martes, 24 de marzo de 2020

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 20: ¿Cómo Berkhof construyó sus definiciones? Parte 5

En la sección anterior solo cubrí la definición básica que hace Berkhof del decreto y cuestioné las conclusiones que se desprenden de la misma. Luego presenté por qué las cuestiono. En esta sección vamos a ver como Berkhof desarrolla su concepto presentando las características del decreto.

EL DECRETO DIVINO ES UNO

Aunque con frecuencia usamos el plural para hablar de los decretos de Dios, sin embargo, en su propia naturaleza, el decreto divino es un acto singular de Dios. Esto ya está sugerido por el hecho de que la Biblia habla de él como de una prothesis, un propósito o consejo. Lo mismo se deduce también de la mera naturaleza de Dios. Su conocimiento es todo inmediato y simultáneo, más bien que sucesivo como el nuestro, y su comprensión de ese conocimiento siempre está completo. El decreto fundado sobre ese conocimiento es un acto también singular, todo comprensivo y simultáneo. Como un decreto eterno e inmutable, no podría ser de otro modo. No hay, pues, series de decretos en Dios, sino simplemente un plan que abarca todo lo que sucede. Nuestra compresión finita, sin embargo, nos constriñe a hacer distinciones, y esto es lo que explica el hecho de que con frecuencia hablemos en plural de los decretos de Dios. Esta manera de hablar es perfectamente legítima, siempre que no perdamos de vista la unidad del decreto divino y la inseparable conexión de los varios decretos tales como los concebimos.        

Aquí vemos que Berkhof sigue una lógica correcta al aceptar que si Dios decreta algo debe ser un solo decreto pues Dios es eterno y acepta que el conocimiento debe ser total y simultáneo desde la eternidad pues Dios sabe y ve todo a la vez desde la eternidad. Todo porque Dios está fuera del tiempo. Dios ve y sabe todo el devenir de su creación pues es omnisciente. Admite que para propósitos de estudio y por causa de nuestra mente finita y condicionada a funcionar y concebir en el tiempo, nos obliga a hacer distinciones y por lo tanto relaciones de causa y efecto en el tiempo. Pero Dios no tiene necesidad de eso pues él ve y sabe todo a la vez en la eternidad. Todo el que necesita la predestinación está de acuerdo con esto. Todos los que no necesitamos la predestinación estamos de acuerdo con esto.

Lo que no se les ocurre concebir a los teólogos de la predestinación es que por ese mismo razonamiento, el que yo les expuse en la Parte 1, por qué el futuro y por lo tanto el destino no existen. Les expliqué que lo que siempre ha existido en la mente de Dios es la información, no solo de la creación y como iba a funcionar, sino también la información de todas las acciones posibles de todos los seres posibles cuando Dios permitiera que aparecieren y existieran en el tiempo. Les he venido repitiendo a lo largo de la serie que Dios no es capaz de conocer una única acción predestinada para que ocurriera, sino que Dios es capaz de conocer a la vez y desde la eternidad todas las posibles acciones que todos los posibles seres pudieran cometer sin necesidad de crearlas o predestinarlas para poder conocerlas. El hecho de que de todas esas posibles acciones una sola puede ocurrir en el tiempo y una sola queda como parte de la información de lo que se llama pasado, para nada obliga a concebir que todos los hechos acontecidos ocurrieron porque ya existía en “el futuro” un solo hecho como causa para el hecho ocurrido. O sea, suena muy lógico que, si el presente es singular y el pasado es singular, es porque “el futuro” es singular. Y eso es lógico y racional solo si existe ya creado, o predestinado o decretado un único hecho para cada único evento presente que se convertirá en una única información del pasado.

En otras palabras, si el futuro existe y por lo tanto el destino, ya sea que está en el tiempo o solo es información en la mente de Dios, es perfectamente racional creer que si Dios creó todo, Dios predestinó todo y nada ocurre fuera de ese destino, ya sea que Dios haga que ocurra o permita que ocurra. Eso lo vimos en Calvino y ahora en Berkhof y en representación de la teología reformada. El problema como hemos venido viendo es que la Escritura no revela a Dios actuando como destino o describiendo como que todo lo que ocurre es porque fue destinado por Dios para que ocurriera como ocurre. En los teólogos desde Agustín vimos que parten de unos hechos, pero las premisas de las que parten para explicar esos hechos son incorrectas. El concepto del destino no es un hecho como el futuro no es un hecho. Son conceptos. Y son conceptos ajenos a la Biblia. El que en la Biblia veamos a Dios predestinando unas cosas no significa que Dios predestinó todo. El que Dios eligió a algo o a alguien no significa que todo ha sido elegido. El que Dios diga que algo va a pasar y El hace que ocurra no significa que todo lo que ocurre es porque Dios hace que ocurra. Vimos en la sección pasada como el que Dios dice que algo va a ocurrir no necesariamente va a ocurrir. Vemos a Dios diciendo que va a hacer algo y por la intervención o intercesión de alguien Dios no lo hace. El que la gracia de Dios no alcance a todos no significa que Dios tiene que imponerla en aquellos que se benefician de ella pues la gracia no depende de su resultado: depende de su origen para ser gracia.

Las teologías de la predestinación, para explicar por qué unos se salvan y otros no y para explicar como Dios “sabe lo que va a ocurrir” parten de la premisa incorrecta del futuro y del destino y definen a Dios y sus atributos y reinterpretan toda la Biblia de tal manera que no contradiga ni cuestione esos dos conceptos. Y no les importa que los escritores no utilizaran sus recursos lingüísticos para describir los acontecimientos de la Biblia en acorde con su teología, sino que tampoco les importa todas las preguntas y contradicciones que generan sus propuestas, ni tampoco les importa que su teología por un lado se parezca al deísmo y por otro al panteísmo.

Volviendo al párrafo que cito de Berkhof, si Dios decretó todo el acontecer de su creación, obviamente no hizo los decretos uno detrás de otro en el tiempo. Todo estuvo en su mente desde la eternidad. Eso no significa que es así pues vimos en la sección anterior que la Biblia no nos muestra a Dios decretando o administrando el universo con un decreto. Veamos el siguiente párrafo.

LA RELACIÓN DEL DECRETO CON EL CONOCIMIENTO DE DIOS

El decreto de Dios guarda la más estrecha relación con el conocimiento divino. Hay en Dios, como hemos visto, un conocimiento necesario que concluye todas las causas posibles y sus resultados. Este conocimiento proporciona el material para el decreto, y es la fuente de donde Dios extrajo los pensamientos que deseaba objetivar. De entre este conocimiento de todas las cosas posibles y mediante un acto de su perfecta voluntad dirigida por sabias consideraciones seleccionó lo que quería ejecutar, y de este modo formó su propósito eterno. El decreto de Dios es consecutivamente el fundamento de su libre conocimiento o Scientia libera. Es el conocimiento de las cosas tal como se realizan en el curso de la historia. Mientras que el conocimiento necesario de Dios lógicamente precede al decreto, a este lo sigue el conocimiento libre. Esto tiene que sostenerse en contra de todos aquellos que creen en una predestinación condicional (como los semipelagianos y arminianos) puesto que hacen depender las predestinaciones de Dios de su presciencia. Algunas de las palabras que se usan para denotar el decreto divino apuntan a un elemento de deliberación en el propósito de Dios. Sería un error, sin embargo, inferir de esto que el plan de Dios es el resultado de alguna deliberación que implique escaso conocimiento o duda, porque simplemente indica lo contrario, es a saber, que en Dios no hay ningún decreto ciego, antes únicamente un propósito inteligente y deliberado.

