Hemos estado viendo
como independientemente de la clase o proceso por el cual Dios te tiene en el
desierto, uno de éstos o los tres a la vez, son el ambiente que Dios utiliza
para facilitar el propósito suyo en ti. Es el “el caldo en donde Dios te va a
guisar”. Contrario a la soledad, está la mucha compañía o responsabilidad con o
hacia la gente, que te privan o deterioran tu intimidad con Dios. Entonces Dios
te deja sólo para que lo atiendas a Él.
Contrario a la
incomodidad, está la comodidad, la abundancia, el mucho tener y por lo tanto
mantener, que te acaparan todo el tiempo y no te queda tiempo para ocuparte de
las cosas del espíritu. Entonces el labrador tiene que “limpiar la vid” para
que retoñe y vuelva a dar fruto.
Contrario a la muerte,
cuando tu vida la vives para ti, para el yo, para la carne; cuando tú mandas y
no Dios, cuando son tus prioridades y no las de Dios, cuando son tus planes y
no los de Dios, cuando son tus metas y no las de Dios, cuando eres tú pidiendo
y no estás dando, cuando eres tú persiguiendo tus gustos sin preocuparte por
agradar a Dios, cuando eres tú buscado tu propia justicia, defendiéndote,
amontonándote valor propio, comparándote con los demás para quedar siempre
bien, dando el máximo para ganar el reconocimiento de los demás y no el de
Dios, Cuando diriges la empresa “Saca Pajas De Los Ojos y Algo Más .com”,
Cuando vives para criticar, juzgar, “mejorar ”a los demás, porque ya terminaste
contigo, cuando tu vida es yo, mío, conmigo, para mí, me gusta, me gustaría,
dame, tú no me, to’pacá na’pa ‘llá, etc. etc…. Dios no te lleva al desierto.
Convierte tu vida en un desierto y te mata en él. "Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma
de ti,para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada." JER. 6:
8
Hay cuatro formas de ir
al desierto; Dios te lleva, alguien te hace huir allí, tú pecas y te ganaste un
pasaje, tú decides ir.
Hemos estado viendo
cuando Dios te lleva, para qué te lleva. Para hablar a tu corazón, en la
soledad, para usarte en el desierto y para enseñarte. Cuando te lleva para
enseñarte vimos como lo hace para desintoxicarte, deprogramarte, y para poner
su ley y su propósito en tu vida.
También lo hace para darte victoria sobre el diablo, el mundo y tu
carne. Al igual que a Jesús; a prepararte para vencer todo conflicto que vayas
a enfrentar más adelante.
En esta sección voy a
tratar de cubrir las razones restantes por las cuales dios te podría llevar al
desierto.
A. Meramente Dios te
deja ahí. "¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien
ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y
va tras la que se perdió, hasta encontrarla?" LUCAS 15: 4
“Jehová es mi Pastor,
nada me faltará, aunque ande en valle de sombra y de muerte no temeré mal
alguno.” El Buen Pastor no peca de negligencia. El sabe tomar medidas para que
el rebaño no corra peligro. David dejó las ovejas al cuidado de alguien. 1 Sam.
17:20. Cuando algo no se menciona en la Biblia es o porque es obvio o porque no
es necesario. En Lucas es obvio que el propósito de la enseñanza no es que las
noventa y nueve no importan, sino que la que se perdió es importante. Tan
importante como para tomarse la molestia de buscar el mejor lugar para dejar
las noventa y nueve, buscar a alguien que las vele e invertir tiempo en buscar
la perdida. Al igual que en el Hijo Pródigo que el amor por el hijo que se fue
no canceló el amor por el hijo que se quedó, Jesús estaba atacando en ése
momento la actitud de los fariseos de “éste a los pecadores recibe y con ellos
come”. Los fariseos con su escala de valores, padecían tanto de una actitud
crónica para desahuciar gente, que prácticamente solo ellos se salvaban. Jesús
quería dejarles claro que el Padre hacía todo lo posible por salvar a los
desahuciados por ellos. Por lo menos dejó claro que estaba dispuesto a amarlos,
aunque no tanto como a secuestrarlos.
Aclaro esto pues
alguien oye que el Padre hizo todo lo posible por salvarlos, que al interpretarlo a la luz del “ay bendito”
puertorriqueño, terminan pagándole el vicio al hijo adicto, cuidándole los
hijos al hijo o la hija que fornican, no metiendo preso al hombre maltratante o
que no paga pensión alimentaria, manteniendo al nene o a la nena de veinte que
no trabaja pero que tampoco se decide qué va a hacer, no le ponen controles al hijo
adolescente “para que no se rebele”, no le dan fuete al nene “para que no llore”
y hasta le dan el bibí al nene de 6 o 7, etc. ,etc…
Volviendo al desierto,
Dios nos deja ahí no solo porque es lo conveniente, sino porque nos ama.
Tenemos que creerlo. Si te quieres graduar tienes que creer en su amor. Más que
en su soberanía, más que en su inteligencia, tienes que descansar en su amor.
Recuerden que Dios te lleva al desierto a probarte “para saber lo que había en
tu corazón”. Cuando estés ahí, observa qué brota de tu corazón. ¿Duda? ¿Enojo?
¿Tristeza? ¿Por qué? Tiene que salir amor, gozo, paz, etc.
B. Dios te lleva a
descansar. "Él les
dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque
eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para
comer." MARCOS 6: 31
Somos experto
complicándonos la vida y si no, vivimos rodeados de gente que nos la quieren
complicar. A veces las cosas se nos “salen de las manos” y Dios aplica un
remedio drástico, te quita todo para que descanses. A veces dios te “saca de
carrera” para que delegues el control. Queremos correrlo todo, estar en todo,
supervisar todo, nos creemos imprescindibles, y talvez lo seamos. A veces
creemos que estamos bregando con un “chorro” de incapacitados que no se les
puede delegar nada, y talvez sea cierto. OK, pero te estás quemando. Entonces
Dios programa un descanso terapéutico y pedagógico para nosotros. Nos lleva al
desierto.
C. Dios te lleva para
protegerte. "Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios
no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca;
porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y
se vuelva a Egipto. Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del
desierto del Mar Rojo. " ÉXODO 13: 17-18
Dios puede ver por
nosotros a dónde nos llevan nuestras decisiones o lo que el diablo tiene
preparado para nosotros que no vamos a poder enfrentar. Si estamos preparados
“no problema”. Creceremos. Si no,
perdemos y nos atrasamos o retrocedemos. Y aunque Dios tiene toda la eternidad
para lograr sus propósitos, nosotros no.
D. Dios te lleva para
glorificarse. "Porque
Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto
los ha encerrado. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y
seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo
soy Jehová. Y ellos lo hicieron así." ÉXODO 14: 3-4