jueves, 14 de julio de 2022

Predestinado para Cuestionarme la Predestinación - Definiciones Parte 26: ¿Ejerce Dios su soberanía maniática y compulsivamente en cada momento y en cada lugar? Parte 2

En la sección anterior comenzamos a ver la definición de soberanía y los textos (algunos), utilizados por los que necesitan la predestinación para probar que la soberanía ocurre o se manifiesta dentro del concepto del decreto absoluto y por ende que todo lo que va a acontecer está asegurado por el decreto para que ocurra y por lo tanto es irreversible e inevitable y por lo tanto cualquier semejanza con destino, determinismo, fatalismo, es mera coincidencia.

Continuemos con otros textos.

"Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor." ISAÍAS 29: 6

"Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas." SALMOS 89: 9

"Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos." "Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; Hace los relámpagos para la lluvia; Saca de sus depósitos los vientos."  SALMOS 135 :6- 7

"A su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos." Jeremias 10:13

Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo."  EZEQUIEL 38: 9

Estos pasajes los utilizan para probar que todo lo que ocurre en la naturaleza es porque Dios está haciendo que ocurra. Algunos no me creerán, pero lo he oído en debates. De ahí que en el folklor evangélico he escuchado desde que era niño que “no se mueve la hoja de un árbol sin que Dios lo permita” y “la pedrá que va pa’ un ojo no hay quien la evite”. La Biblia lo que enseña es que Dios interviene en la naturaleza cuando quiere y como quiere y en Job vemos incluso al diablo con el permiso de Dios interviniendo en la naturaleza. Según el razonamiento sugerido por el decreto, cuando un rayo le cae encima a un cristiano es o porque Dios decretó desde antes de la fundación del mundo matarlo con un rayo, o porque Dios le dio permiso al Diablo para que lo hiciera. No hay espacio para pensar que por las leyes de la física que rigen la naturaleza y la probabilidad matemática de que un rayo le caiga a alguien que está en la intemperie hay dos destinos: no te cae el rayo si estás bajo techo o la probabilidad de que te caiga el rayo si eres el objeto más atrayente para ese rayo.

Vamos a repasar el pasaje de José con sus hermanos en Gen. 50. "Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo."  GÉNESIS 50: 20

Según los que creen en el decreto, Dios planeó que los hermanos lo vendieran para llevarlos a Egipto después y salvarlos del hambre. El problema es que el texto no dice eso. El texto dice: "Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años." GÉNESIS 15: 13 El texto no dice absolutamente nada de como van a ir allí. Ni tan siquiera dice que Dios los va a llevar. Sí dice que Dios tiene planes con la nación y con la tierra y que Dios castigará la maldad de Egipto y de los amorreos que en ausencia de los israelitas y por lo tanto de la protección de Dios sobre ellos aumentarían su maldad y su rebelión la cual Dios castigaría usando a Israel en la reconquista. El texto habla de la maldad de Egipto, de la maldad de los amorreos y de la maldad de los hermanos de José y como Dios usó esa maldad para cumplir el propósito que le prometió a Abraham que tendría con su descendencia. José no dijo (y lo pudo haber dicho si ese hubiera sido el caso): “Dios hizo que ustedes me vendieran”. No. Dijo; “Ustedes pensaron mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien.”. Pudo haber dicho “Dios los encaminó a ustedes para que me vendieran”, pero no, no quiso incluir la maldad de los hermanos dentro de la sabiduría, la gloria y la buena voluntad de Dios. La maldad es la maldad de ellos. No se les ocurrió, a los hermanos, tan truqueros y oportunistas como eran, mezclar su maldad con Dios. Pudieron haber inventado el argumento de que Dios los movió a venderlo para librarse de su culpabilidad, pero ni a eso se atrevieron, Escogieron a su padre; "Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban."  GÉNESIS 50 :16- 17 Ni a ellos ni a Moisés que escribió se les ocurrió narrar de tal manera que sospecháramos que Dios decretó la maldad de los hermanos de José para cumplir la profecía hecha a Abraham. El Génesis es bien mezquino con los que quieren creer en predestinación, decreto y destino.

Pero ya que estamos en Egipto, vamos a aprovechar y ver el caso del Faraón. En Rom. Cap. 9 tenemos uno de los argumentos más utilizados por los que necesitan la predestinación. Es el caso de Faraón. "Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra."  ROMANOS 9: 17 Lo primero que yo me pregunto es; ¿qué tiene que ver que Dios haya levantado a Faraón para mostrar su poder y anunciar su nombre por toda la tierra, con que Dios predestinó los que se van a salvar y los que se van a perder? Nada. Pero vamos a seguir. "De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece." (18). El que usa este texto para probar la predestinación para salvación o perdición dice: “ahí está”. “Dios muestra su misericordia a sus escogidos para salvarlos y a los que no quiere salvar, los endurece”. El problema es que el que Dios haya levantado a Faraón para mostrar su poder y anunciar su nombre, no tiene que ver nada con la salvación de Faraón. Pero continuemos con el 19-24.  "Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?