Aquí vemos que una vez aceptado que todo fue decretado y por lo tanto existe o damos por sentado el futuro y el destino, es inevitable que aceptes los que se te va a decir del conocimiento y su relación con el decreto. De las primeras tres oraciones          vemos que Dios decreta porque conoce. Aunque conoce todo, obviamente no todo lo que percibimos en la creación o nos ha sido revelado en su Palabra es todo lo que existe. La Creación y el tiempo son finitos y Dios no. Pero, aunque la Biblia no nos dice qué criterio usó Dios para escoger que incluiría de El en esa creación, Berkhof (y todos los teólogos), nos hacen el favor de revelárnoslo.       “seleccionó lo que quería ejecutar,”          Daah.  Pero de eso debes concluir que “El decreto de Dios es consecutivamente el fundamento de su libre conocimiento o Scientia libera.”. Este es uno de los problemas que yo señalo desde el principio: Dios conoce porque decreta o predestina o fijó cada acontecimiento en el tiempo para que ocurriera       y por eso los conoce. “Es el conocimiento de las cosas tal como se realizan en el curso de la historia.” Y se realizan porque se decretaron. Tan es así que señala la deficiencia de los otros que hablan de predestinación condicional “puesto que hacen depender las predestinaciones de Dios de su presciencia.” No lo digo yo. Lo dice Berkhof; la presciencia debe depender de la predestinación. Berkhof cree que el que Dios conoce porque predestinó o en este caso decretó, es más correcto que creer que predestinó porque conoce. En otras palabras, porque los semipelagianos y los arminianos, creen que Dios predestinó a los que sabía que se iban a salvar, y por eso los predestinó y como eso es incorrecto, el que Dios conoce porque decretó es más lógico y más correcto. Mientras que el conocimiento necesario de Dios lógicamente precede al decreto, a este lo sigue el conocimiento libre. Berkhof que ya había definido el conocimiento de todo que Dios tiene, escogió lo que iba a incluir de ese conocimiento en la creación, lo decretó y por eso lo conoce y eso es más correcto que la secuencia que presentan los semipelagianos y arminianos de que Dios supo y luego predestinó. ¿De dónde se sacó Berkhof la diferencia entre conocimiento “necesario” y el conocimiento “libre” para ubicar uno antes del decreto y otro después y darnos un entendimiento más perfecto de por qué la necesidad del decreto? De la Biblia no fue. Lo saca de la consecuencia inevitable de que hay un futuro y un destino como condición inherente en la cual Dios decretó que los acontecimientos ocurrieran en el tiempo.

Otra expresión de mencionar del párrafo es cuando dice  “algunas de las palabras que se usan para denotar el decreto”. Cuando dice esto da por sentado que esas palabras se refieren al decreto y no aclara que son los calvinistas los que dicen que esas palabras son ejemplos de decreto. Vimos en la sección 19 que las palabras a las que se refiere son consejo, pensar, secreto, voluntad y agradar en el VT y consejo, voluntad y agradar en el NT. De los ejemplos que Berkhof usa, ninguno sugiere el decreto absoluto o parcial de Dios. Pero así es la hermenéutica de los calvinistas. Se acepta un concepto y luego vamos a los textos y los interpretamos de tal manera que confirmen o prueben el concepto. Pero cuando vamos al contexto, vemos que los textos no se refieren a lo que los que necesitan la predestinación quieren que se refieran. 

Al final aclara que el uso de esas palabras que también pudieran sugerir que Dios se tomó su tiempo en deliberar qué de todo lo que conoce iba a ponerlo en la creación o no, no significa eso, sino que todo es a la vez en la mente de Dios y todo es perfecto. Si Dios conoce porque decretó o decretó porque conoce, como quiera tenemos que reconocer (según ellos), la perfección de Dios en cualquiera de las dos, aunque las dos limitan el preconocimiento de Dios (para nosotros).

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 19: ¿Cómo Berkhof construyó sus definiciones? Parte 4


En la sección anterior nos quedamos en los ejemplos bíblicos que da Berkhof para “probarnos” los decretos. Les expuse por qué no prueban los decretos. En esta sección continuamos viendo como Berkhof justifica o trata de convencernos de la necesidad del concepto del decreto.

“El decreto de Dios puede definirse con el Catecismo Menor de Westminster, como: "Su propósito eterno, según el consejo de su propia voluntad, en virtud del cual ha preordenado para su propia gloria todo lo que sucede.”

Podemos aceptar que Dios tiene un propósito eterno. Primero porque la Biblia dice que Dios es eterno. Dios sabe todo y lo sabe antes de crearlo. Como es soberano, que está, sobre todo, nada ni nadie puede alterar su plan o su acción. Por lo tanto, todo sucede según él lo pre ordenó para que sucediera. Hasta ahí estoy de acuerdo. El problema es que esta gente no contempla que Él pudo haber preordenado que las acciones de los seres creados con voluntad no estuvieran preordenadas y que pre ordenó que ocurrieran arbitraria y subjetivamente según los seres escogieran actuar en acuerdo al propósito del creador o en descuerdo. El problema es que en la Biblia vemos a Dios interviniendo para que ciertas criaturas actúen de cierta manera para un propósito u objetivo en particular y en el resto de la Biblia leemos que las criaturas actúan de acuerdo o en desacuerdo con el plan o propósito o decreto o mandamiento de Dios y Dios premiando o castigando cada acción. El problema es que en cada situación el contexto es explícito en describir quien hace la acción o guarda un silencio sospechoso sobre si Dios pre ordenó de antemano lo que estamos leyendo.

Así que yo puedo estar de acuerdo con el Catecismo Menor de Westminster si preordenado incluye que Dios pre ordenó el libre y arbitrario ejercicio de la voluntad de sus criaturas, entiéndase libre albedrío, aunque los que necesitan la predestinación ya están adoctrinados para reaccionar alérgicamente al concepto.

El problema es que la Biblia no tiene un disclaimer en el principio que indique: “TODO LO QUE VAN A LEER ES EL RESULTADO DE UN DECRETO QUE EL CREADOR HIZO. CUALQUIER PARECIDO CON DESTINO O FATALISMO NO ES COINCIDENCIA.    LAS CRIATURAS NO TENIAN OTRA FORMA DE ACTUAR DISTINTA A LA DESCRITA EN EL RELATO. TODAS LAS ACCIONES Y CONSECUENCIAS HAN SIDO ORDENADAS Y TODAS SON PARA LA GLORIA DE DIOS.”         

