martes, 27 de septiembre de 2016

El Desierto - Parte VI

Hemos estado viendo como independientemente de la clase o proceso por el cual Dios te tiene en el desierto, uno de éstos o los tres a la vez, son el ambiente que Dios utiliza para facilitar el propósito suyo en ti. Es el “el caldo en donde Dios te va a guisar”. Contrario a la soledad, está la mucha compañía o responsabilidad con o hacia la gente, que te privan o deterioran tu intimidad con Dios. Entonces Dios te deja sólo para que lo atiendas a Él.                   
Contrario a la incomodidad, está la comodidad, la abundancia, el mucho tener y por lo tanto mantener, que te acaparan todo el tiempo y no te queda tiempo para ocuparte de las cosas del espíritu. Entonces el labrador tiene que “limpiar la vid” para que retoñe y vuelva a dar fruto.
                                                                
Contrario a la muerte, cuando tu vida la vives para ti, para el yo, para la carne; cuando tú mandas y no Dios, cuando son tus prioridades y no las de Dios, cuando son tus planes y no los de Dios, cuando son tus metas y no las de Dios, cuando eres tú pidiendo y no estás dando, cuando eres tú persiguiendo tus gustos sin preocuparte por agradar a Dios, cuando eres tú buscado tu propia justicia, defendiéndote, amontonándote valor propio, comparándote con los demás para quedar siempre bien, dando el máximo para ganar el reconocimiento de los demás y no el de Dios, Cuando diriges la empresa “Saca Pajas De Los Ojos y Algo Más .com”, Cuando vives para criticar, juzgar, “mejorar ”a los demás, porque ya terminaste contigo, cuando tu vida es yo, mío, conmigo, para mí, me gusta, me gustaría, dame, tú no me, to’pacá na’pa ‘llá, etc. etc…. Dios no te lleva al desierto. Convierte tu vida en un desierto y te mata en él. "Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti,para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada." JER. 6: 8 
                     
Hay cuatro formas de ir al desierto; Dios te lleva, alguien te hace huir allí, tú pecas y te ganaste un pasaje, tú decides ir.
                                                                                  
Hemos estado viendo cuando Dios te lleva, para qué te lleva. Para hablar a tu corazón, en la soledad, para usarte en el desierto y para enseñarte. Cuando te lleva para enseñarte vimos como lo hace para desintoxicarte, deprogramarte, y para poner su ley y su propósito en tu vida.  También lo hace para darte victoria sobre el diablo, el mundo y tu carne. Al igual que a Jesús; a prepararte para vencer todo conflicto que vayas a enfrentar más adelante.
                                           
En esta sección voy a tratar de cubrir las razones restantes por las cuales dios te podría llevar al desierto.
                                                                                                        
A. Meramente Dios te deja ahí.  "¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?" LUCAS 15: 4
            
“Jehová es mi Pastor, nada me faltará, aunque ande en valle de sombra y de muerte no temeré mal alguno.” El Buen Pastor no peca de negligencia. El sabe tomar medidas para que el rebaño no corra peligro. David dejó las ovejas al cuidado de alguien. 1 Sam. 17:20. Cuando algo no se menciona en la Biblia es o porque es obvio o porque no es necesario. En Lucas es obvio que el propósito de la enseñanza no es que las noventa y nueve no importan, sino que la que se perdió es importante. Tan importante como para tomarse la molestia de buscar el mejor lugar para dejar las noventa y nueve, buscar a alguien que las vele e invertir tiempo en buscar la perdida. Al igual que en el Hijo Pródigo que el amor por el hijo que se fue no canceló el amor por el hijo que se quedó, Jesús estaba atacando en ése momento la actitud de los fariseos de “éste a los pecadores recibe y con ellos come”. Los fariseos con su escala de valores, padecían tanto de una actitud crónica para desahuciar gente, que prácticamente solo ellos se salvaban. Jesús quería dejarles claro que el Padre hacía todo lo posible por salvar a los desahuciados por ellos. Por lo menos dejó claro que estaba dispuesto a amarlos, aunque no tanto como a secuestrarlos.
                                                     
