Daniel y Apocalipsis - Daniel Capitulo 10

En el año tercero de Ciro, 5 años después de la visión de las 70 semanas. A orillas del río que hoy se conoce como el Tigris. Daniel va a relatar una revelación. El conflicto era grande. Daniel estaba ayunando por 3 semanas. Lo primero que Daniel ve es un personaje que por la descripción es el mismo que vio Juan en Ap. 1:13-16. Hay poca discusión sobre éste particular. La visión solo Daniel la ve. Los que con él estaban huyeron.  Al ver ésta visión Daniel pierde las fuerzas y al  oír  la voz se desmayó.  Luego una mano lo toca y lo ayuda a pararse. Llama a Daniel muy amado. Esto lo vimos en el 9:23. Pudiera inferirse que es Gabriel pero éste ángel pelea y no sigue el patrón del resto de la Biblia en donde se identifica a Gabriel. Aquí eso no ocurre. Le dice a Daniel que desde el primer día  que se dispuso a entender y a humillarse fue oído  y que a causa de su oración él fue enviado.  Otra vez, se repite lo del cap. 9. Pero en ésta ocasión éste se tardó porque  el príncipe de Persia se le interpuso por 21 días. Miguel que es uno de los principales príncipes vino para ayudarle. Luego de comunicarle la visión tenía que volver a pelear contra el príncipe de Persia para poder dar paso al príncipe de Grecia. Este pasaje nos muestra que hay potestades satánicas sobre las naciones e imperios y ellas se encargan de darles el poder. La Escritura nos enseña que Satanás es el príncipe de éste mundo y con sus seguidores domina.  Luc. 4:6, Jn. 12:31, Ef. 2:2 y 6:12. Estos espíritus dominan a las naciones para impedir que la voluntad de Dios se efectúe en ésa naciones o retardar el plan de Dios con esas naciones.

En este caso el príncipe de Persia impedía que surgiera el príncipe de Grecia y la voluntad de Dios es que termine el dominio de Persia y dar paso al dominio de Grecia. El ángel revela que Miguel es el príncipe de Israel y uno de los principales entre los ángeles. (v. 13 y 21). 

                                                                                                        

Es por eso que debemos interceder contra los espíritus que Satanás envía sobre nuestra nación. También este pasaje nos enseña por qué debemos perseverar en la oración aunque no veamos respuesta pues puede haber un conflicto en los aires que retardan el resultado de nuestra oración. 

                                                          

Se le dice a Daniel que la visión es para hacerle saber lo que le ocurrirá a Israel en los últimos días. Así que aunque parte de los acontecimientos se cumplieron en los días de Daniel, el cumplimiento total es para los últimos días.