En
la sección anterior vimos como Calvino definió la incapacidad del hombre para
creer, querer o desear las cosas de Dios. Aquí vamos a examinar como utiliza La
Caída para probar su doctrina de la predestinación.
La caída es entonces la
señal bajo la que vivimos, y por lo tanto buena parte de lo que podía decirse
de Adán cuando fue creado ya no puede decirse de nosotros en nuestra existencia
actual. Esto es importante para Calvino, puesto que es a base de la caída que
puede sostener al mismo tiempo la depravación de la naturaleza humana y el amor
de Dios. En ésto estamos de acuerdo. Encontramos explicación
sobre nuestra condición humana y sobre la obra redentora a base de lo que
ocurrió en la Caída.
A pesar de la caída, Dios
sigue siendo el soberano de toda la creación. Aquí se escuchan ecos de
Zwinglio, puesto que la doctrina de la providencia se relaciona estrechamente
con la predestinación. Dios era y
sigue siendo soberano independientemente de haber creado e independientemente
de si creó seres capaces de desobedecerle o robots que iban a hacer lo que Dios
decretó que hicieran. Ya expliqué anteriormente que soberanía no depende de
nada de eso. ¿Por qué llamar la atención sobre que Dios sigue siendo soberano? Porque “la doctrina de la providencia
se relaciona estrechamente con la predestinación”. Ya anteriormente definí el
concepto de providencia y por sí solo no tiene que parecerse ni al deísmo ni al
panteísmo. Pero como la agenda de los reformadores era transferir todo el
control que tenía la Iglesia Romana en dispensar la salvación a manos de Dios,
el libre albedrío se vino a convertir en un estorbo para describir el
absolutismo de Dios en los procesos de la salvación. Por un lado, hay que
definir que todo ocurre por la acción de Dios y por otro hay que probar la
incapacidad absoluta del hombre en tan siquiera creer, escoger o desear la
oferta de Dios en salvarlo.
Todo tiene lugar bajo el
gobierno y la acción de Dios. Esto no quiere decir sencillamente que Dios sea
la causa primera de todas las cosas, sino también que Dios interviene en todos
los casos particulares. Esto incluye el
orden de la naturaleza, así como las vidas en general de todas las personas, y
las vidas de los creyentes, aunque Dios gobierna sobre estos últimos de un modo
distinto. Lo que es más, la providencia no es mera presciencia, sino que Dios
de hecho produce los acontecimientos. Y, si acusamos a Calvino de caer en el
fatalismo de los estoicos, nos responde que tal no es el caso, puesto que no
está hablando de una necesidad interna en las cosas, sino de un gobierno
universal divino. Vemos en la primera oración como se define la
providencia y por lo tanto la soberanía. Claro, panteísmo es que Dios está en
todas las cosas o es todas las cosas. “All is one”. Pero los que necesitan la
predestinación tienen el cuidado de no decir que Dios y la creación son lo
mismo. Pero no se percatan de las consecuencias de definir que Dios está en
todo lo que ocurre. “El gobernador de Nueva York asesina bebés al nacer”. ¿Cuàl
serìa la diferencia entre decir que Dios no es el gobernador y decir que Dios
está ordenando lo que hace el gobernador? Recuerden lo que dije al principio
sobre honestidad intelectual.
En
la segunda oración dice, “esto incluye el orden de la naturaleza,
así como las vidas en general de todas las personas”. Dios está en las
vidas de todas las personas. “la providencia no es mera
presciencia, sino que Dios de hecho produce los acontecimientos”. Yo veo
un problema con esto a la hora de consolar un padre que su hijo se suicidó,
(tengo varios amigos que pasan por eso) o a una persona bien querida que está
muriendo de cáncer. Pero Calvino no ve ningún problema. Eso es un gobierno
universal divino y eso no se debe confundir con fatalismo. Calvino justifica
este glorioso concepto más adelante.
Según Calvino, esta
doctrina es muy útil, porque muestra que debemos agradecerle a Dios todas las
cosas, y que en tiempos de adversidad hemos de tener paciencia y confianza.
Tampoco debe llevarnos esa doctrina a despreciar a quienes de otra manera consideraríamos
nuestros benefactores, puesto que ahora vemos que Dios les ha escogido para esa
función. Además, no debemos utilizar esa doctrina para actuar
irresponsablemente, porque quienes verdaderamente la entienden están dispuestos
a sujetarse a la soberanía de Dios, mientras que quienes la rechazan le roban a
Dios su gloria y por lo tanto muestran su propia rebeldía.