Aclaro esto pues alguien oye que el Padre hizo todo lo posible por salvarlos, que  al interpretarlo a la luz del “ay bendito” puertorriqueño, terminan pagándole el vicio al hijo adicto, cuidándole los hijos al hijo o la hija que fornican, no metiendo preso al hombre maltratante o que no paga pensión alimentaria, manteniendo al nene o a la nena de veinte que no trabaja pero que tampoco se decide qué va a hacer, no le ponen controles al hijo adolescente “para que no se rebele”, no le dan fuete al nene “para que no llore” y hasta le dan el bibí al nene de 6 o 7, etc. ,etc…
                               
Volviendo al desierto, Dios nos deja ahí no solo porque es lo conveniente, sino porque nos ama. Tenemos que creerlo. Si te quieres graduar tienes que creer en su amor. Más que en su soberanía, más que en su inteligencia, tienes que descansar en su amor. Recuerden que Dios te lleva al desierto a probarte “para saber lo que había en tu corazón”. Cuando estés ahí, observa qué brota de tu corazón. ¿Duda? ¿Enojo? ¿Tristeza? ¿Por qué? Tiene que salir amor, gozo, paz, etc.
                                               
B. Dios te lleva a descansar. "Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer." MARCOS 6: 31
                                                     
Somos experto complicándonos la vida y si no, vivimos rodeados de gente que nos la quieren complicar. A veces las cosas se nos “salen de las manos” y Dios aplica un remedio drástico, te quita todo para que descanses. A veces dios te “saca de carrera” para que delegues el control. Queremos correrlo todo, estar en todo, supervisar todo, nos creemos imprescindibles, y talvez lo seamos. A veces creemos que estamos bregando con un “chorro” de incapacitados que no se les puede delegar nada, y talvez sea cierto. OK, pero te estás quemando. Entonces Dios programa un descanso terapéutico y pedagógico para nosotros. Nos lleva al desierto.
               
C. Dios te lleva para protegerte.  "Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. " ÉXODO 13: 17-18

Dios puede ver por nosotros a dónde nos llevan nuestras decisiones o lo que el diablo tiene preparado para nosotros que no vamos a poder enfrentar. Si estamos preparados “no problema”. Creceremos.  Si no, perdemos y nos atrasamos o retrocedemos. Y aunque Dios tiene toda la eternidad para lograr sus propósitos, nosotros no.
      
D. Dios te lleva para glorificarse. "Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así." ÉXODO 14: 3-4
                   
Dios nos lleva a situaciones imposibles para que no quede duda de que Él es la solución. Él es la respuesta. Y lo que El hace lo hace de tal manera que lo contaremos de la misma manera siempre. "y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos." ÉXODO 14: 7 El historiador Josefo dice que además fueron cincuenta mil jinetes y doscientos mil de infantería. Alguien dijo: si tu problema no requiere un milagro no cuentes conque Dios se presente. Si Dios te pone en una situación imposible, tranquilo. Él está a cargo.

domingo, 18 de septiembre de 2016

El Desierto - Parte V

En la sección anterior escribí por qué Dios se la pone difícil al que no quiere saber de Él. Ampliando sobre eso digo que quien muestra desinterés sobre algo tan valioso, Dios no le va a premiar su desinterés. De ahí los textos tan poco promocionales como “no tirar las perlas a los cerdos” y “sacudir el polvo de nuestros pies”. También tenemos "¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?" "Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios," ROMANOS 2: 5

Así que Dios no premia el desinterés o menosprecio de su oferta de salvación y por otro lado tampoco va a acomodar o a hacer más apetecible, cómodo o conveniente su oferta para que más personas se interesen. Dios pone su ofrecimiento difícil o simple o poco glamoroso para dejar claro que si uno se interesa en aceptar la oferta como Dios la presenta en Cristo, no hay excusa para aquel que no se interesa. Aunque se la pongan fácil no se va a interesar. "Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos” MATEO 11 :16-19 Si alguien puede responder es porque todos pueden responder. "Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado." JUAN 15: 22 

Volviendo a la lección anterior y sobre por qué Dios te pone en situaciones de “desierto”, puede ser para que alguien en necesidad se acerque para saber cómo es que tú estás contento o conforme en una situación así. Son personas que están pasando por una situación igual a la tuya y quieren saber qué te sostiene. A lo mejor ellos te ven en un desierto que tú no ves. Y eso es precisamente lo que Dios usa para alcanzarlos. Ellos ven una respuesta en ti que a ellos se les escapó.

