No es
mi intención hacer que ningún calvinista deje de creer en su calvinismo, Este
estudio no va dirigido a ellos. Va dirigido a los hermanos evangélicos que
leyeron la Biblia varias veces sin la influencia calvinista y nunca se les ocurrió
que su salvación fuera decretada desde antes de la fundación del mundo y que de
otra manera nunca hubieran conocido al Señor. Son los que en un momento se
dieron cuenta que su vida no tenía sentido y de alguna manera Dios se les mostró
en la persona de Jesucristo, fueron convencidos de su pecado, se arrepintieron,
creyeron, nacieron de nuevo y todo el mundo a su alrededor se dio cuenta de su transformación.
Compartieron su experiencia con otros y se repitió la transformación en otros.
Viven
agradecidos de que Dios vio su incapacidad para librarse del pecado que los
esclavizaba y envió a Jesucristo a morir por sus pecados y con tan solo creer
en ese regalo, fueron libertados. Pero entonces aparece un calvinista
proselitista, militante y rabioso, que le presenta el “gran misterio de Dios”
para convencerlo que su experiencia está errónea. El haberse arrepentido y el haber decidido
creer en la oferta de Dios, no tuvo nada que ver con su decisión pues nunca fue
su decisión, sino que todo fue un acto soberano, unilateral y preparado de antemano
desde antes de la fundación del mundo. En otras palabras, no fue tu decisión,
no fue tu arrepentimiento, no es tu amor por Dios, etc. Todo fue dictado por
Dios que decretó que tú te salvaras y preparó todo el libreto para que tú lo
actuaras y todo para la gloria y honra de la sabiduría de Dios. Y todo este
esquema no presenta ningún problema si lo aceptas. El problema es si lo
cuestionas pues has leído en la Biblia muchos textos que no lo describen de esa
manera. El problema es cuando preguntas cómo es que Dios salvó a unos y no a
todos. El problema es cuando te preguntas como un Dios de amor amó a algunos y
a otros no. El problema es cuando a ti te parece que Dios es el autor del mal,
pues creó a algunos que pecaran y después los condena. El problema es cuando
cuestionas por qué si sabía que Adán iba a pecar, por qué le puso el árbol del
bien y del mal, y por qué permitió que la serpiente los incitara a pecar. El
problema es cuando preguntas por qué no hizo al hombre a prueba de pecado y se
hubiera economizado todo este drama. Y así hay cientos de textos y preguntas
que surgen inevitablemente en los evangélicos que leen la Biblia y la explicación
calvinista de la salvación les crea más preguntas que respuestas.
El
problema se agrava cuando estos calvinistas proselitistas y militantes te
tratan como que eres incrédulo, ignorante, no eres suficiente educado en la teología,
eres irreverente o no eres suficientemente humilde para aceptar los decretos de
Dios, eres un sinergista que buscas restarle gloria a Dios al querer usurparle
parte de su gloria al adjudicarte algún valor o participación en tu salvación,
eres un atrevido al tratar de descifrar los misterios de Dios o cuestionar su soberanía
y otras descripciones en las cuales quedas menos cristiano que ellos, menos
educado que ellos, menos comprometido que ellos, menos espiritual que ellos,
pero no te tienes que preocupar pues si eres elegido te salvas como
quiera. El problema sigue siendo que no
crees como ellos creen.
Para
esos hermanos que han sido acosados, coaccionados, abusados, acusados,
marginados, ridiculizados, menospreciados y que han sufrido rechazo o que
tienen dudas sobre su experiencia o confusión en cuanto a como se interpreta la
Biblia, es que comparto esta serie de estudios.
Como
dije al principio; no me interesa sacar a ningún calvinista de su convicción.
No me importa. La salvación está en Cristo. El que tiene al Hijo tiene la vida,
punto. Yo aprendí a respetar las convicciones de mis hermanos por más erróneos que
yo crea se encuentren. Creo firmemente en la libertad del individuo. Tan firme,
que defiendo la libertad de cada uno en irse al infierno si quieren. Dios no
les suplica; yo tampoco. Entiendo que cada uno construye las convicciones que
le son suficientes para mantener su relación con Dios y ayudarlos a perseverar.