Ese disclaimer o advertencia está en las teologías que enseñan la predestinación. Es bien difícil creer que la predestinación o en este caso, el decreto, sea una revelación         o la conclusión inevitable a la que uno llega si lee la Biblia de tapa a tapa y lee el contexto en el que ocurre cada acción de Dios o de los hombres en especial en los pasajes utilizados por los que necesitan la predestinación para probarnos su teología. En la Biblia vamos a leer que Dios predestina, decreta, elige, etc., pero lo hace sobre acciones o seres para situaciones o condiciones específicas y no que corre el Universo como los deístas o los panteístas lo proponen. ¿Qué cosa después de los mandamientos es más parecida al concepto del decreto que las promesas? En una promesa está la voluntad, la intención y el deseo de Dios contenidos. ¿Significa eso que la promesa se va a cumplir inevitablemente en el que se entera de ella? Sabemos que no. La mayoría de las promesas son condicionales. Veamos un ejemplo.  

"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu."  ROMANOS 8: 1  Según esta promesa los que están en Cristo están hechos. No tienen que preocuparse por nada. Chilling. Pero ahí mismo hay una condición o definición: los de Cristo no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Según los que necesitan la predestinación no hay ningún problema porque el Dios que te predestinó para que te salvaras te predestinó para que anduvieras en el Espíritu   . Y según los versos del 2-4 los de Cristo no andan según la carne. Del verso 4-8 los de la carne son “otros” no nosotros. Pero del 9 en adelante como que lo de andar en la carne no es problema de “ellos” sino de “vosotros”.

"Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él."  9

"Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia." 10

"Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 11

"Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;" 12

"porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis." 13       

"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” 14

"Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" 15

"El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." 16
"Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados." 17

Si vemos en estos textos, ya lo de andar en la carne no es un problema exclusivo de los que “no son de “Cristo”, ahora es un problema de “vosotros”. Vean en azul todo lo que nos concierne. Noten que no vivir según la carne depende de que el Espíritu esté en nosotros y tener el Espíritu depende de estar en Cristo (verso 9). Estar en Cristo es tener tu espíritu vivo, aunque tu cuerpo siga muerto por causa del pecado (verso 10). Si el Espíritu está en ti, vas a resucitar (verso 11). Pero vemos en el 12 y 13 que vivir o no en la carne es tu opción, no depende del Espíritu. El Espíritu es el instrumento que vas a utilizar para matar tu carne. Volviendo al 9, que nos describe que hay que estar en Cristo para tener su Espíritu y no vivir en la carne, aquí nos dice que no es automático. Hay que utilizar el Espíritu para hacer morir la carne. Cuando vemos en el 14 que hay que ser guiados por el Espíritu y eso nos designa o señala como hijos de Dios, no lo tenemos que ver como que Dios nos pre ordena a vivir en el espíritu como lo ven los de la predestinación, sino que lo tenemos que ver en el contexto del 13 “si hacéis morir las obras de la carne”. La guianza no hace morir las obras de la carne. El Espíritu no hace morir las obras de la carne. Tú haces morir las obras de la carne con la ayuda del Espíritu. Como la carne está en oposición a lo que Dios quiere hacer en nosotros, (lo vemos desde el capítulo 7 y en los versos del 5-8), los que estamos en Cristo tenemos que elegir vivir en el Espíritu, y no en la carne, tenemos que elegir entre ser guiados por el Espíritu o ser guiados por la carne.

El contexto desde el capítulo 7 viene hablando de la realidad de la carne en nuestras vidas y la inevitable tensión y el conflicto que enfrentamos, aunque estamos en Cristo. Pero al estar en Cristo tenemos el Espíritu y por lo tanto tenemos la opción de no vivir para la carne. Al decidir vivir en el Espíritu para no cumplir con la carne, su Espíritu nos guía en la tarea de hacer morir las obras de la carne. Vivir en esa guianza nos identifica como hijos de Dios. Esto concuerda con Heb. 10:9-10, "y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre."

Volviendo a lo de qué tiene que ver este pasaje con las promesas. Pues en Rom. 8:1 vimos que no hay condenación para los que están en Cristo. Esa es la promesa. Pero al ver 7 veces la palabra “si” en los textos del 9-17, me parece que lo de estar en Cristo y vivir en el Espíritu y disfrutar los beneficios depende de cumplir con las condiciones descritas en el pasaje y no de que Dios lo decretara desde antes de la fundación del mundo que no se describe en el pasaje.

Otra cosa parecida al decreto calvinista es la profecía de Dios. No todo lo que Dios profetiza es inevitable e irreversible. Veamos algunos ejemplos.

"Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte." JUECES 13: 7 aunque no se cita al ángel diciendo “hasta el día de su muerte” el ángel no la contradijo ni la corrigió cuando habló con Manoa. ¿Cuál es el ejemplo? Sansón no fue nazareo todos los días de su vida. Y entre los jueces fue una vergüenza. La profecía en el verso 4 fue que “navaja no pasará por su cabeza.” No solo pasó navaja, sino que pasó por voluntad de los filisteos.

Segundo ejemplo.
"Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo." 1 SAMUEL 10: 6-7

Según esta profecía Saúl sería otro hombre por el Espíritu de Jehová y se le “dio un cheque en blanco”. ¿Qué pasó?

"Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó."  1 SAMUEL 13: 13-14

O sea, Dios lo cambia en otro hombre y le dice “haz lo que te viniere a la mano” y cuando hace lo que se le ocurre, es desechado. Claro, asumimos que lo que se le ocurriere era dentro del mandamiento de Dios, pero si Dios lo mudó, ¿cómo se le ocurrió hacer algo fuera del mandato de Jehová? Podemos decir que fue por ignorancia si no le habían dicho fuera del récord que iba a ser Príncipe sobre Israel y que podía hacer lo que le viniere a la mano y que Dios estaría con él pero sujeto a que todo fuera dentro del mandato de Jehová. Pero si se lo habían dicho entonces lo hizo por rebeldía, pero ¿cuán efectivo y perdurable fue el que Dios “lo mudó en otro hombre”? Nos quedan dos opciones; la profecía de Dios en este caso no fue un decreto inmutable, irreversible e inevitable o Dios decretó desde la eternidad que Saúl iba a ser mudado en otro hombre para ser rey y que podía hacer lo que le diera la gana pero que Dios iba a hacer que fuera obediente por un tiempo y después Dios lo iba a hacer desobedecer para desecharlo y poner a David por rey. O Dios decreta cosas que no necesariamente se cumplen en los seres con voluntad o Dios decreta que su decreto no se cumpla en los seres y así los seres siempre hacen la voluntad de Dios. El problema aquí es que el texto nos describe lo primero y no nos da la más mínima sospecha de que el propósito eterno de Dios fue que Saúl fracasara como rey desde antes que naciera. Solo importando en el texto la definición de decreto en las teologías de la predestinación es que podemos concluir que Dios decretó de antemano darle un plan a Saúl y a la vez decretó que Saúl desobedeciera ese plan.