Por otro lado, Dios te pone en un desierto que solo para ti lo es cuando Dios lo quiere es tocar gente que ni siquiera saben que están en un desierto. Un ejemplo de Dios llevándote al desierto para alcanzar a alguien interesado lo tenemos en Hechos 8:26 "Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto." 

Un ejemplo de Dios llevándote a un desierto para alcanzar a alguien que ni sabe que está perdido lo tenemos en Hechos 16:23, El carcelero de Filipos.

Entrando en el tema de ésta sección al cual título El Desierto Como Escuela.  El tema: Dios te lleva para enseñarte.

Primero, Dios te lleva para enseñarte su ley.

"Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá." EZEQUIEL 20: 10 El pueblo de Israel estuvo 430 años en Egipto. Primero “en las papas” y luego en la esclavitud. En ése periodo quedaron intoxicados de Egipto. Egipto era todo lo que conocían y tenían. No había tal cosa como una tierra prometida en sus mentes. No había tal cosa como una nación más poderosa que Egipto que los rescatara. Bueno o malo Egipto era pasado, presente y futuro. La situación llegó al punto descrito en Ex. 2:25. "Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.” Dios los reconoció cuando clamaron a El. Antes de clamar a Jehová no había Dios a quién clamar. No tenían a Dios en cuenta.

Si Dios los quería para cumplir su propósito en ellos, Dios tenía que sacarlos de lo conocido, de su realidad, de su experiencia. Manifestarse solo a ellos, sin distracciones, sin competencia. Desintoxicarlos, borrarles el programa de Egipto para luego enseñarles su ley, su carácter, su voluntad.

¿Logró Dios su propósito al llevarlos al desierto? NO y veremos por qué. Dios los sacó de Egipto, pero no pudo sacarles a Egipto del corazón.

"entonces les dije: Cada uno éche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios. Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. Y no dejó sus fornicaciones de Egipto; porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron sus pechos virginales, y derramaron sobre ella su fornicación. Aun multiplicó sus fornicaciones, trayendo en memoria los días de su juventud, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto. Y se enamoró de sus rufianes, cuya lujuria es como el ardor carnal de los asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos. Así trajiste de nuevo a la memoria la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios comprimieron tus pechos, los pechos de tu juventud." EZEQUIEL 20:7-8, 23: 8, 19-21 "Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto," HECHOS 7: 38-39   Si eso fue sacándolos al desierto y mostrándoles su Gloria, imagínense si hubiera tratado de enseñarles su ley en Egipto.

Esto nos enseña que el desierto provee, propicia, facilita, incluso puede ser el propósito de Dios en llevarte ahí para la enseñanza, pero nada de eso garantiza el aprendizaje.

Tu puedes llevar el caballo al río a beber, pero no puedes obligarlo a beber. El desierto establece las condiciones para que ése corazón con déficit de atención hacia Dios, preste atención, pero no obliga al corazón a prestar atención. Tú tienes que obligarlo a que preste atención. "Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto," HEBREOS 3: 7

"Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz." DEUTERONOMIO 10: 16

Esto nos lleva a lo segundo: Dios te lleva al desierto para exponer lo que hay en tu corazón. El éxito de aprender algo en el desierto va a depender de tu corazón. El objetivo de Dios en enseñarte su ley va a ser tu corazón. "Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga." DEUTERONOMIO 8:2,3, 5

Tercero: Si tu corazón está dispuesto, Dios te lleva para darte revelación.  En Gal. 1 17, Pablo dice que estuvo tres años en Arabia y Damasco (desierto), pero en el 11-12 dice que el evangelio le fue revelado directamente por el Señor. Deducimos que fue en ése periodo de aislamiento.

Cuarto: Dios te lleva a entrenarte para lo que viene. En Mateo 4:1 vemos que Jesús fue llevado al desierto para ser tentado por el Diablo. A veces tu desierto va a ser una batalla contra algo que Dios quiere que superes con su Gracia y Sabiduría.

