Desierto no es un motón de arena y calor. En la Biblia se define
desierto como un lugar solo y deshabitado, con pastos salvajes en donde vemos
en ocasiones pastores nómadas. Las
imágenes que más vamos a utilizar del desierto son las de soledad, incomodidad
y muerte.
En la enseñanza anterior vimos que uno va al desierto de una de las
siguientes maneras:
- Dios te lleva
- Alguien te hace huir
- Tú te lo buscas
- Tú decides ir ahí
Si uno confía, ora y espera, Dios va mostrando su propósito para tu
vida.
El cristiano maduro no pregunta “por qué” sino “para qué”. Aunque ande
en valle de sombra y muerte no temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo.
Repasemos los “cursos” que se ofrecen en el desierto.
1- Dios te lleva para hablarte. "Pero he aquí que yo la
atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. "OSEAS 2: 14 ¿Para qué Dios tiene que llevarte a un lugar
desierto para hablar a tu corazón? Veamos del 1-13. "Decid a vuestros hermanos: Ammi ["pueblo mío"]; y a
vuestras hermanas: Ruhama ["compadecida"]. Contended con vuestra
madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues,
sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; no sea
que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un
desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed. Ni tendré misericordia de
sus hijos, porque son hijos de prostitución. Porque su madre se prostituyó; la
que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi
pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Por tanto, he aquí yo
rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. Seguirá
a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces
dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que
ahora. Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que
le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. Por tanto, yo volveré y
tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino
que había dado para cubrir su desnudez. Y ahora descubriré yo su locura delante
de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. Haré cesar todo su
gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus
festividades. Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi
salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral,
y las comerán las bestias del campo. Y la castigaré por los días en que
incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se
iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová." OSEAS 2:1- 13
Cuando examinamos éste pasaje vemos que todo lo que Dios les dio desvió
el corazón del pueblo de seguir a Dios. En el verso 5 le atribuyen a sus
amantes su prosperidad y en el 7 y 8 cuando se les ocurre volver a Dios, no le
atribuyen la provisión. Hay un principio bíblico que establece que el bienestar
y la comodidad te pueden apartar de Dios.
"Cuando Jehová tu
Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y
Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas
llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste,
viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies," "cuídate de no olvidarte de Jehová, que te
sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. A Jehová tu Dios temerás,
y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. Cuídate de no olvidarte de
Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que
yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en
que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te
multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón,
y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de
servidumbre; que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de
serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te
sacó agua de la roca del pedernal; que te sustentó con maná en el desierto,
comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la
postre hacerte bien; y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me
han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el
poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus
padres, como en este día. Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y
anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo
lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que
Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis
atendido a la voz de Jehová vuestro Dios." DEUT. 8: 11-20
"La que cayó entre
espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y
las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. " LUCAS 8: 14
"Pero gran ganancia
es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este
mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo,
estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en
tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres
en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores. A los ricos de este siglo manda que no sean
altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino
en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las
disfrutemos." 1 TIMOTEO 6 :6-10, 17
"Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:" "Hijo de
hombre, notifica a Jerusalén sus abominaciones," "y di: Así
ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la
tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea." "Y en cuanto a tu nacimiento, el día que
naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte,
ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas." "No hubo
ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti
misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio
de tu vida, en el día que naciste." "Y yo pasé
junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te
dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!" "Te hice multiplicar como la hierba del
campo; y creciste y te hiciste grande, y llegaste a ser muy hermosa; tus pechos
se habían formado, y tu pelo había crecido; pero estabas desnuda y
descubierta." "Y pasé yo otra vez
junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí
mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto
contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía." "Te lavé
con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite;" "y te vestí de bordado, te calcé de tejón,
te ceñí de lino y te cubrí de seda." "Te atavié
con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello." "Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en
tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza." "Así
fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y
bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en
extremo, prosperaste hasta llegar a reinar." "Y salió
tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a
causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor." "Pero confiaste en tu hermosura, y te
prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos
pasaron; suya eras." "Y tomaste
de tus vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y fornicaste sobre ellos;
cosa semejante nunca había sucedido, ni sucederá más." "Tomaste asimismo tus hermosas alhajas de
oro y de plata que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre y
fornicaste con ellas;" "y tomaste
tus vestidos de diversos colores y las cubriste; y mi aceite y mi incienso
pusiste delante de ellas." "Mi pan
también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite y la miel, con
que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue así,
dice Jehová el Señor." "Además de
esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado a luz para mí, y los
sacrificaste a ellas para que fuesen consumidos. "He aquí que esta fue la
maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de
ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del
menesteroso." "Y se llenaron de
soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité."
EZEQUIEL 16: 1-20, 49-50
La riqueza, la abundancia, la comodidad, confiar en las cosas en vez de
en el que da las cosas, desvían nuestro corazón de en pos de Jehová. Entonces
Dios que nos ama y que sabe que le amamos tiene que quitar lo que interviene.
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