Tercer ejemplo.      
"Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras Y convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla para descender a Keila, y poner sitio a David y a sus hombres. Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá. Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán.”  1 SAMUEL 23: 12 Este pasaje es un dolor de cabeza para los que necesitan la predestinación. Dios sabe lo que va a pasar y dice lo que va a pasar. Pero ¿saben qué? No pasó.  ¿Cómo explicamos esto? O Dios se equivoca, o la presciencia no es decreto ni destino y los seres pueden tomar decisiones a favor o en contra del preconocimiento de Dios. Claro, sabemos que Dios no se equivoca por lo tanto o Dios decretó que no pasara algo que dijo que iba a pasar o los seres son libres para actuar distinto a la voluntad de Dios.

Cuarto ejemplo.
"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" MATEO 23: 37 Como que el soberano de toda la tierra quiso y los judíos no quisieron. ¿de quién se hizo la voluntad? O Dios decretó que los judíos no quisieran lo que Dios quería o los seres pueden querer algo distinto de lo que Dios quiere para ellos. Aquí fue Jesús quien escogió las palabras. Jesús pudo haber dicho “yo decreté que nunca se juntaran bajo mis alas y para mi gloria hice que no se juntaran” o mejor no hubiera dicho nada y tendríamos menos que discutir.

Quinto ejemplo.
"Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan." LUCAS 7: 30 Según los teólogos calvinistas los designios de Dios fueron decretados desde la eternidad, “El decreto de Dios puede definirse con el Catecismo Menor de Westminster, como: "Su propósito eterno, según el consejo de su propia voluntad, en virtud del cual ha preordenado para su propia gloria todo lo que sucede.” y aquí tenemos a los fariseos desechando esos designios eternos. O Dios decretó que los fariseos desecharan los designios indesechables o los seres pueden desechar voluntariamente los designios y propósitos de Dios para sus vidas.

Sexto ejemplo.
"Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio." HECHOS 1: 16-17 Judas es otro dolor de cabeza. Aquí dice que “era parte de este ministerio”. ¿Era o no era parte del ministerio? ¿El ministerio era hasta la crucifixión o continúa hasta este momento que Pedro está hablando? Todo el mundo asume que Judas estaba destinado a perderse, pero ¿cómo era parte del ministerio? ¿Jesús tenía dos ministerios? ¿Uno Para Judas y otro para los 11? Cuando se lee en este pasaje “que se cumpliese la Escritura” se asume que la Escritura dice que Judas se iba a perder. Los posibles pasaje son; "Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar." SALMOS 41: 9

"Sea su palacio asolado; En sus tiendas no haya morador. Porque persiguieron al que tú heriste, Y cuentan del dolor de los que tú llagaste Pon maldad sobre su maldad, Y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, Y no sean escritos entre los justos."  69 :25- 28

"Sean sus días pocos; Tome otro su oficio."  109: 8

Examinando el primero, partiendo de la premisa de que habla de Judas, solo profetiza que es un cercano de confianza que lo va a patear (calcañar es el talón), por lo tanto podemos inferir traición pero no perdición. El segundo asumiendo que se refiere a Judas (lo cual es dudoso pues todo el salmo habla de enemigos en plural) no profetiza que se van a perder. Es el deseo del profeta que sean borrados del libro de los vivientes lo cual pudiera querer decir que se mueran y que no sean escritos, que no se salven. No hay nada en el salmo que asegure que eso es lo que va a pasar. Lo que Pedro cita es el 69:25 que no habla de los enemigos sino de sus propiedades, que queden abandonadas El tercero (109:8), que Pedro menciona en el verso 20, tampoco predice que se va a morir. Se desea que sus días sean pocos y que otro lo sustituya. El otro pasaje que habla de la perdición de Judas es Juan 17: 12, "Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese." Aquí tenemos el mismo problema; no sabemos a qué escritura se refiere. Todos asumen que se refiere a las ya señaladas, pero ninguna predice que Judas se iba a perder. Falta la profecía de Zacarias 11:12 de las treinta piezas de plata, y ahí tampoco se habla de la perdición. Entonces, ¿de qué habla Jesús? Cuando menciona la Escritura se está refiriendo a la traición de Judas al rechazarlo y venderlo. Pero es que Pedro lo traicionó a pesar de que Jesús intercedió por él. Todos huyeron cuando Jesús fue arrestado. ¿Qué hace la traición de Judas especial o distinta a la de Pedro? El texto nos dice que creyeron que fue profetizada y la de Pedro no. Pedro se arrepintió y Judas no. ¿Por qué Jesús lo llama el “hijo de perdición”? Aquí podemos invocar la presciencia de Dios. Anteriormente dije que presciencia no significa que se va a cumplir. Pero en éste caso se cumplió. ¿Porque Dios hizo que se cumpliera o porque Dios vio que Judas no se iba a arrepentir? ¿Se perdió porque Dios lo hizo perderse o se perdió a pesar de que Jesús lo guardó? Jesús dice que los guardó a todos y ninguno se perdió excepto Judas. Así que no se perdió porque Jesús no lo guardó. Se perdió porque distinto a Pedro, no creyó que su traición fuera perdonada. No porque Dios lo predestinó a suicidarse. ¿Cómo lo sé? "para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar." Hec.1:25. En el original no aparece transgresión, solo cayó y ese cayó está en voz activa. Judas provocó la acción. Si Dios hubiera provocado la acción hubiera aparecido en voz pasiva. Tenía que haber dicho  “del que Judas fue sacado o eliminado” para poder decir que algo lo hizo caer. “Irse” sí está en pasivo, pero no porque lo llevaron sino porque ya él no tiene control alguno de su posición final una vez tomó la decisión de no arrepentirse como hizo Pedro. Resumiendo, Judas estaba predestinado para traicionar a Jesús y venderlo por 30 piezas de plata. No para perderse. Como dije al principio, si Dios predestinó a Judas para que se ahorcara, la Escritura guarda un silencio sospechoso al respecto

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 18: ¿Cómo Berkhof construyó sus definiciones? Parte 3


En esta sección continuamos con Berkhof. Nos habíamos quedado en su construcción del concepto del decreto. Vimos en la sección 17, como introdujo el decreto para solucionar el problema de “el conocimiento anticipado que Dios tiene de las libres acciones de los hombres”. Allí expuse cómo y por qué no lo resuelve y él mismo dice; “Verdaderamente, no permite negar ninguno de los términos del problema”. “Aquí tenemos que hacer frente a un problema que no podemos resolver en forma completa, aunque sí, es posible aproximamos a una solución.” Claro, él se consuela diciendo: “Esto soluciona el problema, hasta donde concierne a la presciencia de Dios”. Ahí mismo se da cuenta que siguen los problemas con su decreto como solución al problema. “Pero ahora: surge la pregunta: ¿Es consistente la predeterminación de las cosas con la voluntad libre del hombre? Contestamos que ciertamente no lo es, si la voluntad libre se considera como indiferencia (arbitrariedad); pero este concepto de la libertad del hombre es infundado. La voluntad del hombre no es algo completamente indeterminado, algo que cuelga en el aire y que puede ser mecido arbitrariamente en cualquiera dirección. Es, más bien, algo enraizado en nuestra verdadera naturaleza, conectado con nuestros más profundos instintos y emociones, y determinado por nuestras razones intelectuales y por nuestro carácter genuino. Y si concebimos nuestra libertad humana como lubentia rationalis (la propia determinación razonable), entonces no tenemos suficiente garantía para decir que esa libertad humana es inconsistente con la presciencia divina.”