¿A qué fue Jesús llevado al desierto? A prepararlo para todo el conflicto que enfrentaría en los próximos 3 años. Si Jesús era Dios, ¿no podía conquistar todos los conflictos? ¿No tenía la victoria asegurada? Cristo era todo Dios, pero también era todo hombre. Y como hombre tenía que vencer los mismos tres enemigos que nosotros tenemos que vencer; Al diablo, al mundo y a la carne. Vimos en la serie Como Bregar Con El Pecado, que éstos 3 enemigos están conectados entre sí y el peor es nuestra carne que nos traiciona con su capacidad de engañar y auto engañarnos y abre puertas al diablo y al mundo para que éstos tengan acceso a nuestro hombre interior.

Jesús tenía que ir al desierto a asegurarse que “la soga no partiera por el la’o más finito”; su carne. Pero ¿podía la carne de Jesús pecar? Teóricamente sí. "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado." HEBREOS 4: 15

Si fue tentado es porque su carne era vulnerable. "sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido." SANTIAGO 1: 14 La carne de Jesús era casi como la de Adán, ambos fueron formados por Dios, pero Jesús tenía más carne que Adán pues heredó 23 cromosomas de María. Adán no tuvo madre. Sin embargo, Adán pecó sin haber conocido pecado. En ése sentido es que podemos teorizar que la carne de Jesús podía pecar. Si no podía pecar entonces fue un “show” y ¿dónde queda la gloria? ¿Dónde está el mérito?

Aparte de la teoría podemos aplicar el mismo análisis que utilizamos con la oración, si no lo necesitaba, lo hacía por amor. Si lo necesitaba, ¿cuánto más nosotros? Aplicamos lo mismo al desierto. Si no necesitaba ir al desierto para ser tentado, lo hizo por amor- ¿por amor al arte’, y si lo necesitaba; ¿cuánto más nosotros?  Como quiera Jesús es nuestro ejemplo. "Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;" 1 PEDRO 2: 21

miércoles, 14 de septiembre de 2016

El Desierto - Parte IV

En la enseñanza anterior vimos el desierto en su soledad y por qué en ocasiones Dios quiere verse a solas con nosotros. La gente, la compañía y en casos particulares, la responsabilidad que tenemos hacia otros; nos distraen o nos separan de estar a solas y aparte con Dios.

Vimos a Jesús, uno con el Padre, que se apartaba a orar. Si no lo necesitaba lo hacía por amor. Si lo necesitaba, ¿cuánto más lo necesitamos nosotros?

Vimos en el caso de los apóstoles, de 78 versos que mencionan la oración, sólo 6 sugieren el estar por ahí todo el tiempo orando. 72 muestran que los apóstoles se dedicaban a orar sin hacer otra cosa o mientras hacían otra cosa.

Hasta ahora vemos tres elementos que encontramos en el desierto: soledad, incomodidad y muerte. Vemos 4 formas de llegar al desierto: Dios te lleva, alguien te hace ir ahí, tú te lo buscas y tú decides ir. Esto descarta la casualidad. Hay causalidad. ¿Tiene todo el mundo que pasar por un desierto en algún momento? No necesariamente. Hay santos que se someten a la muerte, a la renuncia de todo y a la intimidad con Dios con tanto placer y dedicación que Dios los encuentra ahí. No tiene que llevarlos. Son personas que mueren siempre. No sienten diferencia entre escasez y abundancia, entre soledad y compañía, entre estar vivos o muertos pues su todo es Cristo. No los vemos pecando porque saben matar el pecado cuando nace en su mente. El pecado es abortado desde su concepción.

Lamentablemente la mayoría de nosotros todavía no señoreamos so bre los apetitos y manías de la carne y por lo tanto el Señor va a intervenir en ésas áreas para “darnos una ayudita”.  "Tu vara y tu cayado me infundirán aliento." SALMOS 23: 4 "y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.” HEBREOS 12: 5-6
                        
La buena noticia es que cuando uno ha ido al desierto y muere a algo, cuando uno ha sido quebrantado en algún área, ha completado la disciplina en algún aspecto de su vida, ya no hay necesidad de pasar por lo mismo pues uno adquiere victoria sobre eso. "Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” HEBREOS 12: 10-11
Juan Wesley hablaba de la no tentación cuando hablaba de la perfección cristiana. Watchman Nee hablaba de la reacción que uno experimenta cuando ve en otro lo que ya fue quebrantado en uno.  

