos
te ofrecen la garantía de vencer que es lo que preocupa a todos los que no
tienen seguridad de vencer. Pero eso es tema para otro estudio. El verso está
claro: el que venciere, heredará y yo seré y el será. Si puso los verbos
incorrectos el que le está dictando desde el verso 5 lo hubiera corregido.
V. 8. Los cobardes encabezan la lista. En Mat.11:12 dice que los violentos arrebatan
el reino de los cielos. Curioso que la palabra para arrebatan, es harpazo.
Volvemos a lo mismo; hay que tomar acción para obtener y mantener lo que Dios
nos ha provisto para llevarnos a Él. ¿Por qué? Porque hay resistencia
espiritual; de los demonios, del mundo y de nuestra carne, resistiendo todo lo
que perseverar produce en nuestra vida. Hay toda una lista de mandamientos y
deberes que hacer y toda una lista de cosas que hay que evitar. Si no, están
demás en la Biblia y se ha perdido tiempo en discutirlas, enseñarlas y
hacerlas.
La lista sigue con los incrédulos. Creer es
requisito. Creer es la moneda que intercambia todo en el reino. Sin fe es
imposible agradar a Dios. He enseñado que en la carta a los Hebreos vemos dos
temas: primero, Dios resolvió en Cristo lo que el hombre no podía resolver: el
pecado. Segundo; Dios no le resolvió a nadie el problema de la incredulidad.
Por eso las advertencias tan severas en la carta sobre la incredulidad. Alguien
preguntará, ¿pero la incredulidad no es un pecado también? Sí, pero la
incredulidad es lo opuesto a la fe y por alguna razón, de todas las cosas que
el hombre es capaz de hacer, la fe se presenta en contraposición con las obras
en Romanos, Gálatas, Hebreos y Santiago. La fe agrada a Dios y las obras son
irrelevantes a la justificación. El resto de las conductas mencionadas
concuerdan con Gálatas 5:19-21. La mentira es la “salsa” en donde se cocinan
los demás pecados.
V. 9. Aquí se acaba la discusión sobre quién es
la esposa del Cordero.
V. 10- 23 Aquí se nos presenta la ciudad. La
ciudad desciende del cielo a la tierra. Está allá ahora mismo. V. 10
V. 11. su fulgor es como verde, como el arco
iris verde que vimos en el 4:3
V. 12 Tiene un muro con 12 puertas y un ángel
en cada una. Y tienen los nombres de las 12 tribus de Israel. No tengo la menor
idea y no me convencen las explicaciones que he leído. Tanto nombre de tanto
justo en el AT, no entiendo por qué ésos nombres pues no me parecen que hayan
sido muy justos.
V. 13. Es cuadrada y tiene 3 puertas en cada
lado.
V. 14. El muro tiene 12 cimientos. Tal vez sean
12 niveles uno encima del otro.
V. 15. Se le da una caña de medir para medir la
ciudad, las puertas y su muro.
V. 16. La base es un cuadrado de 1,500 millas
cada lado. La altura es 1,500 millas. Esta altura sobrepasa por mucho la altura
de donde comienza el espacio que es 62 millas.
Nadie puede vivir a esa altura. Mucho menos a una altura de 1,500
millas. Después de dos horas leyendo varias posibles explicaciones, llego a
dos: 1- el pasaje es literal. 2- como es un cielo nuevo y una tierra nueva, no
hay ningún problema en que el tamaño del planeta y la atmósfera sean distintas
a las que tienen el planeta actualmente. Ahora mismo es aceptado que la tierra
se ha expandido y que la atmósfera es distinta a la que había antes del
diluvio. No hay nada extraño en pensar que Dios hará el cielo y la tierra nueva
para acomodar la Nueva Jerusalén y a la vez que las naciones que sobrevivan
puedan vivir y reproducirse en ella.
V. 17. El muro es apox. 300 pies. Otros
calculan desde 260.
V. 18. El muro es jaspe. En el griego esa
palabra se utilizaba para varios materiales cristalinos. No necesariamente para
lo que hoy llamamos jaspe. Pero la ciudad es de oro puro tan limpio y pulido
que parece vidrio limpio.
V. 19-20 Estaban adornados con toda piedra
preciosa. Parece que además del material principal tenían otras piedras
adornándolos. Muchos tratan de armonizar éstas doce piedras con las piedras del
pectoral del sumo sacerdote levita. Pero no cuadran. Solo algunas coinciden y
aquellas representaban a las doce tribus mientras que éstas representan los
doce apóstoles.
V. 21 Cada puerta es una perla. Dios puede
crear perlas del tamaño que le de la gana.. Las calles son como la ciudad, de
oro.
V. 22. “Y no vi templo” No es que no lo haya
pues en 7:15, 11.19, 14:15,17, 15:5,6,8, 16:1,17 vemos un templo. Es que
terminó su función pues Dios y el Cordero son el templo.
V. 23. El sol y la luna tampoco ejercen su
función ahora. Dios y el Cordero las sustituyen.
V. 24 Habrá naciones que serán salvas.
Sobreviven la gran tribulación y el milenio. Tenemos que asumir que serán
trasladadas mientras ocurre la renovación de la vieja tierra a la nueva tierra.
Los reyes traerán su gloria y honor a ella. Vendrán a traer su reconocimiento.
V. 25. 24/7 El ciclo de dia y noche ya no
existirá.
V. 26. Aquí confirma lo que dijimos en el v. 24
V. 27. No entrará cosa inmunda o que hace
abominación, sino solamente los inscritos en el libro de la vida. Entonces
¿cómo entrarán las naciones sino están inscritos? No dice en el 24 que las
naciones entrarán. “los reyes de la tierra” entrarán. Hasta ahora hemos visto
que solo los vencedores, los redimidos y los que tienen parte en la primera
resurrección tienen promesa de reinar por lo menos mil años en el caso de los
resucitados en el cap. 20. Los reyes de la tierra mencionados hasta el 19 son destruidos
en la batalla al final de los 7 años. Por lo tanto, cabe concluir que esos
reyes mencionados en el v. 24 son los redimidos que van a reinar con Cristo y
al estar inscritos en el libro de la vida sí pueden entrar en la ciudad. Los
demás se tienen que conformar con “andar a la luz de ella”.
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