La doctrina es “útil” para aceptar todo lo negativo en nuestras vidas, pero es
distinto al fatalismo porque aceptas que es la providencia de Dios quien ordenó
todo para tu bien incluso a los tiranos que ahora son tus benefactores. Los
fatalistas no tienen a quién agradecerle sus males. Si aceptas la doctrina no
te vas a oponer pues sino serías un irresponsable, o sea es tu responsabilidad
aceptarla, (claro cómo vas a actuar irresponsablemente si Dios “produce todos
los eventos” de antemano), y “los que la rechazan” que fueron ordenados a
rechazarla, “muestran su propia rebeldía” aunque están en perfecta obediencia
pues fueron ordenados a rechazarla. De ahí que yo estoy predestinado para
cuestionarme la predestinación, pues Dios ordenó que la cuestionara y
cuestionara los motivos y métodos que tuvieron los proponentes de la
predestinación en construirla.
Por tanto, a Dios sea la
gloria. Suya es la gloria, no solamente en los electos, sino también en los
réprobos, quienes también cumplen la voluntad de Dios.
Porque aún en los malvados
y réprobos se está cumpliendo la voluntad escondida
de Dios. El mal está en resistir la voluntad revelada de Dios, y es por esto que se les castigará. Pero así y
todo sigue estando en las manos de Dios, quien usa la maldad de ellos para la
justicia y para la gloria divina. Por último, si alguien pretende hacer esta
doctrina más aceptable distinguiendo entre la voluntad activa y la voluntad
permisiva de Dios, y pretendiendo entonces que Dios activamente desea el bien,
pero sólo permite el mal, sepa que esto no es sino otro intento de disminuir la
gloria de Dios y de sujetarle a nuestro propio entendimiento.
Viendo la primera oración, Calvino
refuerza de que ésta forma de describir la providencia es la que verdaderamente
glorifica a Dios. Pero introduce otro concepto que no habíamos visto en los
anteriores. Voluntad escondida y voluntad revelada. Según entiendo, la voluntad
escondida es aquella por la cual Dios ejerce su voluntad en los réprobos sin
que ellos se enteren. Voluntad revelada es la que los elegidos obedecen y claro
les es revelado su glorioso destino. A los no elegidos se les revela para que
cuando se rebelen contra ella sean condenados. También introduce el concepto de
que la maldad es resistir la voluntad revelada. Y por eso se les castigará.
Siendo honestos intelectualmente, Dios ordenó que se rebelaran contra la
voluntad revelada, se las revela, y por resistirla es que son castigados.
Entonces “lo bueno” de todo ésto es que Dios utiliza su maldad para la justicia
y gloria divinas. Si alguien trata como los reformadores
anteriores y de su época, suavizar las consecuencias de estas definiciones utilizando
voluntad activa y voluntad permisiva para hacer que Dios no quede como
responsable del mal, sepa que esto no es sino otro intento de
disminuir la gloria de Dios y de sujetarle a nuestro propio entendimiento. Si
entiendo bien a Calvino, como único Dios queda glorificado es aceptando sus
definiciones de soberanía, aceptando sus definiciones de voluntad revelada y
escondida y rechazando todo otro intento de explicar como Dios dirige su
creación.
Aunque resulta claro por
todo lo que antecede que hay una relación estrecha entre la providencia y la
predestinación, es importante señalar que la discusión detallada de la
predestinación viene mucho después en la Institución,
cuando Calvino está discutiendo la obra de Cristo para nuestra salvación.
Lo que esto quiere decir es que para Calvino la predestinación no es una
doctrina que se pueda deducir de la omnipotencia y omnisciencia divinas, sino
que se entiende propiamente sólo desde la perspectiva de la fe agradecida que
conoce su salvación a pesar de su propio pecado. La doctrina de la predestinación es un modo mediante el
cual los electos le dan a Dios toda la gloria por su salvación. La relación estrecha que existe
entre providencia y predestinación no es ninguna estrecha pues como he venido
explicando Dios puede crear e intervenir en su creación sin necesidad de haber
restringido todo el devenir de la creación a un destino. Es tratando de
acomodar la revelación de Dios para explicar como Dios puede o no ser soberano
en un universo donde opera el destino pues se da por sentado el futuro, es que
providencia y predestinación tienen su relación estrecha. Pero si Dios diseñó
un universo para operar en un tiempo lineal y no creó los eventos porque no los
necesitaba crear para llevarse la gloria o validar su soberanía y se reserva su
soberanía para intervenir en favor o en contra de los seres que creó con
voluntad para obedecerle o no, pues no creó a ninguno con su misma
omnipotencia, (es absurdo que Dios pudiera crear un ser igual de omnipotente
que El), sin que ninguno de esos seres se le oponga, entonces no tiene que
existir esa relación estrecha entre providencia y predestinación. Cuando dice
que para Calvino la predestinación no es una doctrina que se pueda deducir de
la omnipotencia o la omnisciencia de Dios es porque Calvino ya había visto las
controversias generadas por los que definieron antes que él. Al definirla desde
la perspectiva de la salvación y el agradecimiento que iba a generar en los
elegidos, sería más fácil “mercadearla” en medio de una reforma que estaba
generando conflictos doctrinales en toda Europa.