En ésta parte vamos a hacer un paréntesis de los tres elementos, incomodidad, soledad y muerte, (ya cubrimos incomodidad y soledad), para estudiar una de las causas por las cuales Dios te puede llevar al desierto. Dios puede llevarte para que ministres en el desierto. Dios puede usarte en el desierto.
"Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados." Marcos1: 4 "y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto." LUCAS 3: 2 Dios puede llevarte al desierto para usarte ahí. Y ¿quién va a ir al desierto a escuchar a un loco?

Dios no tiene compromiso alguno con los métodos, las costumbres, las metas o las expectativas de los hombres. Es un principio bíblico que a Dios le place glorificarse con lo poco o la nada a los ojos de los hombres. " porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación." LUCAS 16 : 15 "Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;  sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia."1 COR. 1: 26-29 (como quiera siempre hay un morón que se jacta)

Juan y Jesús son los ejemplos más notables.  Sacaron F en mercadeo y relaciones públicas. En Puerto Rico decimos “se colgaron”. Dios viene a inaugurar su reino y trae a éstos desajustados sociales como agentes o representantes de ventas. Y sin gabán y corbata pa’acabar de chavar la cosa.

¿Por qué Dios se la pone difícil al hombre? ¿Por qué Dios no presenta su Evangelio de una forma más apetecible, más “appealing”, más fácil?
El pueblo estaba a la expectativa de un salvador. Los verdaderamente interesados iban a dejar la comodidad de la ciudad e iban a ir al desierto, a la incomodidad, a hacer lo que fuera con tal de enterarse. Cuando uno tiene interés en algo uno se sacrifica. Dios quiere ver interés de parte del hombre. Dios puso sumo interés en eliminar la barrera entre Él y el hombre. De ahí que tenemos éstos textos con poco protocolo. "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” "Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies." "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan." Mat 7:6,10:14 y 11:12

“Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." HECHOS 14: 22

Dios quiere que pongas interés, ánimo, propósito en sus cosas, pues El se interesó primero.

Dios te lleva al desierto para usarte allí; número uno, para glorificarse en lo poco. Número dos para que aparezcan los verdaderos interesados, número tres para manifestarse donde menos la gente se lo espera. Lo que para ti puede ser una situación de desierto, es el lugar o situación donde Dios va a tocar gente “que no tiene interés en ser tocados por Dios”.

A veces tú te preguntas por qué Dios te tiene trabajando donde te tiene. O por qué vives en el vecindario en donde vives. O por qué vives con los familiares con que vives. Para ti no es cómodo estar ahí, o no ganas el sueldo que quieres o no haces lo que te gusta hacer o todo el mundo te cae mal o tú le caes mal a todo el mundo, pero es en ésa situación en donde tú crees que no estás sacando nada para ti es que Dios te necesita para alcanzar a alguien que no quiere saber de Dios o algún herido, o alguien abusado y esclavizado por el diablo, o alguien que ni tan siquiera sabe que necesita ser salvo porque ni siquiera se le ocurre que está perdido.

Por eso Dios te puede llevar a un desierto: para usarte.

lunes, 5 de septiembre de 2016

El Desierto - Parte III

Esta serie del desierto en la Biblia tiene que ver con el trato de Dios con nosotros. Servimos a un Dios transformador y santificador. Un Padre que disciplina.

El propósito de Dios es que seamos hechos conforme a la imagen de Jesucristo. Rom. 8:29 "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." Si tu espejo está funcionando y la gente alrededor tuyo son sinceros sabemos que falta mucho por mejorar. Por eso Dios interviene para propiciar el proceso, Dios es eterno, pero solo cuenta con nuestra corta vida para lograr ése propósito terno. Dios utiliza muchas formas para formarnos. El desierto es una de ellas.
 
En la lección anterior y resumiendo, vimos que Dios tiene que sacarnos al desierto pues la comodidad de la bendición nos desenfoca de su propósito. Vimos el principio bíblico de que las cosas de éste mundo, incluyendo su ´provisión abundante nos puede echar a perder. Entonces Dios nos saca del “comfort zone”, la zona de comodidad y nos lleva al desierto. Escribí que vamos a estar viendo tres imágenes de lo que representa el desierto; soledad, incomodidad y muerte. En la enseñanza anterior vimos la incomodidad (como la pérdida de las comodidades que nos hicieron apartarnos de Dios).