Cada uno adopta las prácticas, ritos y reglas que le convencen de que está en
la voluntad de Dios. Estarán errados, pero no me toca a mí corregirlos. Si se
acercan para que los corrija, pues los discípulo. Si no; respeto. Hay hermanos
que perseveran con corbata y gabán y yo lo respeto. Hay hermanas que perseveran
con patas pelú’as, falda y moño, y yo lo respeto. Hay gente que persevera en sábado
y yo lo respeto. Hay gente que son legalistas y si les quitas el legalismo se
pierden. No saben perseverar sin su legalismo, y LO RESPETO. Pero de la misma manera respeto al que
necesita seguridad de salvación, ya sea calvinista o salvo siempre salvo. Pero también
exijo respeto para los que no necesitamos una doctrina de seguridad de salvación
y creemos que Dios dejó en manos de cada uno obedecer y perseverar. Y digo que
necesitan seguridad de salvación pues su entendimiento de la salvación, gracia,
justificación, espiritualidad, santificación, etc., no les permite verse en una
relación permanente con el Señor a pesar de su carnalidad y el pecado en sus
miembros.
En esta
serie voy a compartir los argumentos que me llevan a cuestionarme la predestinación
incondicional y por extensión, la tan mal interpretada seguridad de salvación.
Mis estudios en 47 años me han permitido haber sido usado por Dios antes de
apartarme, y me han permitido reconciliarme y volver a servirle, sin tener que
recurrir a la explicación calvinista o salvo siempre salvo. Me han permitido
nunca ser intimidado por los soberanistas proselitistas, militantes y rabiosos
y nunca ser seducido por el glamur de tener la teología más elevada que gozan
los privilegiados hermanos iluminados con el calvinismo o salvo siempre salvos.
A través
de los años he tenido discusiones con ambos bandos y nunca llegamos a nada pues
ellos escogen el campo de batalla. Escogen los textos, las preguntas y el
privilegio de refugiarse en los "misterios de Dios" cuando se dan con un argumento
que no pueden refutar. Aquí, como es mi página y mi estudio, yo escojo el campo
de batalla y las reglas del juego. Voy a
definir las cosas como se definen racionalmente, y como las define la
Biblia. Hay textos que apoyan el
calvinismo que no puedo refutar. Lo admito desde ya. Pero cuando al final
comparemos la cantidad de los que se pueden refutar con los que no, veremos que
la predestinación no tiene la mayoría de la prueba a su favor. Lo otro que voy a utilizar es honestidad
intelectual. Me refiero a que, en cada argumento discutido, voy a presentar las
consecuencias de cada conclusión, algo de lo cual huyen los proponentes de la predestinación
incondicional en los debates. Por ejemplo, no es honestidad intelectual
defender que Dios es responsable de los que escoge para salvación, pero no
tiene nada que ver con los que se pierden. Eso es absurdo, irracional y puede
rayar en lo ridículo. Voy a tratar un argumento a la vez, aunque hay aspectos
de un argumento que se entrelazan con otros. Pero cada uno será estudiado
aparte. Esto tiene que ser así pues una de las cosas que ocurre cuando debates
con calvinistas es que quieren discutir varios argumentos a la vez. Como no
aceptan que le ganes ni uno, por eso no me interesa invitarlos a ver este
estudio. Esto es para los que quieren estar seguros de que el calvinismo y
salvo siempre salvo son doctrinas cuestionables.
Aspirar
a vivir una forma más pura del cristianismo es una legítima forma de ser más
productivo para Dios. Pero ese legítimo deseo en el mejor de los casos ha
llevado a muchos a revivir los Hechos o a un gran avivamiento (individual,
nacional y/o generacional), pero en el peor de los casos también llevó a muchos
a la hoguera (Servet, ¿He dicho nombre, yo?) y guerras entre aspirantes a un
cristianismo más puro. Todas las aspiraciones son buenas mientras no nos lleven
a querer erradicar al que tiene una aspiración diferente. Todos vamos a
comparecer ante el Cordero y allí serán validadas nuestras aspiraciones.
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