Cuando vemos la primera pregunta, nos damos cuenta de que se admite que hay un problema con el decreto y la libre voluntad. Pero ya se deja claro que hay predeterminación y destino y futuro pues ésa es la solución que ya dio en el párrafo anterior. Cuando dice que no es consistente la predeterminación con la libre voluntad es porque la definición de libre que todos tenemos es la causa de la inconsistencia. Entonces procede a suplirnos de su definición de libertad para terminar la inconsistencia. “sí concebimos nuestra libertad humana como lubentia rationalis (la propia determinación razonable), entonces no tenemos suficiente garantía para decir que esa libertad humana es inconsistente con la presciencia divina.” Vemos desde Agustín, que se define la libertad del hombre como libertad solo para pecar. Eso es un disparate pues la libertad para que sea libertad tiene que tener por lo menos dos opciones para escoger. Si no, es esclavitud, coerción o imposición. Cuando habla aquí de “la determinación razonable” se refiere a la definición elaborada por los que necesitan la predestinación de que el hombre es solo libre para escoger entre dos cosas malas, entre Coca-Cola y Pepsi, pero no es capaz entre creer y aceptar la oferta de Dios o no creerla y no aceptarla. Recuerden que desde Agustín ellos vienen definiendo que, en la Caída, el hombre quedó incapaz de decidir, creer, desear o querer hacer la voluntad de Dios. Berkhof toma el batón en donde lo dejó Calvino y nos descarta el concepto de voluntad y libre albedrío que tenemos y que la Biblia describe. Así que para que la libertad humana sea consistente con la presciencia divina y por lo tanto con el decreto, hay que definirla dentro de los límites que el calvinismo establece, entiéndase, la depravación total. Veamos como Berkhof refuerza su definición.

Dice el Dr. Orr: "Existe una solución a este problema, aunque nuestras mentes no pueden comprenderla. Esa solución en parte, probablemente, consiste, no en negar la libertad, sino en un concepto revisado de la libertad. Porque la libertad, después de todo, no es arbitrariedad. Hay, en toda acción racional, un por qué para actuar una razón que decide la acción. El hombre verdaderamente libre no es el dudoso e indefinido, sino aquel que hayamos digno de fiar. En resumen, la libertad tiene sus leyes espirituales y la Mente Omnisciente las conoce bien. Pero tenemos que reconocer que todavía queda un elemento de misterio."

Hay una solución (porque reconoce que hay un problema), pero como no la vas a poder comprender, pues tu mente caída la va a cuestionar,  “acepta mi solución que es ‘acepta’ la definición de libertad que te voy a dar”.       Esa solución en parte, probablemente, consiste, no en negar la libertad, sino en un concepto revisado de la libertad.” Ese concepto revisado es el de que el hombre es solo libre para pecar y su voluntad no es capaz de creer, querer o desear algo de Dios. Aun así este señor Orr es más honesto que muchos calvinistas y dice: “pero tenemos que reconocer que todavía queda un elemento de misterio." El misterio no existe si aceptamos que esclavitud del pecado no significa incapacidad de escoger, desear o querer la oferta de salvación que Dios hace a toda criatura.

Berkhof termina esta parte diciendo cómo otros fallan en reconciliar el problema y por qué solo el decreto debe ser la alternativa.  Los teólogos jesuitas, luteranos y arminianos sugirieron la llamada scientia media, como una solución al problema. El nombre mismo señala que ocupa una posición media entre ambos conocimientos de Dios, el necesario y el libre. Difiere del primero en que su objeto no lo constituyen todas las cosas posibles, sino una clase especial de cosas actualmente futuras; y del segundo, en que su base no es el propósito eterno de Dios, sino la libre acción de las criaturas, como algo sencillamente ya previsto. Dice Dabney que se le llama mediato "porque se supone que Dios no llega a ella directamente para realizarla por medio del conocimiento de su propio propósito; sino indirectamente por medio de su infinito conocimiento de la manera en que actuarán las contingentes causas segundas bajo determinadas circunstancias externas, previstas o producidas por Dios." Pero esta scientia media tampoco soluciona el problema. Intenta reconciliar dos cosas que lógicamente se excluyen una a la otra, es decir, libertad de acción en el sentido pelagiano, y una cierta presciencia de tal acción. Las acciones que de ningún modo son determinadas, ni directa, ni indirectamente por Dios, sino que dependen completamente de la voluntad arbitraria del hombre, difícilmente pueden ser objeto de la divina presciencia. Todavía más, resulta objetable, porque hace que el conocimiento divino dependa de la elección del hombre; tácitamente anula la certidumbre del conocimiento de los eventos futuros, y de esta manera, implícitamente niega la omnisciencia de Dios. Contradice, además, pasajes de la Escritura como los siguientes: Hechos 2: 23; Romanos 9: 16; Efesios 1: 11; Filipenses 2: 13

Vemos que cuando habla de los otros teólogos, no se percata que todos creen en la predestinación, y por lo tanto en el destino y el futuro y por lo tanto se generan las mismas preguntas y contradicciones inevitables al partir de esas premisas. Las acciones por más libres que las llamemos, si ya están predeterminadas a ocurrir, Dios solo las puede conocer porque ya las decretó para que ocurrieran, pero insisten en llamarlas libres e insisten en que Dios no es responsable por esas acciones. Las premisas los llevan a establecer que si las acciones son verdaderamente libres no pueden ser conocidas de antemano por Dios. “Las acciones que de ningún modo son determinadas, ni directa, ni indirectamente por Dios, sino que dependen completamente de la voluntad arbitraria del hombre, difícilmente pueden ser objeto de la divina presciencia.”  O sea, el Dios de esos teólogos no es capaz de conocer de antemano todas las posibles acciones y resultados de las criaturas. Solo es capaz de conocer la única acción que ya ha determinado que hagan. Y a eso yo tengo que llamarle libre acción de las criaturas, y presciencia de parte de Dios. Pero para ayudarme a entenderlo me da unos pasajes de la Escritura.

