En la sección anterior
nos quedamos en los ejemplos bíblicos que da Berkhof para “probarnos” los
decretos. Les expuse por qué no prueban los decretos. En esta sección
continuamos viendo como Berkhof justifica o trata de convencernos de la
necesidad del concepto del decreto.
“El decreto
de Dios puede definirse con el Catecismo Menor de Westminster, como: "Su propósito
eterno, según el consejo de su propia voluntad, en virtud del cual ha
preordenado para su propia gloria todo lo que sucede.”
Podemos aceptar que
Dios tiene un propósito eterno. Primero porque la Biblia dice que Dios es eterno.
Dios sabe todo y lo sabe antes de crearlo. Como es soberano, que está, sobre
todo, nada ni nadie puede alterar su plan o su acción. Por lo tanto, todo
sucede según él lo pre ordenó para que sucediera. Hasta ahí estoy de acuerdo. El
problema es que esta gente no contempla que Él pudo haber preordenado que las
acciones de los seres creados con voluntad no estuvieran preordenadas y que pre
ordenó que ocurrieran arbitraria y subjetivamente según los seres escogieran
actuar en acuerdo al propósito del creador o en descuerdo. El problema es que
en la Biblia vemos a Dios interviniendo para que ciertas criaturas actúen de
cierta manera para un propósito u objetivo en particular y en el resto de la
Biblia leemos que las criaturas actúan de acuerdo o en desacuerdo con el plan o
propósito o decreto o mandamiento de Dios y Dios premiando o castigando cada
acción. El problema es que en cada situación el contexto es explícito en
describir quien hace la acción o guarda un silencio sospechoso sobre si Dios
pre ordenó de antemano lo que estamos leyendo.
Así que yo puedo estar
de acuerdo con el Catecismo Menor de Westminster si preordenado incluye que
Dios pre ordenó el libre y arbitrario ejercicio de la voluntad de sus
criaturas, entiéndase libre albedrío, aunque los que necesitan la predestinación
ya están adoctrinados para reaccionar alérgicamente al concepto.
El problema es que la
Biblia no tiene un disclaimer en el principio que indique: “TODO LO QUE VAN A
LEER ES EL RESULTADO DE UN DECRETO QUE EL CREADOR HIZO. CUALQUIER PARECIDO CON
DESTINO O FATALISMO NO ES COINCIDENCIA. LAS
CRIATURAS NO TENIAN OTRA FORMA DE ACTUAR DISTINTA A LA DESCRITA EN EL RELATO.
TODAS LAS ACCIONES Y CONSECUENCIAS HAN SIDO ORDENADAS Y TODAS SON PARA LA
GLORIA DE DIOS.”
Ese disclaimer o advertencia
está en las teologías que enseñan la predestinación. Es bien difícil creer que
la predestinación o en este caso, el decreto, sea una revelación o la conclusión inevitable a la que
uno llega si lee la Biblia de tapa a tapa y lee el contexto en el que ocurre
cada acción de Dios o de los hombres en especial en los pasajes utilizados por
los que necesitan la predestinación para probarnos su teología. En la Biblia
vamos a leer que Dios predestina, decreta, elige, etc., pero lo hace sobre
acciones o seres para situaciones o condiciones específicas y no que corre el
Universo como los deístas o los panteístas lo proponen. ¿Qué cosa después de
los mandamientos es más parecida al concepto del decreto que las promesas? En
una promesa está la voluntad, la intención y el deseo de Dios contenidos.
¿Significa eso que la promesa se va a cumplir inevitablemente en el que se
entera de ella? Sabemos que no. La mayoría de las promesas son condicionales.
Veamos un ejemplo.
"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu." ROMANOS 8: 1 Según
esta promesa los que están en Cristo están hechos. No tienen que preocuparse
por nada. Chilling. Pero ahí mismo hay una condición o definición: los de Cristo
no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Según los que
necesitan la predestinación no hay ningún problema porque el Dios que te
predestinó para que te salvaras te predestinó para que anduvieras en el
Espíritu . Y según los versos del 2-4
los de Cristo no andan según la carne. Del verso 4-8 los de la carne son
“otros” no nosotros. Pero del 9 en adelante como que lo de andar en la carne no
es problema de “ellos” sino de “vosotros”.