Enseñé que hay cuatro formas de ir al desierto: Dios te lleva, alguien te hace huir, tú te lo buscas y tú decides ir.

En ésta lección vamos a ver a Dios llevándote al desierto por otra razón distinta a la lección anterior. "Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel." LUCAS 1: 80, "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto" LUCAS 4: 1, "ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco." GÁLATAS 1: 17

En éstos pasajes vemos a Dios llevando al desierto no solo por la incomodidad sino por la soledad. Dios es un Dios personal. Es el Padre nuestro, pero es Padre mío. No siempre la compañía es buena o necesaria. El estar siempre acompañado y por lo tanto entretenido u ocupado con la gente nos puede distanciar de Dios. Una de las trampas más sutiles del diablo es utilizar nuestro sentido de responsabilidad por los demás para separanos de la Fuente. “La gente me necesita, Dios no,” es una de las tácticas más peligrosas que el enemigo usa para alejarnos del Padre.
                                                                   
Otra estrategia es confiar en la Presencia de Dios conmigo y el orar sin cesar. El engaño de ésta estrategia funciona así: Jesús prometió estar conmigo todos los días hasta el fin del mundo. Así yo puedo estar en comunión con El siempre. Orad sin cesar.  Para eso uno tiene que estar en comunión en todo momento. Así que no es necesario apartar tiempo para estar con Él pues yo siempre estoy con El. Así piensan los que “no tienen tiempo para una práctica tan asceta como separarse para orar.” Vamos a ver qué dice Jesús. "Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis." MATEO 6 :5- 8

Veamos qué hacía Jesús. "Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo." MATEO 14: 14 y 23

"Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba." MARCOS 1 : 35    

"Más él se apartaba a lugares desiertos, y oraba." LUCAS 5: 16
"En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios." LUCAS 6: 12
"Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar." LUCAS 9: 18 y 28
"Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos." LUCAS 11: 1

Si en Juan 10:30 Jesús dice que el Padre y él son uno. ¿Tenía necesidad de orar? "Yo y el Padre uno somos."

"¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras." "He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo." "para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste." JUAN 14:10, 16:32, 17:21

¿Tenía necesidad de orar?, o lo necesitaba o le gustaba o nos dio un ejemplo.  ¿Qué decían o hacían los apóstoles?  "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda." 1 TIM. 2: 8 ¿Oraban en todo tiempo en todo lugar sin cesar? O, ¿apartaban tiempo y lugar para orar? En Hechos de 28 capítulos, en 16 se menciona la oración. No vamos a tocarlos todos, pero vamos a tocar uno de los más reveladores para mí. En Hec. 3:1 "Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración." En los Hechos no los vemos comiendo y orando, durmiendo y orando, guiando y orando, ni tods los “endos” y los “andos” y orando.  Sí se menciona junto con la oración el ministerio de la palabra, (6:4), imposición de manos (6:6), recibir el Espíritu Santo (8:15), ver visión (cap. 10), orando y ayunando (cap. 13), orando y cantando himnos, presos y en el cepo); o sea, vemos a los apóstoles y discípulos en Hec. orando sin hacer actividades rutinarias y domesticas simultáneamente como los discípulos del siglo 21.

"Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida."1 CORINTIOS 14: 18-19 Si Pablo hablaba lenguas más que todos y no era en la iglesia, ¿en dónde las hablaba? En su oración privada.

En 1 Cor. cap. 7 Pablo aconsejando a los casados sobre la importancia de la vida sexual dice que solo deben interrumpirla para dedicarse sosegadamente a la oración y volver a juntarse en uno. Sosegadamente se traduce como abstenerse en el sentido de ayuno. En otras palabras, ¿para qué interrumpir la felicidad de la vida conyugal si podemos orar en todo tiempo haciendo de todo?

En 72 versos que hablan de la oración solo en 6 se habla de la oración en todo tiempo o continua.  Rom. 12.12, Ef. 6:18, Col.4:2, 1 Tes. 5:17, 1Tim. 5:5, 2Tim. 1:3

¿Qué quiero decir con esto? Que ¿están en pecado los que no separan tiempo para estar a solas con Dios? No.  Pero si la Palabra detalla que grandes apariciones de Dios revelaciones, ministerios, milagros, ocurrieron a personas que se apartaban para estar a solas con Dios, a mí me da la impresión de que es bueno estar a solas con Dios.