"a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;" HECHOS 2: 23

"Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia."  ROMANOS 9:16

"En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad," EFESIOS 1:11

"porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad." FILIPENSES 2:13

El primer pasaje dice que Jesús fue crucificado y eso fue por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios. Por lo tanto y aunque ahí no lo dice, yo tengo que ver en ese pasaje que todas las acciones de los hombres ocurren por su determinado consejo y anticipado conocimiento. En el segundo de Romanos, no está describiendo todas las acciones de Dios. Está explicando por qué si los israelitas son elegidos no se están salvando y dentro de eso está explicando por qué los eligió. Y su elección no depende de ningún mérito en particular o acción alguna de los israelitas para ganarse esa elección. Ya viene desde el principio de la carta diciendo que la salvación es en Cristo, por la fe, no por la elección arbitraria de Dios en escoger a algunos y a otros no para que aceptaran a Cristo. En el cap. 9 no está explicando la salvación. Tampoco está explicando que el decreto de Dios es el que hace que todo ocurra como ocurre. Los que necesitan la predestinación necesitan hacernos creer que ese pasaje dice eso.

En el de Filipenses ya en la sección 1 hable de él, pero vamos a repasarlo. Fil 2.13, Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad, los que necesitan la predestinación lo van a usar para probarte que tus decisiones son dictadas por Dios. Para no hacer aquí toda la exégesis de Filipenses, vayan a 1:6 en donde dice que es “la buena obra” y no “la salvación”, y luego en el 9 pide en oración el que “vuestro amor abunde más y más en ciencia y todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo.”. Está hablando no de la salvación sino del proceso en donde Dios y ustedes actúan para completar lo que Dios quiere en uds. para el día de Cristo. En el 27 da una lista de tareas; “comportéis, estáis firmes, combatiendo” y esto es indicio de salvación, no la causa de la salvación, y al decir que esto es de Dios, no es la salvación sino el que por uds. estar haciendo, enfrenten oposición. En el 29 cuando dice “es concedido, no solo que creáis en él”, no es que Dios te hace creer.  Dios proveyó a Cristo que es el autor de la fe, la causa de que creáis, pero no solo es la causa de que creáis, sino que también es la causa de que padezcáis por él. En el cap. 2 del 1-4 hay otra lista de deberes y luego pasa a describir que de la misma manera que Cristo se humilló y obedeció hasta alcanzar el propósito, de la misma manera uds. perseveren hasta que logren el resultado. En el 12 reafirma “como han obedecido aun en mi ausencia, ocupaos en las listas para completar el proceso “con temor y temblor”; no de perder la salvación, que no es tema en la carta, sino en el proceso. Entonces viene el 13, “Dios produce el querer como el hacer”; no el arrepentirse y creer para salvarse como los calvinistas quieren usar este texto, Dios produce en los salvos el querer y hacer todo eso en lo que se tienen que ocupar para completar el proceso para el día de Cristo. Y en el 14 sigue la lista. En el 15 nos da la meta. “ser irreprensibles y sencillos, sin mancha. La meta no es salvarnos. Ya eso se logró en Cristo.  Si se salvan o se pierden no es el tema de la carta. Es si van a lograr en Cristo todo lo que él ha propuesto para los salvos. El 13 no tiene nada que ver con que si Dios pone o no pone el deseo de salvarse en los perdidos o elegidos o en el que sea.

El de Efesios ya hice la exegesis en la sección anterior. Así que, en esta sección de Berkhof, el prepara el camino para que cuando presente el decreto lo aceptemos como obvio.

¿Como Berkhof nos introduce la doctrina del Decreto?

“La teología reformada insiste en la soberanía de Dios en virtud de la cual él ha determinado soberanamente desde la eternidad todo lo que tiene que acontecer y ejecuta su soberana voluntad en toda su creación, tanto la natural como la espiritual, de acuerdo con su plan determinado. Esta teología concuerda plenamente con Pablo cuando dice que Dios "hace todas las cosas según el consejo de su voluntad", Ef. 1: 11. Esa es la razón perfectamente natural para que al pasar de la discusión del Ser de Dios a la de las obras de Dios comencemos con un estudio de los decretos divinos. Este es el único método teológico adecuado.” Aunque ya vimos que Pablo no está hablando de como Dios está haciendo que todo ocurra, los que necesitan la predestinación quieren que siempre entendamos que Pablo en ese texto nos está dejando establecido que el decreto es la explicación de todo lo que ocurre. Luego pasa a explicar por qué las otras teologías fallan en no darle la importancia a los decretos que solo la teología reformada le da y por eso es la más adecuada.
Luego pasa a enumerar los términos usados en la Escritura para la palabra decreto. Va a citar las palabras etsá (Strong’s 6098) que se traduce consejo en Job 38:2, sod (Strong’s 5475) que se traduce secreto en Jer. 23:18, mezimmah (Strong’s 2161) de la raiz zamman que se traduce pensar en Jer. 4:28, kjafets (Strong’s 2656) que se traduce voluntad en Isaías 53.10 y agradar en Sal. 51:19 como ejemplos de que Dios decretó todo el acontecer del universo de antemano.En el NT va a citar la palabra boule (Strong’s 1012) traducida consejo en Hec. 2:23 y 4:28 y Heb.6:17, thelema (Strong’s 2307) que se traduce voluntad en Ef. 1:11, eudokia (Strong’s 2107) que se traduce agradar en Mat. 11:26. Casiodoro de Reina que era calvinista, no tradujo ninguna de esas palabras como decretar o decreto. Cuando usó decreto, fue para referirse a los decretos y mandamientos de Jehová o de los soberanos de la tierra o para una orden de juicio de Dios sobre los hombres. En ningún texto se usa decreto o decretar para describir el decreto absoluto de Dios desde la eternidad para que todo ocurriera de manera predeterminada. Pero en la hermenéutica calvinista hay que añadir o dar por sentado que cuando leemos que Dios ha decretado algo es que todo lo que ocurre, ha ocurrido o va a ocurrir es porque Dios lo ha decretado desde antes. Cuando leemos que Dios interviene o profetiza que va a intervenir soberanamente en algún acontecimiento es porque Dios interviene en cada acontecimiento y nada acontece fuera de su control. Cuando leemos que Dios predestinó algo tenemos que entender (según ellos), que Dios predestinó todo. Cuando leemos que Dios eligió algo a a alguien para algo tenemos que entender que todo ocurre porque Dios lo eligió para que ocurriera.

Por eso digo que los calvinistas deben de hacer como los Testigos de Jehová, traducir la Biblia de tal manera que la gramática y la semántica describan los conceptos calvinistas porque la gramática y semántica griega y hebrea no proveen para sustentar sus definiciones.