"Mas vosotros no
vivís según la carne, sino según el Espíritu, si
es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no
es de él." 9
"Pero si Cristo está
en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto
a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia." 10
"Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,
el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora
en vosotros.” 11
"Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos
conforme a la carne;" 12
"porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir
las obras de la carne, viviréis." 13
"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios.” 14
"Pues no habéis recibido
el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!" 15
"El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios."
16
"Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si
es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados." 17
Si vemos en estos
textos, ya lo de andar en la carne no es un problema exclusivo de los que “no
son de “Cristo”, ahora es un problema de “vosotros”. Vean en azul todo lo que
nos concierne. Noten que no vivir según la carne depende de que el Espíritu
esté en nosotros y tener el Espíritu depende de estar en Cristo (verso 9). Estar
en Cristo es tener tu espíritu vivo, aunque tu cuerpo siga muerto por causa del
pecado (verso 10). Si el Espíritu está en ti, vas a resucitar (verso 11). Pero
vemos en el 12 y 13 que vivir o no en la carne es tu opción, no depende del
Espíritu. El Espíritu es el instrumento que vas a utilizar para matar tu carne.
Volviendo al 9, que nos describe que hay que estar en Cristo para tener su
Espíritu y no vivir en la carne, aquí nos dice que no es automático. Hay que
utilizar el Espíritu para hacer morir la carne. Cuando vemos en el 14 que hay
que ser guiados por el Espíritu y eso nos designa o señala como hijos de Dios,
no lo tenemos que ver como que Dios nos pre ordena a vivir en el espíritu como
lo ven los de la predestinación, sino que lo tenemos que ver en el contexto del
13 “si hacéis morir las obras de la carne”. La guianza no hace morir las obras
de la carne. El Espíritu no hace morir las obras de la carne. Tú haces morir
las obras de la carne con la ayuda del Espíritu. Como la carne está en
oposición a lo que Dios quiere hacer en nosotros, (lo vemos desde el capítulo 7
y en los versos del 5-8), los que estamos en Cristo tenemos que elegir vivir en
el Espíritu, y no en la carne, tenemos que elegir entre ser guiados por el
Espíritu o ser guiados por la carne.
El contexto desde el
capítulo 7 viene hablando de la realidad de la carne en nuestras vidas y la
inevitable tensión y el conflicto que enfrentamos, aunque estamos en Cristo.
Pero al estar en Cristo tenemos el Espíritu y por lo tanto tenemos la opción de
no vivir para la carne. Al decidir vivir en el Espíritu para no cumplir con la
carne, su Espíritu nos guía en la tarea de hacer morir las obras de la carne.
Vivir en esa guianza nos identifica como hijos de Dios. Esto concuerda con Heb.
10:9-10, "y diciendo
luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero,
para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre."
Volviendo a lo de qué
tiene que ver este pasaje con las promesas. Pues en Rom. 8:1 vimos que no hay
condenación para los que están en Cristo. Esa es la promesa. Pero al ver 7
veces la palabra “si” en los textos del 9-17, me parece que lo de estar en
Cristo y vivir en el Espíritu y disfrutar los beneficios depende de cumplir con
las condiciones descritas en el pasaje y no de que Dios lo decretara desde
antes de la fundación del mundo que no se describe en el pasaje.
Otra cosa parecida al
decreto calvinista es la profecía de Dios. No todo lo que Dios profetiza es
inevitable e irreversible. Veamos algunos ejemplos.
"Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz
un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda,
porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su
muerte."
JUECES 13: 7 aunque no se cita al ángel diciendo “hasta el día de su muerte” el
ángel no la contradijo ni la corrigió cuando habló con Manoa. ¿Cuál es el
ejemplo? Sansón no fue nazareo todos los días de su vida. Y entre los jueces fue
una vergüenza. La profecía en el verso 4 fue que “navaja no pasará por su
cabeza.” No solo pasó navaja, sino que pasó por voluntad de los filisteos.
Segundo ejemplo.
"Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con
poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. Y cuando te
hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está
contigo."
1 SAMUEL 10: 6-7
Según esta profecía
Saúl sería otro hombre por el Espíritu de Jehová y se le “dio un cheque en blanco”.
¿Qué pasó?
"Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho;
no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues
ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre Mas ahora tu
reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al
cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú
no has guardado lo que Jehová te mandó."