Cuando examinamos el 19, vemos que presenta un cuestionamiento, no de él, sino de alguien que pregunta, por qué Dios inculpa si nadie puede resistir su voluntad. La respuesta, como ya dije, no incluye la salvación sino por qué Dios escoge para destruir a unos y a otros no, que es el caso de Faraón. Pablo contesta que uno no se cuestiona por qué Dios hace a unos para honrarse y a otros no. El argumento no es por qué Dios formó a unos para salvarlos y a otros para condenarlos. Es por qué formó a unos para El glorificarse con la destrucción de ésos y glorificarse con la misericordia de los que no destruye. Cuando habla de vasos de honra y de deshonra, no está hablando de honrarlos y deshonrarlos según lo que Dios está haciendo en cada uno para glorificarse. ¿Cómo lo sé?. Porque cambia de hablar de vasos de honra y deshonra a vasos de ira y vasos de misericordia. El 22 dice "¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción,”? Vemos que sigue el argumento no de salvación sino de que para “mostrar su ira y hacer notorio su poder”, (se me parece al verso 17, cuando dice, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.") hizo vasos de ira preparados para destrucción. En el 23 sigue, "y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria," y aquí sigue usando el argumento no de salvación sino de que para glorificarse preparó vasos de misericordia. Los que necesitan la predestinación inmediatamente señalan “que los preparó de antemano” para probar que los predestinó para salvarlos y señalan el 24 que dice “a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, ¿sino también de los gentiles?" y con estos dos últimos textos cierran su argumento de que el pasaje prueba la predestinación incondicional.

¿Por qué me cuestiono que no está hablando de predestinación incondicional? Por la frase “a los cuáles también ha llamado”. Si no existiera esa frase ni el resto del capítulo anterior al verso 17, parecería que tuvieran un argumento incuestionable. ¿Por qué es cuestionable? Si recuerdan el análisis que hice del cap. 8 versos del 28-30, (Parte 12), el que llamara después de predestinar descarta que predestinara individuos, predestinó condiciones, premios, herencia. Voy a transcribir el párrafo. “y los predestinó para luego llamarlos, Rom. 8:30, ¿Por qué los llamó después de predestinarlos y no antes? Primero; porque hizo seres libres para que le amaran. Sin libertad, el amor no existe pues amor obligado no es amor. Por lo menos en mi mente caída no cabe tal cosa como amor obligado. A lo mejor en la mente de los que necesitan la predestinación cabe llamar amor a un sentimiento robótico programado por Dios en la mente de sus escogidos. Segundo; porque no predestinó individuos sino condiciones; requisitos. Llama después a los que quieran cumplir con los requisitos. Tercero, ¿Por qué los llamó y no los escogió o los salvó de antemano según el modelo de la predestinación? Llamar es el verbo kaleo (Strong’s 2564) y es llamar, poner un título o nombre, designar una categoría, invitar, convidar, etc., pero no obliga o destina al llamado y no depende tan siquiera de la participación de la persona u objeto llamado como en los convidados en la parábolas de las bodas y la cena o como en el caso de los gálatas en Gál. 1:6 y 5:8 que se volvieron de su llamado, o de Israel que habiendo sido elegidos y teniendo un llamamiento irrevocable (Rom. 11:29), solo el remanente será salvo (9:27) y no han alcanzado la justicia (11:31). Cuando tú preparas algo para alguien y lo llamas para que participe o lo reciba o lo acepte, tú no lo secuestras. Esperas que responda. Fíjate que predeterminó, pero no pre-llamó, no pre-justificó y no pre-glorificó. ¿Por qué? Porque como ya he explicado, el no creó los acontecimientos de antemano. El no creó el futuro. El determinó de antemano las condiciones para reconciliar al mundo con El y predeterminó los requisitos y mecanismos para los que respondieran. No creó ninguno de los eventos y mucho menos eligió individuos. Si no el 30 hubiera dicho: a los que predestinó, los salvó. De hecho, la palabra salvación no aparece en cap. 8.