Volviendo a como Calvino definió la
caída, veamos otras definiciones. Esta es la doctrina
de la depravación de la naturaleza humana, sobre la que Calvino insiste. Esta
depravación, sin embargo, no es «natural» en el sentido de que se deba a la
naturaleza humana tal como fue creada. Al contrario, la naturaleza en sí misma
es buena. Lo que es malo es la corrupción que el pecado ha introducido en esa
naturaleza. Lo que ha sucedido en la caída es que los dones sobrenaturales que
Adán tenía originalmente se han perdido, y los dones naturales se han
corrompido. Los dones sobrenaturales que se han perdido eran la fe y la
integridad necesaria para la bienaventuranza eterna. Los dones naturales eran
el intelecto y la voluntad, y ambos han sido corrompidos por la caída. A
mí se me hace bien difícil ver de dónde Calvino divide las consecuencias de la
caída entre depravación natural cuando no se dé una depravación no
natural. De dónde divide dones
sobrenaturales y dones naturales. De dónde concluye que los dones
sobrenaturales eran la fe y la integridad y los naturales eran el intelecto y
la voluntad.
Cuando yo leo los primeros tres capítulos
de Génesis, yo leo que Adán y Eva fueron creados a imagen de Dios. No veo por
ningún lado el “inventario” de dones sobrenaturales y naturales. Mucho menos
las subcategorías de cada uno. Yo sí leo que fue hecho a imagen y semejanza de
Dios y fueron creados para el Huerto y el tiempo. Yo que tengo exactamente el
mismo derecho que tenían todos los reformadores de hacer teología, puedo
deducir del texto, conclusiones racionales y lógicas que me armonicen con toda
la Escritura. La Escritura me dice que Adán se parece más a Dios que a los
animales. Así que por lo menos yo puedo deducir qué cualidades o habilidades
Dios le puso al hombre con las cuales el hombre se diferenciaba de los animales,
pero a la vez se parecía a Dios. El hombre tiene espíritu, alma y cuerpo. La
Biblia me dice que los animales solo tienen espíritu. Dios tiene voluntad,
mente, sentimientos, memoria. De ahí yo deduzco que el hombre fue creado con
cada una de esas características, y no las veo en los animales. Claro los
panteístas, los PETA, los que quieren humanizar a los animales, etc., dicen que
los animales cuentan con todo eso. No lo voy a discutir aquí.
Cuando leo que la consecuencia por
desobedecer es “moriréis”, no veo que se iba a cancelar ninguna de esas
cualidades. Morir en la Biblia no significa terminación, significa separación.
Por lo tanto, deduzco que todas esas habilidades iban a quedar desconectadas de
Dios. No terminadas. El hombre quedó separado de Dios, de su mujer, del Huerto,
del árbol de la vida. No veo que dejó de tener voluntad, sentimientos, memoria,
mente. Los de la predestinación con su necesidad de probar la misma, son los
que nos quieren convencer de que ésas o algunas de las capacidades quedaron
anuladas y ya les he venido mostrando ejemplos de la Escritura en donde vemos
que éso no es lo que los pasajes dicen. La Biblia dice que Abel tuvo fe, tomó
una decisión , y agradó a Dios. "Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por
lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus
ofrendas; y muerto, aún habla por ella."
HEBREOS 11: 4 Tanto aquí como en Génesis no hay la menor
indicación en el contexto de que Dios haya hecho creer o actuar a Abel de una manera
y a Caìn de otra. Pero los que necesitan la predestinación importan dentro del
pasaje que Dios estaba utilizando a ambos para mostrar su justicia y para su
gloria. Casi todas las doctrinas comienzan en Génesis y su eventual desarrollo
en el resto de la Biblia, no contradice lo establecido anteriormente. Es un
principio de interpretación. Cuando leo en la Biblia como Dios honró la fe de
sus siervos, no veo que Dios puso la capacidad de creer porque no la tuvieran.
Veo a Dios ofreciendo en qué creer y responsabilizando al hombre por la
decisión que tomó al respecto. Pero por un texto de Efesios (2:8), mal interpretado yo
tengo que estar de acuerdo con Calvino de que el hombre quedó incapacitado de
creer.
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