En Jer. 23. 9- 40 habla del error de los falsos profetas, pero el 18 y el 22 son los que resumen. "Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?" "Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras."

No se puede conocer a Dios y su corazón si no estamos en su secreto. La palabra sud significa deliberación estrecha, intima, consulta, secreto.

Dios quiere verse a solas contigo, donde nada te distraiga. Donde te puedas ver contigo mismo y donde puedas escuchar a Dios. Si no practicas el estar en secreto con Dios, Dios te lleva al desierto, a la soledad; para prepararte, descubrirte y luego enviarte.

Dime con quién andas y te diré quién eres.

El Desierto - Parte II

Desierto no es un motón de arena y calor. En la Biblia se define desierto como un lugar solo y deshabitado, con pastos salvajes en donde vemos en ocasiones pastores nómadas.  Las imágenes que más vamos a utilizar del desierto son las de soledad, incomodidad y muerte.

En la enseñanza anterior vimos que uno va al desierto de una de las siguientes maneras:    
  1. Dios te lleva
  2. Alguien te hace huir
  3. Tú te lo buscas
  4. Tú decides ir ahí      
Esto descarta que uno llegue al desierto por casualidad. Hay una causa y hay un propósito. Uno no va perdido, despista’o y de momento queda espeta’o en la arena. Uno ve el cambio, la transición, de un estado de vegetación verde a uno más seco, de prosperidad a escases, de compañía a soledad, de vida a muerte. El caso de Job es el más dramático.                                                                            
Si uno confía, ora y espera, Dios va mostrando su propósito para tu vida.              

El cristiano maduro no pregunta “por qué” sino “para qué”. Aunque ande en valle de sombra y muerte no temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo.           
Repasemos los “cursos” que se ofrecen en el desierto.                                                 

1- Dios te lleva para hablarte.   "Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. "OSEAS 2: 14  ¿Para qué Dios tiene que llevarte a un lugar desierto para hablar a tu corazón? Veamos del 1-13.  "Decid a vuestros hermanos: Ammi ["pueblo mío"]; y a vuestras hermanas: Ruhama ["compadecida"]. Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed. Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución. Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora. Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez. Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades. Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo. Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová."  OSEAS 2:1- 13

Cuando examinamos éste pasaje vemos que todo lo que Dios les dio desvió el corazón del pueblo de seguir a Dios. En el verso 5 le atribuyen a sus amantes su prosperidad y en el 7 y 8 cuando se les ocurre volver a Dios, no le atribuyen la provisión. Hay un principio bíblico que establece que el bienestar y la comodidad te pueden apartar de Dios.                                                                                                
"Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies," "cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios." DEUT. 8: 11-20

"La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. " LUCAS 8: 14

"Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos." 1 TIMOTEO 6 :6-10, 17

"Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:" "Hijo de hombre, notifica a Jerusalén sus abominaciones," "y di: Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea." "Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas." "No hubo ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste." "Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!" "Te hice multiplicar como la hierba del campo; y creciste y te hiciste grande, y llegaste a ser muy hermosa; tus pechos se habían formado, y tu pelo había crecido; pero estabas desnuda y descubierta." "Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía." "Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite;" "y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda." "Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello." "Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza." "Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar." "Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor." "Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras." "Y tomaste de tus vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y fornicaste sobre ellos; cosa semejante nunca había sucedido, ni sucederá más." "Tomaste asimismo tus hermosas alhajas de oro y de plata que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre y fornicaste con ellas;" "y tomaste tus vestidos de diversos colores y las cubriste; y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas." "Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue así, dice Jehová el Señor." "Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado a luz para mí, y los sacrificaste a ellas para que fuesen consumidos. "He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso." "Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité." EZEQUIEL 16: 1-20, 49-50                                                                                                                   
La riqueza, la abundancia, la comodidad, confiar en las cosas en vez de en el que da las cosas, desvían nuestro corazón de en pos de Jehová. Entonces Dios que nos ama y que sabe que le amamos tiene que quitar lo que interviene. 

En algún momento de tu vida Dios te va a privar de cosas que te hicieron olvidar sus mandamientos. Viene la humillación en forma de escases pero volvemos a recuperar la riqueza de una relación con Dios.