Volviendo a Rom. 9:23 y 24, cuando leemos que nos incluye en los vasos de misericordia que preparó de antemano para gloria (no para salvarnos), sino para mostrar en nosotros las riquezas de su gloria, podemos concluir que de antemano el preparó mostrar las riquezas de su gloria en los vasos de misericordia, que no son vasos de misericordia por que los escogió para salvarlos, sino porque decidió que los que respondieran el llamado, serían incluidos en los vasos de misericordia. De la misma manera que en Rom. 8 vemos que predestinó condiciones y luego llama, aquí vemos que Dios para mostrar su gloria incluyó en los vasos de misericordia a los que respondieran el llamado.

Repasando; Faraón no fue levantado para salvarse o perderse. No es el tema. Dios quiere mostrar en Faraón su poder y anunciar su nombre. Dios tiene misericordia de quien quiere y a quien quiere endurecer endurece. ¿Para salvar a Faraón? No ¿Pudo haber tenido misericordia de Faraón? Si Faraón hubiera querido. Pero Faraón ya había escogido endurecerse antes de que Dios lo endureciera. Dice en Ex. 4:21      "Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

Ahí dice que Dios endurecerá después de las señales. "Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas." 7:3 Aquí dice que lo va a endurecer, pero es después de haberle hablado a Faraón. "Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel." 7: 2

Luego vemos a Faraón endurecerse en 7:13 y 22, 8:15, 19, y 32. En estos versos leemos que Faraón se endureció como había dicho Dios y los que usan predestinéutica al leer que lo que Dios dijo fue “yo endureceré”, significa que no fue Faraón quien se endureció, sino que Dios lo endureció en todas las ocasiones. Pero se olvidan de que quien escribió fue Moisés mucho después de los sucesos y Moisés sabía el orden y las causas de lo que había pasado. Siendo tan detallista en todo lo que escribió; ¿cómo cometió el error de escribir que Faraón se endureció si sabía que Dios lo endureció? Lo curioso es que no hizo nada por enmendar el “error”. Lo repitió en Ex. 13:15, "y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos." Moisés no solo no corrigió el error, sino que mandó que que así se enseñara para siempre en Israel. "Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;(14) No fue un error lo que Moisés escribió. El error si alguno es que Dios no le dijo a Moisés que siglos más tarde los calvinistas no iban a encontrar en sus escritos evidencia de un decreto          absoluto. Si Moisés mejor que nadie sabía que nada ocurre fuera del control de Dios nunca debió haber usado el verbo endurecer como una acción de Faraón.

Volviendo a Rom. Dios escogió glorificarse en Faraón. ¿Para salvarlo o condenarlo? No. Dios en su justicia e integridad decide castigar al impío. ¿Crea Dios al impío? No. Trascribo de la Parte 22, Prov. 16:4 "Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo."

Todas las cosas” incluye el mal y las acciones malas de sus seres, si damos por cierto todo lo que se nos ha dicho del decreto. Ese texto se tiene que referir a eso. Cuando añade “y aún al impío para el día malo”, suena como que confirma el decreto. Pero si analizamos nos da otra posibilidad. ¿Se puede analizar algo tan contundente en favor del decreto? Lo primero es preguntarse: ¿creó Dios al impío? Eso dice ahí. Pero si usamos hermenéutica, tenemos que ir a ver qué dice la Biblia sobre eso. Y es el mismo Salomón quien nos da otra aseveración. "He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones." ECLESIASTÉS 7 : 29 A este le añadimos "Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin." ECLESIASTÉS 3: 1

Vemos en estos dos textos que ni Dios creó al impío ni creó la maldad o lo malo. ¿Creó Dios el día malo? ¿Creó Dios el Seól / Hades? Sí, Dios creó el día malo y el día de la ira y el Infierno. Jesús mismo dijo que el infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles. ¿Antes o después de la creación? Si Dios hizo todo bueno en gran manera en Génesis y “hermoso en su tiempo” en Eclesiastés, podemos asumir que Dios lo hizo después de la Caída y así mismo creó el día malo para castigar a los que se iban a rebelar. Eso es consistente con un Dios de justicia que sabía que al crear seres libres unos se iban a rebelar y otros no y preparó de antemano antes o después de Génesis el justo castigo para ellos. Eso no obliga a concluir que creó justos e impíos primero y luego creó la recompensa para cada uno. Sí nos permite concluir que cuando dice “Jehová ha hecho todas las cosas para sí mismo”, hizo todas las cosas hermosas y si el día malo, día de la ira infierno, muerte etc., son cosas no hermosas entonces las hizo después de Génesis 1 y todas las hizo para ser consistentes con su propósito y su justicia y cuando dice “y al impío para el día malo” no es que hizo al impío, sino que “los que buscaron muchas perversiones”, El dispuso que fueran castigados en el día malo.

En la próxima parte continuaremos con Rom. 9 desde el 16 hacia atrás

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