1
SAMUEL 13: 13-14
O sea, Dios lo cambia
en otro hombre y le dice “haz lo que te viniere a la mano” y cuando hace lo que
se le ocurre, es desechado. Claro, asumimos que lo que se le ocurriere era
dentro del mandamiento de Dios, pero si Dios lo mudó, ¿cómo se le ocurrió hacer
algo fuera del mandato de Jehová? Podemos decir que fue por ignorancia si no le
habían dicho fuera del récord que iba a ser Príncipe sobre Israel y que podía
hacer lo que le viniere a la mano y que Dios estaría con él pero sujeto a que
todo fuera dentro del mandato de Jehová. Pero si se lo habían dicho entonces lo
hizo por rebeldía, pero ¿cuán efectivo y perdurable fue el que Dios “lo mudó en
otro hombre”? Nos quedan dos opciones; la profecía de Dios en este caso no fue
un decreto inmutable, irreversible e inevitable o Dios decretó desde la
eternidad que Saúl iba a ser mudado en otro hombre para ser rey y que podía
hacer lo que le diera la gana pero que Dios iba a hacer que fuera obediente por
un tiempo y después Dios lo iba a hacer desobedecer para desecharlo y poner a
David por rey. O Dios decreta cosas que no necesariamente se cumplen en los
seres con voluntad o Dios decreta que su decreto no se cumpla en los seres y
así los seres siempre hacen la voluntad de Dios. El problema aquí es que el
texto nos describe lo primero y no nos da la más mínima sospecha de que el propósito
eterno de Dios fue que Saúl fracasara como rey desde antes que naciera. Solo
importando en el texto la definición de decreto en las teologías de la
predestinación es que podemos concluir que Dios decretó de antemano darle un
plan a Saúl y a la vez decretó que Saúl desobedeciera ese plan.
Tercer ejemplo.
"Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a
Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha
encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras Y convocó Saúl a todo el
pueblo a la batalla para descender a Keila, y poner sitio a David y a sus
hombres. Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar
sacerdote: Trae el efod Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene
entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa
mía ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha
oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y
Jehová dijo: Sí, descenderá. Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de
Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os
entregarán.” 1 SAMUEL 23: 12 Este pasaje es un dolor de
cabeza para los que necesitan la predestinación. Dios sabe lo que va a pasar y
dice lo que va a pasar. Pero ¿saben qué? No pasó. ¿Cómo explicamos esto? O Dios se equivoca, o
la presciencia no es decreto ni destino y los seres pueden tomar decisiones a
favor o en contra del preconocimiento de Dios. Claro, sabemos que Dios no se
equivoca por lo tanto o Dios decretó que no pasara algo que dijo que iba a
pasar o los seres son libres para actuar distinto a la voluntad de Dios.
Cuarto ejemplo.
"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y
apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos,
como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" MATEO 23: 37 Como que
el soberano de toda la tierra quiso y los judíos no quisieron. ¿de quién se
hizo la voluntad? O Dios decretó que los judíos no quisieran lo que Dios quería
o los seres pueden querer algo distinto de lo que Dios quiere para ellos. Aquí
fue Jesús quien escogió las palabras. Jesús pudo haber dicho “yo decreté que
nunca se juntaran bajo mis alas y para mi gloria hice que no se juntaran” o
mejor no hubiera dicho nada y tendríamos menos que discutir.
Quinto ejemplo.
"Mas los fariseos y los intérpretes de la ley
desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados
por Juan."
LUCAS 7: 30 Según los teólogos calvinistas los designios de Dios fueron
decretados desde la eternidad, “El decreto de Dios
puede definirse con el Catecismo Menor de Westminster, como: "Su propósito
eterno, según el consejo de su propia voluntad, en virtud del cual ha
preordenado para su propia gloria todo lo que sucede.” y aquí tenemos a
los fariseos desechando esos designios eternos. O Dios decretó que los fariseos
desecharan los designios indesechables o los seres pueden desechar
voluntariamente los designios y propósitos de Dios para sus vidas.
Sexto ejemplo.
"Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la
Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas,
que fue guía de los que prendieron a Jesús y era contado con nosotros, y tenía
parte en este ministerio." HECHOS 1: 16-17 Judas es otro dolor de cabeza. Aquí dice
que “era parte de este ministerio”. ¿Era o no era parte del ministerio? ¿El
ministerio era hasta la crucifixión o continúa hasta este momento que Pedro
está hablando? Todo el mundo asume que Judas estaba destinado a perderse, pero
¿cómo era parte del ministerio? ¿Jesús tenía dos ministerios? ¿Uno Para Judas y
otro para los 11? Cuando se lee en este pasaje “que se cumpliese la Escritura”
se asume que la Escritura dice que Judas se iba a perder. Los posibles pasaje son;
"Aun el hombre de mi
paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el
calcañar." SALMOS 41: 9
"Sea su palacio asolado; En sus tiendas no haya
morador. Porque persiguieron al que tú heriste, Y cuentan del dolor de los que
tú llagaste Pon maldad sobre su maldad, Y no entren en tu justicia. Sean raídos
del libro de los vivientes, Y no sean escritos entre los justos." 69 :25- 28
"Sean sus días pocos; Tome otro su oficio." 109: 8
Examinando el primero,
partiendo de la premisa de que habla de Judas, solo profetiza que es un cercano
de confianza que lo va a patear (calcañar es el talón), por lo tanto podemos
inferir traición pero no perdición. El segundo asumiendo que se refiere a Judas
(lo cual es dudoso pues todo el salmo habla de enemigos en plural) no profetiza
que se van a perder. Es el deseo del profeta que sean borrados del libro de los
vivientes lo cual pudiera querer decir que se mueran y que no sean escritos,
que no se salven. No hay nada en el salmo que asegure que eso es lo que va a
pasar. Lo que Pedro cita es el 69:25 que no habla de los enemigos sino de sus
propiedades, que queden abandonadas El tercero (109:8), que Pedro menciona en
el verso 20, tampoco predice que se va a morir. Se desea que sus días sean
pocos y que otro lo sustituya. El otro pasaje que habla de la perdición de
Judas es Juan 17: 12, "Cuando
estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste,
yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para
que la Escritura se cumpliese." Aquí tenemos el mismo problema; no
sabemos a qué escritura se refiere. Todos asumen que se refiere a las ya señaladas,
pero ninguna predice que Judas se iba a perder. Falta la profecía de Zacarias
11:12 de las treinta piezas de plata, y ahí tampoco se habla de la perdición.
Entonces, ¿de qué habla Jesús? Cuando menciona la Escritura se está refiriendo
a la traición de Judas al rechazarlo y venderlo. Pero es que Pedro lo traicionó
a pesar de que Jesús intercedió por él. Todos huyeron cuando Jesús fue
arrestado. ¿Qué hace la traición de Judas especial o distinta a la de Pedro? El
texto nos dice que creyeron que fue profetizada y la de Pedro no. Pedro se
arrepintió y Judas no. ¿Por qué Jesús lo llama el “hijo de perdición”? Aquí
podemos invocar la presciencia de Dios. Anteriormente dije que presciencia no
significa que se va a cumplir. Pero en éste caso se cumplió. ¿Porque Dios hizo
que se cumpliera o porque Dios vio que Judas no se iba a arrepentir? ¿Se perdió
porque Dios lo hizo perderse o se perdió a pesar de que Jesús lo guardó? Jesús
dice que los guardó a todos y ninguno se perdió excepto Judas. Así que no se
perdió porque Jesús no lo guardó. Se perdió porque distinto a Pedro, no creyó
que su traición fuera perdonada. No porque Dios lo predestinó a suicidarse.
¿Cómo lo sé? "para
que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por
transgresión, para irse a su propio lugar." Hec.1:25. En el
original no aparece transgresión, solo cayó y ese cayó está en voz activa. Judas
provocó la acción. Si Dios hubiera provocado la acción hubiera aparecido en voz
pasiva. Tenía que haber dicho “del que
Judas fue sacado o eliminado” para poder decir que algo lo hizo caer. “Irse” sí
está en pasivo, pero no porque lo llevaron sino porque ya él no tiene control
alguno de su posición final una vez tomó la decisión de no arrepentirse como
hizo Pedro. Resumiendo, Judas estaba predestinado para traicionar a Jesús y
venderlo por 30 piezas de plata. No para perderse. Como dije al principio, si Dios
predestinó a Judas para que se ahorcara, la Escritura guarda un silencio
sospechoso al respecto
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