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 17: ¿Cómo Berkhof construyó sus definiciones? Parte 2

En la sección anterior nos quedamos viendo como Berkhof trata de resolver el conflicto entre la presciencia y el libre albedrío. Va a introducir el decreto para tratar de resolver el conflicto.
“Aquí tenemos que hacer frente a un problema que no podemos resolver en forma completa, aunque sí, es posible aproximarnos a una solución. Dios ha decretado todas las cosas, y las ha decretado con sus causas y condiciones, para que acontezcan en el orden exacto en que tienen que acontecer; y su presciencia de las cosas futuras, y también de los eventos contingentes, descansa sobre su decreto. Esto soluciona el problema, hasta donde concierne a la presciencia de Dios.” 
Les dije que esto resuelve el problema para él. Para mí no lo resuelve pues el problema de antemano lo crean ellos al construir todo su sistema en base a que existe el futuro y el destino.  Al partir de ahí surge el problema de tener que definir como las acciones futuras de las criaturas son libres si son predeterminadas por Dios antes de que ocurran y definir como Dios no es responsable de esas acciones. Tienen el problema de explicar o por lo menos explicarme a mí, cómo Dios es solo capaz de conocer de antemano lo que Él ha predeterminado o decretó de antemano que ocurriera.
Para Berkhof y los calvinistas, el decreto es la solución a todo. Si se nos convence de que todo lo que ha ocurrido, ocurre y va a ocurrir es un solo evento, inmutable, inevitable e irreversible, y Dios creó todas las cosas, tiene que ser que las decretó para que ocurrieran así. Para apoyar el argumento, se define la soberanía de Dios como absoluta, pero queda prohibido pensar que Dios es arbitrario, caprichoso o cruel o indiferente, pues por toda la Escritura vemos a Dios revelándose como un Dios de amor, sabio, justo, de gracia, etc., así que si Dios creó unos seres con voluntad y por lo tanto libres y algunos “escogen” desobedecer, pero Dios los creó para que desobedecieran o se perdieran o para condenarlos, tenemos que aceptar que Dios decretó eso por amor, en justicia, como parte de su gracia y para su gloria. Si no lo aceptas es porque no entiendes los misterios de Dios, o la voluntad oculta de Dios, o no crees que Dios está en control.
Claro, si a criaturas caídas como yo, se nos ocurre que eso es fatalismo, o deísmo o panteísmo y vemos similitudes entre ese Dios en control y algunas deidades paganas, es porque no entendemos, o somos rebeldes. Bueno, la Biblia dice que Dios creó vasos de ira y vasos de misericordia y por eso yo me considero predestinado para cuestionarme la predestinación, Dios me hizo así y no puedo esquivar mi destino. Bueno, dejemos la ironía y el sarcasmo y volvamos a Berkhof.
Vimos en ese párrafo anterior, que el decreto soluciona el problema del conflicto entre la presciencia y el libre albedrío.  Pero para Dios decretar hay que definir que Dios es soberano y todavía él no ha tocado ese tema. Pero encontré que ya había dado por sentado en el capítulo 1 parte D sobre la existencia de Dios, cuando está dando pruebas racionales, que Dios es soberano absoluto, pero dejando establecido que nada queda fuera de su control.
“La Biblia presupone la existencia de Dios desde su primera declaración: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". No sólo describe a Dios como el Creador de todas las cosas, sino también como el Sustentador de todas sus criaturas, y como el Gobernante de los destinos de individuos y naciones. La Biblia testifica que Dios hace todas las cosas según el consejo de su voluntad, y revela la realización gradual de su gran propósito de redención.
Aquí tenemos un ejemplo de como la teología calvinista, manipula la interpretación de los textos. Gen. 1.1 dice que Dios creó los cielos y la tierra en el principio. No dice ni que creó a las criaturas, ya sean animales o seres espirituales, incluyendo al hombre, no dice que creó todas las cosas, no dice que él las sustenta, no dice que es el Gobernante, y mucho menos que gobierna los destinos de individuos y naciones. Es más, en todo el relato del Edén, no dice nada de eso. Sí es cierto que la Biblia va a ir revelando cómo Dios sustenta y cuida la creación, (providencia) y nos va a ir revelando como Él gobierna su creación, pero ya sea que gobierne controlando cada evento o interviniendo cuando quiere y para lo que quiere, no es hermenéutica saludable importar en Gen. 1:1 todo lo que vamos a descubrir en el resto de la Biblia.
Por ejemplo, decir que todo fue creado en el verso 1, es un disparate, pues varias cosas fueron creadas sucesivamente hasta el día 6. En el resto de la Biblia vamos a ver milagros de creación que no fueron creados en Gen. 1:1. Por lo tanto no todo fue creado en el principio. Como dije en la parte 1, las acciones de los seres no fueron creadas en el principio. Lo que había antes del principio era la información de todo lo posible (y por extensión lo imposible) en la mente de Dios. Los calvinistas dan por sentado sus premisas y nos van a llevar a interpretar toda la Biblia para que creamos que cada texto sostiene o prueba sus premisas.
Sí la Biblia nos va a enseñar que Dios gobierna. Pero; ¿nos enseña que gobierna maniática y compulsivamente los destinos de los hombre y naciones, o, nos enseña que Dios interviene con individuos y naciones según su propósito y ese propósito no es salvar o condenar un individuo o una nación de antemano?
Sí la Biblia nos va a enseñar que Dios sustenta todas las cosas, pero ¿las sustenta estando activo en cada proceso metabólico de cada célula de cada ser viviente o las sustenta proveyendo las condiciones para que un universo entrópico no colapse por causa de la Caída?
Es nuestra responsabilidad examinar cada texto que habla sobre cada uno de esos temas a ver si nos sugieren o sustentan que Dios está activamente haciendo que cada hoja de cada árbol se esté moviendo u ordenando a cada célula que se divida o no, o está soberanamente permitiendo que se torture a un niño en un ritual satánico para beber su sangre cargada de adrenalina y todo para su gloria. Pero vemos que el método calvinista es que el concepto construido se dé por sentado en el texto, como si el autor del texto o la inspiración del Espíritu Santo es llevarnos a utilizar las definiciones de soberanía, presciencia, decreto, predestinación, etc., como los calvinistas nos las han dado.
La Biblia testifica que Dios hace todas las cosas según el consejo de su voluntad, y revela la realización gradual de su gran propósito de redención.
No solo Berkhof quiere que veamos eso en Gen. 1:1, sino que nos quiere convencer de que así es citando Ef. 1:11. Según los calvinistas ése texto prueba que todo lo que ocurre es porque Dios lo hace. No se les ocurre que “todas las cosas” se refiere a las cosas que hace para nosotros los salvos y que las predestinó para que ocurrieran en Cristo para los que creen. Voy a repasar de la parte 14 de la serie, el análisis de Ef. Cap. 1.   
Ef. 1:11, "En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad," es el ejemplo clásico de un texto que habla de algo que Dios predestinó de acuerdo con su voluntad, pero que los que necesitan de la predestinación quieren que lo leamos como que Dios nos predestinó para salvarnos al igual que predestinó todo lo que ocurre. Suponiendo que todo lo que ocurre Dios lo decretó para que ocurriera desde la eternidad, ese texto lo que dice es que en Cristo tuvimos una herencia, y eso no es extraño pues en Rom. 8:17 dice que somos coherederos con Cristo y en Apo. 21:7 dice que al que venciere; heredará todas las cosas. Predestinados (prooridzo), conforme al propósito. No arbitrariamente sino dentro de un plan. Pero ¿para qué somos predestinados? Según el contexto del capítulo no es para ser salvados sino para recibir o participar de algo y en Cristo.
3- "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,"
4- "según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,"
5- "en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,"
6- "para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,"
7- "en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,"
8- "que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,"
9- "dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,"
10- "de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra."
11- "En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,"
12- "a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo."        
13- "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,"
14- "que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." EFESIOS 1:3-14
Cuando examinamos el pasaje, vemos una lista de cosas que Dios hizo para nosotros y en 12 versículos, 11 veces (rojo), dice que la causa es Cristo. Si no fuera Cristo la causa o la condición o el medio, Pablo se refirió a El como una muletilla pentecostal que te meten un aleluya tres veces en cada oración. Si no hubiera mencionado a Cristo yo pudiera entender la propuesta calvinista que Dios nos escogió para salvarnos primero y por causa de esa elección nos añade todas las cosas mencionadas.
Cuatro cosas ocurren desde antes (azul), y son “para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”, “para ser adoptados hijos suyos y para alabanza de su gloria”, “para darnos a conocer el misterio de su voluntad y reunir todas las cosas en Cristo” y otra vez “para alabanza de su gloria”
¿Cuántas veces dice en 12 versículos que nos escogió para salvarnos? Cero. Cuando dice que nos escogió en Él, pudo haber dicho para Él pero al decir en Él, Cristo está incluido en la elección. Sin Él no hay elección. Y no dice que nos escogió en Él para salvarnos sino para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él.
Cuando dice que fuimos predestinados, no solo no dice que fue para salvarnos, sino que tampoco dice que fue para hacernos hijos. Dice que es para ser adoptados. ¿Saben que la adopción no ha ocurrido? "y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, = la redención de nuestro cuerpo."  ROMANOS 8: 23 Si algo predestinado no ha ocurrido desde la fundación del mundo, ¿será posible que la salvación tampoco haya ocurrido desde antes de la fundación del mundo? O sea, que si algo predestinado desde antes de la fundación del mundo como la adopción todavía no ha ocurrido, es posible que la salvación en Cristo predestinada desde antes de la fundación del mundo tampoco hubiera ocurrido antes de la fundación del mundo y ocurre para cada persona cuando se convierte después de la fundación del mundo. (nadie mal interprete que estoy diciendo que tu salvación no ha ocurrido. Digo que no ocurrió antes de la fundación al igual que la adopción).
Cuando dice que se propuso en si mismo “dar a conocer el misterio de su voluntad” el misterio es “reunir todas las cosas en Cristo” ¿Significa eso que hasta los perdidos y el infierno serán reunidos en Cristo? No. Sabemos que aquí dice las que están en los cielos y las que están sobre la tierra “en la dispensación del cumplimiento de los tiempos”. Al final el diablo y sus huestes están bajo la tierra en el milenio y en el lago de fuego y azufre después del milenio. ¿Significa a los salvos? No. Todas las cosas que no serán condenadas.
Cuando dice por segunda vez “habiendo sido predestinados”, fuimos predestinados no para salvarnos sino para “que seamos para alabanza de su gloria” pero añade “los que primeramente esperábamos en Cristo”. ¿Por qué no dijo que fuimos predestinados para esperar en Cristo? Porque no era la intención de Pablo educarnos en creer que estábamos destinados para salvarnos. La intención de Pablo es detallarnos todas las cosas que Dios dispuso en su plan para bendecir a los que están en Cristo, no cómo Dios nos destinó para estar en Cristo.  Para colmo recuerda como llegaron a Cristo; “habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído.” No llegaron porque Dios los puso a oír ni porque Dios los puso a creer. Eso no es lo que sugiere el texto. El tema del pasaje es cómo Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en Cristo a los que primeramente esperábamos en Cristo.
Entonces ¿cómo interpretamos “que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”? Los que necesitan la predestinación quieren que lo interpretemos como que Dios hace que todo ocurra y que ése es el decreto de Dios. Cuando dice aquí todas las cosas, se refiere a “toda bendición espiritual” del verso 3 que son las que va a detallar, son las cosas que va a reunir en Cristo, (verso 10) y son las cosas que Él va a hacer en nosotros que son para que seamos para alabanza de su gloria. El pasaje no contempla que los perdidos, los seres caídos y la maldad del mundo van a ser reunidas en Cristo o que de alguna manera contribuyen a que seamos para alabanza de su gloria. Pero los calvinistas quieren que veamos en el verso 11 que Dios hace que todo lo que ocurre es porque Él hace que ocurra. Quieren probarnos que ese decreto eterno mediante el cual Dios controla todo lo que ocurre está descrito en ese verso 11.
Tres cosas son para alabanza de su gloria en este pasaje: haber sido adoptados y aceptados en Cristo (verso 6 y 7), que los que primeramente esperaban en Cristo fueron predestinados para que tuvieran herencia (verso 11 y 12) y que fuéramos sellados con el ES como arras de nuestra herencia, (versos13-14). El pasaje no provee para que todas las cosas malas y negativas que hay y acontecen en el universo sean incluidas entre las cosas que son para alabanza de su gloria.
Y si extendemos el contexto hasta el verso 22 que dice “y sometió todas las cosas bajo sus pies”, menos incluye todo el acontecer del universo bueno y malo. Dice “y lo dio  por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.” Cristo no puede ser cabeza de las cosas malas en el universo, así como es cabeza de la iglesia.  El que tenga autoridad sobre los seres espirituales malos como dice en el 21, no significa que controla o dirige sus acciones. Cuando dice “todas las cosas” se sigue refiriendo a las bendiciones mencionadas en el verso 3. Así que podemos descartar que el cap. 1 de Efesios se refiera al decreto absoluto de Dios. Dios no está haciendo que todo ocurra en el universo.  Los que necesitan la predestinación no saben qué hacer con los siguientes textos.
"Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra."  MATEO 6 :10
"Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos."  1 CORINTIOS 15: 28
"Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas."  HEBREOS 2: 8
Estos tres textos junto con el verso 22, no solo impiden que veamos el decreto eterno en el verso 11 sino que también impiden que veamos la soberanía de Dios como que está controlando todo lo que ocurre en el universo como si fuera un panteísmo.
En resumen, la definición de Calvino Llamamos predestinación al eterno decreto de Dios, no puede ser sostenida ni por Ef. 1:11 ni por el pasaje desde el 3 hasta el 23. El pasaje solo provee para decir que Dios predestinó varias cosas en Cristo para ser manifestadas en los salvos y “todas esas cosas” Él las hace según el designio de su voluntad en los que están en Cristo. No provee para decir que predestinó a nadie para que estuviera en Cristo. El que está en Cristo está predestinado para ser adoptado, para recibir la herencia, para ser santos y sin mancha, para alabanza de su gloria, etc.

Así que Berkhof en éste pasaje citado en el principio, utiliza el mismo truco de los calvinistas de sacar de contexto un pasaje para convencernos de que Dios decretó todo para que ocurriera de antemano y que nada ocurre fuera de su control.